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Lentamente comenzó a abrir sus ojos, la luz del día se colaba por la ventana y acariciaba sutilmente sus piernas. No era incómodo, pero era algo nuevo pues su pequeña casa estaba rodeada de altos edificios y la luz solar era escasa.

Estiró su cuerpo y miró fijamente el rostro dormido ante el, Chanyeol tenía largas pestañas, una ligera sonrisa que permanecía tatuada en su precioso rostro. La amplia mano del fiscal estaba en su cadera y sus piernas enredadas contra las propias.

La noche anterior se había vuelto a repetir, hicieron el amor hasta que el cansancio les pasó factura y se quedaron dormidos en la primera posición en la que sus cuerpos se detuvieron.

"Quisiera poder dormir con mi pene dentro de ti, Kyungsoo" su rostro enrojeció al recordar las traviesas palabras del alto. Miró sutilmente hacia abajo notando como las sábanas cubrían su propia intimidad y también la de Chanyeol.

El fiscal era un hombre diferente, no parecía ser aquel monstruo al cual se referían los paparazzi o los noticieros sensacionalistas. Le había tratado como lo más valioso incluso desde la primera vez, siempre se encargaba de darle el tiempo necesario para que su cuerpo se acostumbrara a su extensión, le recordaba en todo momento que si deseaba detenerse podría solicitarlo y él lo acataria, besaba sus labios como si no hubiese un mañana y le dedicaba una dulce mirada que derretía cualquiera de sus sentidos.

Mordió su labio, estiró la mano para acariciar el cabello negro del contrario. Era sedoso, suave y al llevar su mano hasta su propia nariz noto un aroma dulce combinado con romero.

Frotó un par de veces los dedos de sus manos contra sus ojos ligeramente hinchados por haber llorado de placer la noche anterior, con cuidado de no despertar al fiscal fue levantándose de la cama. Esta vez no iba a huir como lo hizo en Oasis, pero quería darle una pequeña sorpresa al precioso hombre que aún estaba entre los brazos de Morfeo.

Al ponerse de pie sintió una leve molestia en su cadera, él nunca había sido particularmente atlético y mantener sus piernas abiertas hasta el tope por tanto tiempo había pasado una ligera factura. Río solo para sí mismo, tomo su boxer y una camiseta que vio de Chanyeol sobre el sillón.

La diferencia de alturas era tal que aquella camiseta que ya era en un principio holgada sobre su cuerpo daba más bien la apariencia de un vestido. Tragándose la vergüenza se dirigió al baño, ya Chanyeol le había dicho que tenía lo justo para que permaneciera esa noche.

En el baño había un cepillo de dientes, algunas cremas y utensilios para el aseo personal que eran notoriamente nuevos. Kyungsoo sonrió ante aquel gesto, rápidamente no solo lavo su boca y rostro, sino que uso un par de minutos para apreciar las marquitas rojas que se esparcían por su cuello.

Sonrojado hasta las orejas camino lentamente hasta la cocina para no hacer ningún ruido, era un poco vergonzoso tomar elementos que no eran suyos, pero la noche anterior Chanyeol había mencionado lo mucho que le gustaban las cosas dulces. Eso iba a hacer.

—Manos a la obra —, susurró Kyungsoo para si mismo.

Con la experticia que podría tener debido a los años que permaneció cuidando a su tía y asegurándose de no morir de hambre, en cuestión de minutos no solo había hecho un maravilloso desayuno con panqueque, fruta picada, dulce de caramelo y chocolate caliente sino que cada utensilio empleado ya estaba lavado, seco y devuelto a su lugar de origen.

Tomó una bandeja y camino hasta la habitación de Chanyeol, dejo el contenido en la mesita de noche junto a su dormido hombre, se inclinó sobre el rostro dormido del contrario. Beso su mejilla, peino su cabello y susurró.

—Buenos días señor fiscal... el desayuno ya está listo —, no hizo falta otra palabra para que Chanyeol abriera sus ojos. Miro con ligera pereza a Kyungsoo para finalmente sonreír.

—Gatito... Buenos días —, Chanyeol se sentó, rascó su nuca y sin vergüenza alguna se levantó, dejando que la sábana que cubría su desnudez se deslizara hasta el suelo.

Sus ojos se veían ligeramente cansados pero también brillantes y llenos de vida, sonrió y se perdió en el baño por un corto tiempo. Al salir tenía el pantalón del pijama, y el cabello ligeramente húmedo. Estiró su cuerpo dándole a Kyungsoo una perfecta vista de su musculatura.

El pequeño mesero mordió su labio, frotó sus manos esperándolo en silencio en el borde de la cama.

—Huele delicioso Kyungsoo —, dijo Chanyeol mientras se sentaba junto a Kyungsoo. Tomo su barbilla para que le mirara y sin perder el tiempo besó sus labios.

Un dulce beso en el que sus lenguas se enredaron, Kyungsoo sentía por medio de ese dulce contacto la gran necesidad de Chanyeol, como esas grandes manos recorrían su cadera subiendo hasta sus pezones era un claro indicativo de aquello.

—C-chanyeol se va a enfriar...

—Hmmmm... que lástima, no puedo permitir que el desayuno preparado con tanto esfuerzo por mi chico se eche a perder.

El corazón de Kyungsoo se aceleró, sus mejillas ahora eran del mismo color que las cerezas que decoraban el plato. Miró el suelo y asintió. Chanyeol río roncamente, tomo la bandeja y comenzó a comer de manera animada.

No hay nada mejor que haber preparado algo con cariño y darse cuenta que la persona a la cual se lo das lo come con tanto deseo. Kyungsoo estaba en la séptima nube del cielo. Movió inquieto sus pies al percatarse de los largos caninos del fiscal, los había sentido en alguno de los besos pero era la primera vez que los detallaba.

En sí, la dentadura de Chanyeol era muy blanca pero sus caninos resaltaban no solo por lo largo sino por lo ancho. Kyungsoo estiró su mano acariciando las orejas de Chanyeol.

—Dime bebe, ¿Sucede algo?— Chanyeol le miró, tenía sus mejillas llenas de comida. Se veía infantil y muy adorable a los ojos de Kyungsoo.

—No...es solo que esto es muy irreal. Estaba comprobando que no fuese un sueño.

Chanyeol sonrió, termino de comerse absolutamente todo sobre la bandeja. Dejo el utensilio vacío sobre la mesa, atrajo a Kyungsoo hacia su pecho para después abrazarle con cariño.

—Sé a lo que te refieres, para mí sigue pareciendo un hermoso sueño el que mi gatito escurridizo esta vez no se escapara de mis brazos. Estas aquí e incluso me hiciste el mejor de los desayunos que he probado en mi vida. — Acunó el rostro de Kyungsoo mientras le daba besos en la frente —. ¿Te duele algo?

—N-no es decir... gracias por lo primero y no te preocupes, estoy bien.

—Eso me alivia el corazón, tú... tienes cara de haberte concentrado haciéndome de comer pero no haber comido.

—Eso es mentira —, respondió Kyungsoo con un puchero —. Estaba comiendo mientras hacía tu desayuno ya tengo mi pancita totalmente llena. Estoy satisfecho.

Chanyeol sonrió de lado, acarició el abdomen de Kyungsoo manteniendo ahora su frente junto a la del mesero.

—Cuando desees puedes tener el abdomen lleno de otra cosa que no sea comida.

Kyungsoo ladeó el rostro sin entender inicialmente a que se refería Chanyeol, al comprenderlo le dio un pequeño golpe en el pecho.

—Tonto....

—Solo tuyo si así lo decides.

El pequeño mesero rodo los ojos poniéndolos en blanco, golpeó con un poco más de fuerza el pecho de Chanyeol. No por desagrado sino por vergüenza. Aquella acción la comprendió Chanyeol quien le envolvió en sus largos brazos e inicio una batalla campal de besos y mimos.

Chanyeol realmente deseaba que aquella paz que sentía junto a Kyungsoo durará toda su vida. 

Dark Prosecutor || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora