XII

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Sería mentira afirmar que no le daba terror enfrentarse a esa persona, la mujer que le dio la vida no dudaría en levantar su mano y ordenar al clan que le arrancarán la cabeza. Su madre, era sin duda alguna, crueldad pura.

Cuando los sabios de la luna mencionaron que no era apto, la primera en darle la espalda fue su progenitora. Y, desde ese entonces hasta ahora, a sus treinta años, no la había visto ni una sola vez.

Además del hecho de haber conocido a Kyungsoo, Chanyeol no creía en las casualidades y mucho menos en el destino. Para él, todo había sido mala suerte y mucho esfuerzo de su parte para lograr triunfar en su carrera profesional.

—Que me hayas llamado tan temprano significa que las cosas son graves —, Jongin quitó una pelusa que permanecía en su pulcro traje gris. Cruzó las piernas y miró fijamente los ojos de Chanyeol. — Pedirme además que nos encontramos en un lugar diferente a tu despacho no me hace sentir más relajado—, admiró momentáneamente la cafetería con el rabillo del ojo, estaba llena de universitarios y algunos adolescentes de la escuela privada cercana.

—Son graves —, confesó de inmediato. — Padre dio justo en el clavo, tardó menos de lo que pensaba en saber sobre mi romance. Fue a mi despacho a amenazarme —, negó con la cabeza y bebió calmadamente de su café caliente —. Me siento capaz de sobrellevar las cosas con mi padre, pero mencionó a mi madre. Eso fue algo totalmente imprevisto.

—¿Park Jena? —, la expresión de Jongin era de sorpresa pura. — Jongdae no ha mencionado que ella se encuentre en el país, déjame investigar sobre el tema.

—No. Mi padre debe saber que a la primera persona que le pediría ayuda es a ti. Si se entera que estás haciendo preguntas extrañas, no solo te meteré en problemas mi querido amigo. Temo que las cosas puedan escalar hasta el punto donde seas castigado por el clan.

Chanyeol dejo la taza de café, ahora vacío, sobre la mesa. Apretó sus rodillas y miro fijamente a su mejor amigo. Ese hombre que le había acompañado en los peores momentos de su vida.

—Conozco esa mirada y no lo pienso hacer, Chanyeol. Es la primera vez que te veo realmente feliz y dispuesto a hacer lo que sea por alguien. Ni te atrevas a decirme que me aleje de tu vida o alguna estupidez como esa.

—Es necesario Jongin, me voy a enfrentar al Clan. Habrán muertos... no quiero que seas uno de ellos.

Jongin abrió la boca, peino su cabello hacia atrás. Lo sabía, era ahora una cuestión de guerra de intereses dentro del clan y absolutamente nada de lo que sucediera en el interior podía llegar a oídos de la prensa.

—¿Qué es lo que realmente deseas? No creo que te interese el puesto de tu padre, ese te corresponde por derecho y siempre te has negado.

Chanyeol sonrió de manera torcida, mostró sus largos caninos y suspiro.

—Luchare por amor. Por primera vez en mi vida deseo algo con todas mis fuerzas, deseo proteger la sonrisa que tanto amo.

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Jongin miró de reojo al canoso hombre que no dejaba de morder con furia un hueso de cordero, ver al padre de Chanyeol hacer aquello, además de desagradable le creaba un abismo de intranquilidad en el estómago. Luego su vista se centró en el joven hombre frente a él, Jongdae.

Parecía que el menor de los Park sintió que le estaba mirando, levantó el rostro y le sonrió dulcemente. Jongin suspiró, "como si eso me fuese hacer olvidar el tema de esta maldita conversación".

—Te habíamos dicho que ese hijo tuyo no traería más que desgracias a nuestro clan, debiste hacerle caso a tu mujer y matar al cachorro. — Dijo con ironía el líder de los sabios, su cabello blanco y ojos azules contrastaban con las túnicas negras que cubrían su cuerpo. 

—Es el producto del demonio, —susurró otro sabio.

Jongin cortó un pedazo de carne, vio la sangre salir de esta y su apetito simplemente desapareció. Con educación dejo el tenedor sobre la servilleta y prefirió seguir tomando vino.

—No tenía interés alguno por Chanyeol en el principio y eso lo confieso —, comenzó a hablar el líder Park. — Pero resulta que no solo tiene una combinación de genes adecuados, es...la epítome de la perfección. Su lobo no es débil, es como el mío. ¡Un orgulloso lobo gigante de pelaje negro!, sobrevivió a la rabia, a las pestes que hicieron añicos nuestro clan en el pasado. La luna no lo aprueba y aún así... sigue vivo, se ha hecho un nombre en esta sociedad elitista. Es reconocido como alfa de alfas.

Siwon dejo el hueso de cordero de lado, limpio sus manos con algunas servilletas y se puso de pie. Camino lentamente en la sala de juntas del último piso del edificio de la Organización, aquel que era considerado como el más alto y estéticamente hermoso de todo Seúl.

—Chanyeol ha logrado muchas cosas por sí mismo, y es por ello que sé que sería un gran líder. Su mente brillante es comparable a la mía, su única debilidad se encuentra aquí —, Siwon tocó con su mano la zona donde latía su corazón —. Pero eso tiene solución, mientras su problema no esté en la cabeza... podemos amoldarlo a nuestro antojo.

Uno de los sabios negó, no se encontraba de acuerdo con las afirmaciones del líder del clan.

—Siwon, ¿No tendrás intereses personales con Chanyeol? Por más que trates de contener una cascada, la fuerza del agua terminará arrasando con ese muro. La solución es el sacrificio. Hay que deshacernos de Chanyeol. 

—Ustedes son sabios, es verdad... pero finalmente quién toma la decisión soy yo. — Siwon respondió con voz firme y mostrando los colmillos —. Jongin, Jongdae... mantendrán vigilado a Chanyeol. Sé que debió de esconder a ese mocoso en algún lado, deben encontrarlo.

—Padre... pero... — Susurró Jongdae con voz temblorosa.

—Encuentrenlo antes de que lo haga la madre de Chanyeol. Al menos yo soy capaz de negociar, ella...simplemente no lo haría —, sentenció antes de mirar con furia a los sabios y salir del lugar dando un fuerte golpe en la pared.

Dark Prosecutor || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora