No era realmente un secreto que Michael Wheeler estuviera obsesionado con Halloween. Siempre esperaba emocionado la fecha, contando cada día esperando el 31 de octubre.

Le encantaba disfrazarse todos los años de algo diferente, dependiendo de cuál era su obsesión ese año. Michael solía obsesionarse demasiado, pero había una obsesión la cual no había podido alcanzar durante años.

William Byers.

Estuvo años sin poder alcanzar su obsesión más grande, año tras año dejando notas que pasaban completamente desapercibidas, pero este año tenía otros planes en mente.

Siempre dejaba notas en el casillero del castaño, o en su mochila o en su asiento en su salón, pero Will nunca vió ninguna de sus notas, es por eso que este año se cansó de la misma mierda, estaba decidido a hacer su mayor esfuerzo para lograr lo que quería.

Entonces siguió a Will hasta su casa, memorizando el camino a la primera vez. Tenía una buena memoria. Entonces, esperó a que empezara octubre, tenía planeado dejar una nota por día hasta los 30 días, para el 31 invitarlo cara a cara a ir a pedir dulces con él.

Estaba plenamente confiado en que lo lograría. En su mente, cualquier persona podría caer ante su plan, porque él creía que todos amaban tanto Halloween como él.

Nunca pensó en el día de los enamorados, porque pensó que no era tan macabro como Halloween. Nunca pensó en Navidad, puesto que era todo lo contrario a Halloween, que era lo que le gustaba. Jamás pensó en siquiera acercarse a Will, porque esperaba todos los años para enviar notas en octubre.

Amaba Halloween con todo su corazón, y este año tenía todo preparado para cualquier cosa. En caso de que Will rechazara su gran invitación para ir a pedir dulces con él, tenía unos buenos planes para que Will aprendiera su lección.

Realmente veía poco probable que lo rechazara, pero como dije, tenía planes para cualquier cosa que sucediera. Era mejor que nadie interfiriera en sus planes.

Estuvo dos días antes de octubre escribiendo las notas, quería tener al menos diez notas antes, porque le gustaba estar organizado.

Entonces, el primero de octubre fue a clases como normalmente lo haría, siempre mirando a su alrededor, atento a cualquier decoración que podría considerar de Halloween para poder emocionarse.

Al llegar, lo primero que hizo fue mirar a Will desde algún lugar oculto, precavido a que sus amigos no se dieran cuenta de que estaba acosando al castaño.

No recordaba cuándo fue que se obsesionó con Will, tampoco cómo sucedió. No recordaba absolutamente nada, pero parecía que el chico ni siquiera lo conocía. De vez en cuando podía observar que el de ojos avellana le devolvía miradas nerviosas, y también había notado que solía evitarlo muchas veces. Siempre estaba atento a sus intentos de chocar con él, como si supiera que lo estaba haciendo a propósito.

Tampoco sabía por qué estaba obsesionado con Will, ¿quizá le atraía su cabello, de color castaño y con un corte peculiar? ¿O eran sus ojos color avellana, que brillaban con intensidad e inocencia? ¿O entonces solo le atraía que el chico fuera menor que él y más bajo? ¿quizá su personalidad alegre pero tímida? No podía adivinar, no sabía con exactitud qué era lo que le atraía del castaño.

A la salida, se escabulló para ir detrás de William, que pareció notar que alguien lo seguía y comenzó a caminar más rápido, luciendo nervioso. El pelinegro podía notar los ligeros temblores en las manos del castaño, que agarraba su mochila con fuerza, haciéndole saber al azabache que estaba asustado.

¡Ah, Will era tan hermoso! le encantaba que se asustara por su simple presencia, eso le recordaba que tenía que llevarlo a una casa embrujada, para poder admirar ese miedo desde más cerca.

Cuando finalmente Will llegó a su casa, Michael se quedó afuera, esperando a que el menor siguiera su rutina de dormir por las tardes. Sabía que Will dormía por las tardes todos los días, porque en un descuido por parte del castaño, agarró su celular y revisó par de mensajes en los que descubrió el horario de William.

Eran casi las 5:30p.m cuando decidió asomarse por la ventana sigilosamente, esperando que nadie que pasaba por allí lo notara. Como esperaba, Will se encontraba durmiendo plácidamente en su cama.

¡Por Dios, le daban ganas de morder la piel de Will hasta dejarlo en los huesos! se veía tan perfecto durmiendo, tan pacífico... ¡Tenía ganas de meterse a la habitación del castaño para hacer lo que quisiera con él!

Sin embargo, agarró la nota correspondiente para ese día y la pegó en su ventana. Esperaba que Will la notara, porque sino, su plan estaría arruinado. Claro, tenía un plan B, pero esperaba que el primero funcionara.

Nota:

Hola, querido Will. Sé que estarás preguntándote por qué carajos hay una nota en tu ventana, pero quería que este año sí notaras que siempre dejo notas en octubre. No sé si alguna vez lo notaste antes, pero nunca respondiste ni una sola, así que este año decidí dejar notas donde las pudieras notar realmente.

Quería preguntarte, ¿estás emocionado? ¡Ya es primero de octubre, se acerca la mejor festividad del año, Halloween! yo estoy muy emocionado, espero que tú también, porque tengo planes muy bonitos para nosotros juntos este año.

Por cierto, ¡te ves hermoso durmiendo, te ves tan pacífico! Diría todo lo que siento por tí ahora mismo, pero tengo que dejar cosas que decir para los próximos 29 días.

¡Que te diviertas con tus amigos en tu salida de mañana! Cuando llegues, la segunda nota ya estará aquí.

Con amor, “¿?”.

Luego de dejar la nota, se marchó con una gran sonrisa en el rostro. Solo tocaba esperar para que Will viera la nota y se enamorara de él.

¡Estaba tan emocionado!

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