Happy Halloween!

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El castaño de ojos avellana se encontraba en los baños del colegio, temblando y llorando como si no hubiera un mañana. No podía controlar las lágrimas que caían como cascada de sus ojos.

Bueno, no todos los días un desconocido te acorrala de repente en el colegio y te amenaza con matarte mientras apoya una navaja en tu cuello.

Dustin y Lucas estaban afuera del baño, tratando de hablar con Will para que saliera del baño y hablara con ellos para saber qué había ocurrido, pero el castaño se negaba a salir, explicando entre hipos y sollozos que no podía contarles nada.

Will estaba exageradamente asustado, no podía ni siquiera pensar del miedo que sentía, estaba aún en shock, pero no podía dejar de llorar y de cortarse.

Desde afuera Dustin podía ver cómo la sangre caía al piso, así que se alertó y buscó a algún inspector que pudiera derrumbar la puerta antes de que pasara a mayor peligro.

Los amigos de William estaban claramente preocupados por él, porque sabían que si Will se estaba cortando, significaba que estaba siendo afectado por un nivel grave de ansiedad y estaba teniendo un ataque de pánico. Hacía mucho que el castaño no lloraba de esa manera, y también había pasado mucho desde la última vez que se había cortado.

Y lo peor era que no sabían qué había ocurrido para que estuviera así, lo que los ponía aún más ansiosos. Tenían esa sensación de peligro, esa sensación de que nada iba a ir bien ese mes.

Todo sucedió demasiado rápido, llegó un inspector a ver lo que ocurría, pero al ver el líquido rojo que se encontraba en el suelo, no lo pensó dos veces, abrió la puerta a la fuerza y allí encontró al adolescente desmayado, con el brazo lleno de cortes y la navaja con la que se había autolesionado en la mano. El chico aún temblaba y seguía llorando, pero el inspector lo tomó en brazos y se lo llevó a enfermería, no sin antes decirles a los dos chicos que se fueran al salón y que no tenían de qué preocuparse.

Claro, era estúpido decir eso cuando su amigo de toda la vida se encontraba inconsciente en sus brazos, pero fue lo único que salió de su boca antes de irse a enfermería.

Así que los chicos no tuvieron de otra que quedarse con la preocupación y la intriga e irse a sus salones.

Will estuvo más o menos diez minutos inconsciente en lo que la enfermera desinfectaba sus heridas y las vendaba. El inspector revisó la mochila del menor y tiró cualquier cosa con filo a la basura, solo con el fin de proteger al chico.

Intentaron llamar al padre y a la madre de Will, pero ninguno de los dos contestaron. Al final el castaño se despertó y les explicó que sus padres no estaban disponibles para ir a buscarlo ni para hablar con ellos, así que lo único que pudieron hacer fue enviar a Will a su casa con una citación de apoderado, además de derivar al castaño con la psicóloga del colegio, pensando que Will tenía problemas con sus emociones y problemas en casa.

William caminaba lenta y pacíficamente, sin un solo pensamiento cruzando por su mente. Necesitaba desconectarse de la realidad por lo menos un minuto, así que en lugar de dirigirse a su casa, fue a dar una vuelta por allí mientras escuchaba música.

Hacia muchisimo tiempo que no sentía emociones tan fuertes, no a ese extremo de llegar a hacerse daño desesperadamente. Lo peor era que ese daño había sido solo por un imbécil cobarde que no pudo acercársele como una persona normal, ¿en serio era tan necesario amenazarlo a muerte de esa forma? ¿Tan de repente y porque sí?

Caminó tanto que inconscientemente terminó llegando a la puerta de su casa, en donde se detuvo algunos segundos para suspirar pesadamente, estresado. Había estado pensando tanto que no vió a Jane al entrar a casa, yendo directamente a su habitación para ver si aquel inútil había dejado una nota ya.

Y así fue, había una nota pegada en su ventana.

Nota:

“Hola, Will. Me está pareciendo realmente molesto que tires mis notas, ¿crees que estoy jugando con las amenazas? entonces, te demostraré que no es así. Quizá cierta pelirroja sufra las consecuencias, o quizá tu queridísima hermana, Jane.

Tal vez creas que no soy capaz, pero quizá quieras recordar a tu hermano, Jonathan.

¿Cómo se encuentra él? :)

Te lo advierto, Will, no estoy bromeando, ¿en serio crees que no sería capaz de hacer alguna locura por tí, después de haberte seguido durante años?

Comienza a tomarme en serio, porque no me gustan las bromas.

7:46a.m

Ah, Will, te ves tan atractivo asustado... No sabes cuántas cosas me dan ganas de hacerte. Pero no es momento de confesar cosas obscenas.

Siento mucho haberte amenazado con matarte tan de repente, realmente no quería hacerlo, digamos que perdí el control de mis emociones y seguí mi instinto.

Por lo menos, ahora sabes que soy capaz de muchas cosas cuando estoy enojado. Ahora sabes que debes tomarme en serio.
La verdad, no tenía la intención de que fuese así de crudo, ¡pero siento que así es aún más romántico!  

Con mucho amor, M.”

Apenas terminó de leer la nota, los recuerdos comenzaron a fluir por su cabeza. Dolía, dolía como el infierno. Ya había superado la muerte de su hermano, era una mierda que ese cabrón le hablara de él en su nota, y aún peor, para amenazarlo. ¿No le bastó con amenazarlo a muerte con una navaja en el colegio? ¿por qué quería alargar más su sufrimiento recordándole la muerte de la persona que más quiso en su vida?

No podía contarle de esto a Jane, ni a nadie. Tenía que mantener a su familia y amigos a salvo de ese jodido psicópata. Pero juró por su vida que algún día mataría a ese cabrón.

Agarró la nota con sumo cuidado, sabiendo que quizá lo estaba observando en ese preciso momento. Contuvo sus ganas de gritar, de hacerse daño y de romper la nota en mil pedazos, solo metiéndola en su mochila. Notó que sus sacapuntas, alfileres y navajas ya no estaban en su mochila, y suspiró de la frustración.

Entonces tiró su mochila lejos y se tiró a su cama a llorar.

Se sentía culpable por olvidar la muerte de su hermano, pero así era, no recordaba como Jonathan había fallecido, y tampoco recordaba haber hecho algo para impedirlo. Sus amigos jamás quisieron decirle algo sobre la muerte de su hermano, según ellos, por su seguridad.

Se preguntaba cómo carajos sabía el acosador de su hermano. Ahora no había vuelta atrás, tendría que seguirle el estúpido juego de notitas al psicópata para saber qué había sucedido realmente con su hermano.

Finalmente cayó dormido de tanto llorar, así teniendo un largo, largo sueño. Descansando en paz.

✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*

Cuando Will despertó, primero que hizo fue ver la hora. Se había dormido hasta el día siguiente. Había decidido que no iría al colegio ese día. Luego vió hacia la ventana, que estaba siendo cubierta por la cortina que había puesto.

Movió la cortina, y soltó un grito del susto al ver a una persona en su ventana. Muy cerca. Sus ojos negros, grandes y profundos le hacían sentir que leía sus pensamientos, y con su cabellera negra y despeinada se parecía a Jeff The Killer.

Sí, Will por un momento había creído que era Jeff The Killer, pero rápidamente alejó esos pensamientos de su cabeza así como él mismo se alejó de la ventana. Observó con incredulidad como el desconocido abría la ventana lentamente, y extendía su mano con un papel color rojo.

Sí, su acosador le estaba entregando una nota cara a cara. Apenas agarró el papel, el chico salió huyendo del lugar, tan rápido que no alcanzó a reaccionar para detenerlo para poder tener una charla con él.

Nota:

“Lo siento, Will. Por hoy no te molestaré más.

Con mucho amor, M.”

Will suspiró y cerró la ventana con decepción. Esperaba algo más, pero fue lo único que llegó.

Tendría que esperar al día siguiente para ver si tenía algo más interesante que ofrecer.