Frío.
Todo a su alrededor estaba tan frío.
Y se sintió entumecido.
Vacío.
Traicionado.
¿Cuál fue el propósito de su vida? ¿Por qué fue creado sólo para sufrir? ¿Por qué fue traído a este mundo sin el más mínimo indicio de que estaba destinado a tal destino?
En toda su vida... durante toda ella... ni una sola vez Kairos (ahora Istaroth, al parecer) había tratado de decirle que no conseguiría el final feliz para siempre sobre el que Venti a menudo cantaba. Ella le contaría todos los secretos que se suponía que no debía saber. Intentaría alejarlo de Celestia y enseñarle a no centrar su atención en él, porque eso era algo muy, muy peligroso.
Ella le decía, en raras ocasiones, que lo amaba, que él era muy valioso para ella, sin revelarle nunca la verdadera naturaleza de su relación, sin decirle jamás el vínculo que tenían el uno con el otro.
Todo este tiempo, Venti tuvo una madre.
Y nunca lo supo hasta ahora.
Él nunca lo supo hasta que ella lo necesitó para cumplir con el deber para el cual lo creó.
La única razón por la que Istaroth le dijo que él era su creación, su hijo, fue porque necesitaba que él muriera para recuperar su poder y rebelarse contra Celestia.
Lógicamente debería hacerlo. ¿Bien?
Debería morir, dejar que Istaroth obtuviera su poder, vengarse en nombre de Dainsleif, de Kaeya, de todos los demás Khaenri'ahn, de toda la gente que sufrió a causa de Celestia.
Venti solía pensar que Istaroth estaba revelando todos esos secretos porque lo amaba tanto que no podía soportar la idea de que muriera, de que desapareciera de su mundo para siempre.
Venti solía pensar que todo lo que Istaroth hacía era protegerlo del mundo, protegerlo hasta que ella desapareciera. Entonces, ya no pudo ayudarlo y Venti sólo podía esperar que ella lo estuviera animando desde detrás del escenario, desde dondequiera que desapareciera.
Qué mentira más retorcida.
Venti usó lo que quería creer y creó su creencia a su alrededor.
Creó un reino de mentiras en una tierra que retorció para que pudiera coincidir con su propia versión de las cosas.
Y ahora todo este reino se derrumbó a su alrededor, sin nada más que un corazón roto, un alma entumecida y un caparazón vacío de persona.
La verdadera razón por la que Istaroth lo protegió, le contó todos esos secretos, no fue porque quisiera protegerlo. Más bien, fue porque quería preservarlo. Ayúdalo a sobrevivir en este mundo feo, mantente con vida hasta que llegue el momento de pagar la deuda que, sin saberlo, tenía con ella.
Y todo eso fue algo que se decidió por él.
Si estaba en esta situación en este momento no era por las decisiones de Venti a lo largo de su vida, porque no importaba lo que hiciera, ya fuera que estuviera vivo o muerto, inevitablemente encontraría el final que estaba escrito para él.
Fue etiquetado como chivo expiatorio incluso antes de ser creado.
¿Qué podría hacer frente a una verdad que no podía mirar con claridad, y mucho menos luchar?
Estaba desesperado.
No había forma de salvarlo, ¿verdad?
Tenía que hacer lo que Istaroth le dictara, y ni siquiera podía fingir porque ella sabría cuándo, eventualmente, el aumento de poder que le llegaría no llegaría.
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El viaje de un amigo perdido
FanficSer el marginado de los Siete nunca fue fácil. Tampoco estaba siendo juzgado por sus hábitos de bebida, o pensado por otros para dar todo por sentado, sin merecer su posición entre los Siete. Pero lo que ayudó fue que nunca pronunciaron esos pensami...