Adolescente

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Mañana comienza la escuela y si no voy seré expulsado.

Con esa idea en mente mire el techo de mi cuarto.

El tiempo como el hombre araña acabó y ahora he vuelto a ser Kazuma Parker, el adolescente de 16 años con problemas estúpidos de amor.

— Un tipo del montón... eh...

No hay nada resaltante cuando vuelvo a ser Kazuma. Ni siquiera mi vida escolar es tan iluminada como uno pensaría.

Ni cuando obtuve los poderes hace dos años, nada mejoro.

El día que fui picado por la araña, estuve en cama una semana.

Cuando regrese a clase no encaje de forma correcta y me vi envuelto en eventos extraños por no comprender mis poderes.

El tío y la tía me retiraron de la escuela y nos fuimos a la Capital, donde empecé una nueva vida.

Me esforcé por controlar estos poderes.

En ese tiempo pensé que debía tratar de hacer algo más que solo esconderlos.

¿Algo bueno?

No lo sé.

Era algo bueno para mí, supongo que con eso debía bastar.

Tenía fuerza sobrehumana y una gran inteligencia.

No quería ver a mis tíos sufriendo por cargar a un chico como yo. Ellos no eran mis padres pero siempre me trataron como un hijo, mientras que yo había causado varios problemas sin explicación.

Así que me aventure a conseguir algo para ellos.

Lastimosamente eso no funcionó bien.

Me vi envuelto en un robo y dañe a una persona importante para mí.

Por azares del maldito destino termine tomando la mano moribunda de mi tío y entre sollozos le prometí que cuidaría a la tía Wiz y a este nuevo hogar que me entrego.

Desde ahí fue que comenzó esta vida secreta.

La vida del hombre araña.

Con el dolor tocando mi pecho seguí por este camino sin mirar atrás.

No puedo decir que me fue mejor o que fui una gran revelación para la Capital. Tuve muchos tropiezos unos más grandes que otros, sin embargo, las cosas avanzaron sin problemas. El tiempo pasó y me acomode a mi doble vida.

La del hombre araña y la de Kazuma Parker.

A pesar de mis ausencias, Kazuma siguió su vida escolar y de alguna manera consiguió amigos.

Ir a la escuela se volvía más gratificante que antes.

La tía Wiz sonreía más.

Poco a poco el presente se estaba encargando de borrar los sucesos que marcaron mi pasado.

El hombre araña estaba cargando con más reconocimiento y el estudiante Parker se encontraba explotando al máximo su inteligencia.

Era una etapa maravillosa.

Realmente no sé qué tuve en la cabeza cuando decidí confesarme hacia una de las personas que me brindó su apoyo.

Una vez que las palabras salieron de mi boca no hubo marcha atrás y todo se fue abajo.

Para alguien que lleva una máscara cuando ayuda a otros dejar tan libre su corazón fue un momento horrible.

Desde ese día de inicios de verano no volví a la escuela. Tampoco hice mi patrulla como el hombre araña. Me olvide de todo y quedé encerrado en casa como un auténtico hikikomori.

...

Lo siento tío...

Realmente no fui la gran cosa.

Después de recordar el pasado tomo mucho tiempo para que volviera a dormir.

¡Una bendición para este sorprendente Spider-man!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora