Capítulo 20

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Íbamos bajando las escaleras para llegar al tercer piso.

— ¿Y puedo saber qué es eso tan importante que tenías que hacer como para salir así de la casa? – me detuve y recordé todo lo que había pasado. Lo miré y le sonreí levemente

— Ya lo sabrás en su momento – y seguí caminando.

Cuando íbamos a tomar el elevador Ren apareció.

— Ángel ¿Qué fue lo que te paso? Disculpa que no te haya visto, pero tuve que salir de la ciudad.

— Si, no te preocupes, solo tropecé y me caí de las escaleras.

— Eso no es... – no deje terminar de hablar a Wonwoo porque aprete su hombro para que se callara.

— Debes tener más cuidado ángel. Pero déjame ayudarte – y se acercó más a mí.

— No, yo puedo, gracias, además MinGyu y JiHoon me esperan abajo.

— Oh, de acuerdo ángel, te iré a visitar pronto, cuídate mucho – dijo Ren acercándose a mí y deposito un beso en mi frente que me hizo sonrojar ligeramente.

— Si Oppa, gracias.

★★★★

Me recosté en mi habitación con ayuda de SuMin, los chicos se fueron a comer y dijeron que regresarían rápido.

— Note quise preguntar, pero ¿qué paso el día del restaurante porque estabas débil? pero sea lo que haya ocurrido, de verdad, puedes confiar en mí, sabes que somos amigas ¿cierto?

— ¿Quieres saber qué fue lo que pasó? – le pregunte un poco triste.

— Solo si tú quieres, alguien me dijo que desahogarse con alguien ayuda a minimizar las penas.

— Bien – dije recargando mi cuerpo en la cabecera – Comprobemos tu teoría.

Le conté todo lo que había pasado en el restaurante y el por qué había ido a la oficina, por su lado SuMin tenía razón, necesitaba hablar con alguien sobre todo lo que me esta pasando.

— ¿Entonces te piensas ir?

— Si, pero no inmediatamente, primero terminare el colegio.

— Se me hace un poco difícil creer todas las cosas que te dijo tu papá.

— Si, lo sé, pero no me sorprendió del todo, en el fondo sabia que mi padre no me quería, al menos ya sé por qué.

— De verdad, lo siento – dijo abrazándome – de ahora en adelante, puedes apoyarte en mi todo lo que quieras, yo seré tu amiga, confidente y hermana.

— Gracias SuMin, eso sonó un poco cursi, pero fue muy tierno – sonreí.

★★★★

Los siguientes días pasaron tranquilos ya casi era hora de entra a clases, pero había decidido tomar el único examen para aprobar el bachillerato, así tendría tiempo de trabajar y ahorrar un poco de dinero; a pesar de que mi padre había accedido a pagar los gastos de la universidad, quería independizarme de él lo más que pudiera. Algunos días después que regrese a trabajar, hable con el mánager de Seventeen y le explique que solo trabajaría medio tiempo o que saldría más temprano para poder estudiar, al principio no le pareció la idea, pero se me ocurrió decirle que SuMin podría trabajar el tiempo que yo no estuviera, ella me había dicho que quería conseguir un trabajo, así que eso encajaría perfecto en mi plan y termino por aceptar.

Fuimos a una sesión fotográfica al aire libre, era un mañana fría, pero agradable, la locación era un prado muy hermoso. Mientras los chicos se tomaban las fotos, SuMin y MinHo se fueron a caminar un rato en lo que terminaba, y como dicen que tres son multitud, yo también me perdí en ese lindo lugar.

Estaba repasando una y otra vez la historia completa de Corea, ya que había vivido en Inglaterra no conocía los antecedentes de mi país. Estaba muy concentrada recordado los diversos imperios, la teoría, como ya lo había dicho antes no era mi fuerte.

— Si sigues concentrándote así, vas a quemar tu cerebro – salí de mi concentración y vi a Wonwoo recargado sobre el árbol que estaba frente a mí, se veía tan relajado, su cabello ligeramente alborotado y con esa sonrisa que tanto me gustaba.

— Ah, hola Wonwoo – dije sonriendo ligeramente. Se acerco a mí y se sentó a mi lado.

— Déjame ver – quito el libro de mis manos – ¿Historia? así que no eres muy buena con la teoría.

— ¿Cómo lo sabes?

— Mmmh, la vez que entraste corriendo a la oficina de tu papa y cambiaste tu boleta lo dijiste... La primera vez que te vi.

— Oh es cierto, ustedes estaban ahí – sonreí al recordar ese día – aún recuerdo la cara de mi padre cuando me descubrió, sacaba chispas por los ojos, si no hubiera tropezado con el zapato de quien sabe quién, hubiera podido salir librada – no podía dejar de sonreír.

— Si, de hecho, el zapato que te hizo tropezar fue el mío – lo mire sorprendida.

— ¿De verdad? – asintió, cerré mi puño y lo golpee en el brazo – Por tu culpa me castigaron – dije jugando – tu eres el responsable de ser la "asistente-mandadera de Seventeen" – conteste riendo.

— Pero eso fue bueno ¿no? – dijo guiñando un ojo.

— Bueno para ¿quién?

— Para ti, obviamente porque me conociste – esbozo una sonrisa.

— Pfff... Si claro lo que digas.

— No es cierto – me empujó con su hombro – fue bueno para mí, porque te conocí, aunque no se si fue mejor que nuestro beso.

Al escuchar eso me quede sin palabras, ¿eso es cierto? – Pensé, sentí mis mejillas enrojecerse y solo lo miraba fijamente, espera dijo "nuestro".

— Te deje sin palabras ¿cierto? – dijo con una gran sonrisa en su rostro, el regreso la mirada al frente – bien, creo que ya es hora de irnos – alboroto mi cabello y se levantó – ¿Vamos? – dijo estirando su mano para que la tomara, inconscientemente sonreí.

Estire mi mano, pero antes de sostener la suya, me levante rápidamente y lo empuje hacia atrás y salí corriendo hacia la locación.

— ¿Creíste que sería tan fácil? primero debes ganarme– le grité a mis espaldas.

PLAN B (WONWOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora