Capítulo 34

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— Estoy muerta – le dije a mi tío mientras me estiraba en la silla y sobaba un poco mi cuello.

— Ahora estudiamos demasiado, son casi las 11 de la noche – dijo mirando su reloj.

— Ay si, ya quiero llegar a casa y dormir siento que mi cabeza está echando humito hasta por las orejas.

— Pero estas avanzando mucho, si sigues aprendiendo así de rápido puedes alcanzar un promedio de 9 en el examen final.

— Eso espero, ya quiero salir de la "escuela" lo antes posible, estudiar tanto tiempo no es de Dios – troné un poco mis dedos.

— Si, al igual que reprobar todas tus materias no lo es.

— Ey, no fueron todas, fueron casi todas.

— Ja ja ja que graciosa... – volvió a mirar su reloj – bien solo iré por unos papeles a la oficina de tu papá y nos iremos, tú recoge todo esto – habló, señalando la mesa llena de papeles

— Sí mi general – hice una seña tipo militar y comencé a acomodar las cosas. 

Como mi tío no regresaba y ya había terminado de limpiar, decidí adelantarme al auto, pasaba la sala de ensayos cuando vi que la puerta estaba abierta; los chicos acababan de irse, lo supe porque podía escuchar su bulla en la salida desde donde estaba.

Iba a cerrar bien la puerta, cuando vi en el reflejo de los espejos a YoonHye, pensé dejarla encerrada ahí, de todos modos, la sacarían a la mañana siguiente, pero algo llamo mi atención sostenía algo brillante en sus manos que daba vueltas en el aire.

Mire con más detenimiento y lo vi... El dije de mama, ella lo tenía.

— Ese dije es mío – dije entrando de golpe.

— Ah, hola hermanita – hablo maliciosamente y mostrando el dije – ¿este?... No es cierto, yo me lo encontré así que ahora es mío.

— En primera no me digas hermanita, tú y yo somos nada – me estremecí al pensar en la remota posibilidad de que eso fuera real – y segundo, ese dije lo encontraste en mis cosas, ¿acaso no te enseñaron a respetar lo que no es tuyo?

— En realidad... No creo que mi mamá olvido ese minúsculo detalle.

— Dámelo – me estire para poder alcanzarlo, pero ella lo escondió – que me lo des – hice un segundo intento, suspiré molesta – ¿Quiero saber qué rayos te hice para que me trates de esa manera? Si mal no recuerdo la que empezó a molestar fueron tú y tu madre. 

— Con mi madre no te metas, ¿quieres que te diga que sucede?

— Por favor eso ayudaría mucho – dije cruzándome de brazos.

— Bien te contaré, es una triste historia – comenzó a "sollozar".

— No me digas – voltee los ojos.

— Después de que mi padre falleciera trágicamente tan joven, mi mamá se volvió a casar, pero por azares del destino el señor murió tiempo después.

— ¿Azares? Las cosas no pasan dos veces del mismo modo.

— No te atrevas a difamar a mi santa madre... En fin, después conoció a tu papá y se enamoró a primera vista de él y él de ella.

— ¿Se enamoró de él o de su dinero? – dije levantando mi ceja.

— ¿Me dejas terminar? – suspiro exasperada – Todo iba bien y los planes de la boda iban fenomenales; pero tenías que aparecer tú, no pudiste quedarte en Londres, no, tenías que venir a arruinarlo todo.

PLAN B (WONWOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora