𝑾𝒊𝒍𝒅 𝑴𝒂𝒈𝒊𝒄 - Hunter x female OC

c.a.t.s

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"Oh, Titán, ¿dónde estás?"
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El pequeño pincel con pintura se deslizaba de abajo hacia arriba, la pelirroja pudo sentir pequeñas cosquillas en los dedos de sus pies por ello. El pulso de la de cabello verde era preciso, y aunque de vez en cuando, pintaba por accidente la piel de la chica, lo corregía de inmediato con un pequeño pañuelo húmedo.

– Eve, quédate quieta – le expresó con un poco de molestia Emira. Ya era la tercera vez que le pedía quietud a la chica, quien trataba de hacer su mayor esfuerzo por soportar los cosquilleos en sus pies.

– Lo siento – soltó una leve risa – ¿Ya casi terminas? – le preguntó dejando a un lado la revista que estaba viendo para enfocar toda su atención en los movimientos de su amiga.

– Si... – la peliverde cerró el pequeño frasco con pintura y sopló suavemente el esmalte aun húmedo – deja que se te sequen – se levantó para recostar su cabeza en el cojín del sofá de su habitación.

La pelirroja observó alegre sus uñas rojas, se cruzó de piernas teniendo precaución de no mover la pintura fresca. Mordió su labio interno por la ansiedad, su amiga la miró curiosa, sabia que había algo que la chica no se animaba a decir, por lo que decidió hablar primero.

– Vamos – exclamó la peliverde, la pelirroja la miró confundida, fingiendo una risa – Eve, te conozco – la miró con ternura – se qué hay algo que quieres decirme –

La muchacha suspiró antes de abrir la boca – Bueno... hoy tu me dijiste algo sobre Edric – su amiga asintió afirmando lo que la chica estaba diciendo – l-lo ¿lo estabas diciendo en serio? – preguntó atenta a la respuesta de su amiga.

Emira soltó una carcajada – Juro que eres la mejor bruja que conozco – la pelirroja ladeó su cabeza con una media sonrisa, intentado descifrar la conducta de su amiga – Eve..¡Claro que si! – exclamó ella.

– Pe-pero, ¿gustar de gustar o es más cómo una atracción pasajera? – indagó más en el asunto.

La peliverde pegó sus hombros con los de su amiga, acercándose – es el tipo de gustar que hace que actúe como un completo parlanchín cuando esta contigo, aun más de lo que es – ambas sonrieron con gracia.

Eve miró sus manos, y sintió una leve angustia – Eso es... – buscó las palabras en su cabeza – quiero decir, y-yo realmente no tenia idea – se sentía un poco tonta por no haberse percatado de eso antes.
Sus ojos conectaron con la mirada de Emira, quien la miraba con dulzura apoyando una mano en su hombro.

– Y no tenias por qué, es decir, claro que para todos podía ser un poco obvio pero... – la pelirroja río un poco – parece que tu atención no está en el– la de ojos bicolor observó con confusión a su amiga – oh vamos, me di cuenta de la forma en la que mirabas al Guardia Dorado –

Sintió sus mejillas arder, carraspeó su garganta con nervios, realmente no esperaba que la conversación tomara ese rumbo – ¿qué..? – fingió una risilla – cla-claro que no, no es lo que crees – evitó mirarla a los ojos.

– No puedes engañarme, Clawthorne – declaró regañando a la chica – te encanta, y lo sabes – le regaló una mirada pícara.

– Y-yo, quiero decir... – suspiró rindiéndose ante la mirada de su amiga luego de unos segundos tartamudeando – ¿un poco? – entrecerró sus ojos un tanto avergonzada. No había hablado de lo que sentía con nadie, hasta este momento.

– ¡Lo sabia! – gritó entusiasmada la peliverde – ¿hace cuánto? – le preguntó recostándose boca abajo y colocando su barbilla sobre sus manos observándola con una sonrisa mientras movía sus pies de un lado a otro.