Nos necesitamos

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Nota: continuación de Escándalo.

¿Cómo qué estas en casa de Jeon, Maia? ―preguntó enojado mi hermano.

Jimin me llamo... ―interrumpió antes de que pudiera explicar la razón.

No me importa que Jimin o Dios te hayan llamado ―suspiró fuerte ―, ustedes terminaron hace más de tres meses así que no hay ninguna razón para que estés ahí y no aquí preparándote.

Mi hermano tenía razón y basado en hechos yo no tendría que estar aquí. Hacía exactamente tres meses y dos semanas que Jeon Jungkook y yo habíamos terminado nuestra relación de tres años. Todo por las mentiras y secretos que habían comenzar a aflorar en Jungkook luego de su última gira junto a su grupo BTS.

Pero yo no había podido ignorar el llamado preocupado de Jimin por su mejor amigo. Según él Jungkook llevaba una semana desaparecido, sin responder llamadas e incluso había cambiado el código de acceso de la puerta del departamento donde estaba mayormente. Así que por esas razones él había terminado recurriendo a mi, también porque justo hoy se encontraba de visita en su provincia natal.

¿Jae puedes escuchar mis razones por favor? ―pregunté bajo obteniendo después de unos segundos una afirmación de su parte ―. Jimin me llamó porque llevan semanas sin saber de él, también porque había cambiado el código de la puerta y por esa razón no podían saber si estaba en casa o si se encontraba bien.

¿Y tú si ibas a saberlo? ―dijo lo obvio para él.

No lo creí pero sí, después de varios intentos logré dar con el código y cuando entré al apartamento encontré a Jeon con una alta fiebre tirado al lado de uno de los sofás ―suspiré ―. No podía irme y dejarlo así.

No claro que no ―ironizó ―, mi buena hermana no podía hacer eso con el controlador, celoso y mentiroso de su ex.

Jae no seas duro ―pedí sin fuerzas para discutir ―. Solo terminaré de hacerle algo para que coma, me aseguraré de que la fiebre baje y luego me iré.

Eso espero Maia ―susurró con voz firme ―. Aún queda mucho por preparar.

No te preocupes, estaré allí antes de que me extrañes.

Bien, cuídate y puedes llamarme si necesitas algo ―se despidió antes de colgar.

Entendía la molestia de mi hermano, pero realmente no había podido irme y solo llamar a Jimin cuando lo vi en el suelo todo sudado debido a la fiebre. Tuve que quedarme o mi cabeza se hubiera encargado de atormentarme durante la eternidad con la culpa de no haber hecho nada.

Ya lo había llevado hasta la habitación, allí me esforcé por bajarle la fiebre con compresas frías y había resultado en su mayoría aunque aún le quedaba un poco de temperatura. Ahora me encontraba en la cocina haciéndole un poco de comida luego de haber hecho una pequeña compra en la tienda de conveniencia que se encontraba a unas cuadras y también estaba fregando toda la loza sucia, ya que la casa parecía un basurero de lo descuidada que se encontraba.

No sabía cuanto tiempo llevaba Jungkook en esas condiciones o que le pasaba por la cabeza para tener todo tan descuidado y sucio, el apartamento parecía que no se limpiaba hacía semanas y la loza en la cocina también lucía de ese tiempo. Realmente había sido una ardua tarea pero ya para cuando la comida estuvo lista había conseguido limpiar y ordenar todo.

Cuando pensaba servirle un poco de lo que había preparado para que comiera recibí una llamada, y aún sin saber de quien se trataba respondí por el auricular que estaba en mi oído desde que había hablado con mi hermano.

"Small Bites" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora