"Cálida Navidad"

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"Actualidad"

Una multitud enardecida, ignorante del sentir ajeno, envuelta en su propia burbuja. Esa era la multitud que predominaba en estos tiempos.

A donde quiera que fuera solo veía a las personas interesadas en sus propios asuntos. Nadie se preocupaba por nadie más que no fueran ellos mismos, no digo que este cien por ciento mal pero me parece desnaturalizado que ya no prestemos atención a los demás.

En medio de esa multitud de ignorancia ajena se encontraba él, hecho un ovillo y sumergido en su pesar. Desde la distancia podía observar su cuerpo temblar, no sabía a causa de qué, podría ser por el frío que hacía esa noche pero sus ojos llenos de lágrimas gritaban que era por algo más que los 5 grados de temperatura. Los conocidos a su alrededor parecían ignorar el hecho de cómo se encontraba, no podía culparlos ya que parecían disfrutar más de las bebidas en sus manos que de sus mismos acompañantes.

Sin ser de su incumbencia se acercó con tranquilidad y llevo sus manos cubierta por los guantes contra el frío a su castaña cabellera, llamando así su atención y desvirtuándolo del mal rato por el cual se encontraba pasando. Cuando sus lagunas color café e inundados de lágrimas se encontraron con los peculiares ojos que lo observaban desde la altura con una sonrisa fue inevitable para él seguir temblando.

Esta vez su cuerpo se había paralizado pero no producto a sus miedos, sino por la calidez que le trasmitió esa desconocida mirada, que a pesar de ser una desconocida parecía decirle que no había a que temer y que todo estaría bien. Su cuerpo pareció entender y poco a poco fue dejando de temblar, el aire empezó a entrar suavemente a su sistema respiratorio haciendo así que se calmara con más facilidad.

—¿No te apetece salir de aquí? —preguntó ella con una sonrisa.

—¿Perdón? —la observo con su rostro confundido.

—Venga —lo ánimo tendiéndole su mano para que se levantara de su posición —. Sígueme.

Por un impulso decidió seguirla, incluso sin conocerse se aventuró a irse con ella, todo podía ser mejor que estar rodeado de personas a las cuales no les importaba su sentir, ni siquiera habían notado que él había dejado de respirar minutos atrás. Ella le dedico una sonrisa genuina que hizo que sus ojos brillaran con una emoción desconocida.

—¿Te apetece hacer algo en concreto? —indago ella pensativa.

—¿Tú nombre? —susurró él mientras la observaba embobado.

—Kang Ga Young, ¿el tuyo?

—Kim Taehyung, encantado.

—¿Algo en concreto? —volvió a preguntar.

—No —susurró apenado —, no me gustan estas fechas.

—Igual —sonrió ella —. Pero aun así deberíamos hacer algo, déjamelo a mi.

En la cabeza de Ga Young ya se estaba formando un plan para hacer de esa navidad algo bonito para ambos, no sabía lo que hacía para él una mala fecha pero definitivamente para ella era un cúmulo de muchas desgracias a través de los años.

Luego de unos minutos caminando por las frías calles decoradas con el espíritu navideño que a estos seres les faltaba Ga Young encontró un café que no parecía estar abarrotado como el resto, así que aun tomando la mano de Taehyung los guío a ambos hasta el interior del local.

—Aquí parece que estaremos más cómodos —comentó mientras se sentaban en una mesa cerca del gran ventanal que daba a la calle.

—Es más cálido aquí —suspiró Tae mientras observaba a su alrededor.

"Small Bites" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora