Llevaba alrededor de una semana recibiendo estos mensajes de un número desconocido. No eran mensajes con un contexto en concreto, más bien parecía que alguien necesitaba dejar sus ideas divagar sin mucha importancia y yo solo me estaba concentrando en leer, hasta este día, que me había armado de coraje para responder por primera vez.
Hoy visite a mis padres.
Mi mamá piensa que no como en todo el año.
Aunque preparó un guisado muy rico.
Todas las madres son iguales.
La mía envía comidas para todo el año.
Así transcurrieron mis días, conversando con esta persona desconocida muchas veces sobre temas random, y otras veces servía como un escape para desahogarnos sobre nuestras vidas. Esa madrugada lo que recibí no fue un mensaje, esta vez mi teléfono vibró por una llamada del mismo número. Intrigado en medio de mi desvelo decidí contestar, escuchando así por primera vez su voz, me sorprendió que fuera una chica pero el tono de su voz se oía angustiado por lo que pensé que había hecho bien en responder.
—Hoy presencie el último suspiro de un cachorro —escucho un suspiro ahogado al otro lado de la línea —. No pude hacer nada.
—No sabría como reaccionar en esa situación si a mi perrito le pasara algo así —simpaticé apenado por su relato.
—Es la sensación más horrible que sentí en mucho tiempo... —ahogó otro suspiro.
Así transcurrieron nuestras noches de ese día en adelante, siendo un apoyo mutuo a pesar de ser dos desconocidos. Me vi a mi mismo emocionado cada noche por recibir sus llamadas, deseando el sonido de su voz, gustándome a tal punto en el que me sentía extraño cuando no la tenía.
—Algún tiempo después—
Tomé a Yeontan con una de mis manos y lo puse con cuidado sobre mis piernas, intentando ser lo más delicado posible para evitar que siguiera lastimando su pata. Con mi otra mano libre tomé mi teléfono de encima de la pequeña mesa que tenía en mi salón para así llamar a mi amigo Félix y pedirle ayuda buscando un veterinario que pudiera curar a mi perrito.
—¿Félix? —pregunté cuando sentí que contestaron mi llamada —. ¿Hyung eres tu?
—Lo siento soy Lia, Félix salió a hacer la compra y dejó su teléfono —oí una voz que me pareció algo conocida del otro lado de la línea —. ¿Necesita algo?
—Yo, bueno yo... ahmm —enseguida me puse tímido, no era bueno hablando con desconocidos —. Mi perrito se lastimó, hyung dijo que conoce un veterinario...
—Tráelo de inmediato, debe ser algo urgente cuando suenas tan angustiado —me interrumpió la chica cuando trataba de explicarme.
—¿Traerlo? —repetí confundido.
—Sí, tráelo aquí, puedo atenderlo —repitió segura —. No demores —dijo para después colgar y dejarme aun confundido.
Miré a Yeontan sobre mis piernas y se veía igual de confundido que yo. No sabía quien era la chica que había respondido el teléfono de mi amigo incluso después de haber escuchado su nombre, pero se había escuchado segura cuando dijo que podía atenderlo así que decidí no cuestionar nada más e ir a casa de hyung.
Me levanté del suelo con mi perrito aun en mis brazos siendo sostenido con cuidado y busqué con mi vista su transportador, lo vi a lo lejos así que fui hacia allí y lo entré en este con calma para no lastimarlo. Una vez después de cerrar la puerta del transportador busque las llaves de mi auto y con Yeontan me dirigí hacia la puerta para calzarme mis zapatos y partir a casa de Félix.
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"Small Bites" BTS
FanficHistorias de pocos capítulos. Géneros variados. Disfruten»😚 »Portada cortesía de la bella Noemy_w1927 »Actualizaciones esporádicas💙 »Historia completamente mía. »No copiar ni adaptar. »Start: 29.03.2023