°•·Ink, Pain and Love·•°

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Nota: Fragmento de historia un poco incoherente, pero sólo era algo que necesitaba salir desesperadamente a la luz.


»Taehyung y yo nos conocimos en el momento justo. En el instante de la vida en el que ambos necesitábamos a alguien que nos entendiera y pudiera aguantar todo lo que conllevaba nuestra oscuridad.

Conocernos había sido nuestra salvación en aquel momento, pero también había sido el inicio de la tortura más grande que cargaríamos ambos por la dependencia que logramos crear.

Al principio todo había sido más fácil, sólo nos dedicábamos a desahogarnos mutuamente, y sostener el desastre que éramos como personas.

Hasta que un día los sentimientos comenzaron a mezclarse, y todo se fue a pique. Sabíamos que una vez rebasaramos la línea de la amistad no habría vuelta atrás, pero aún así hicimos caso omiso a todas las señales de humo que nuestras propias conciencias nos ponían en frente.

El nivel de dependencia creció, haciéndonos mayor daño con el pasar del tiempo. Ambos éramos un desastre, eso lo teníamos claro, como también estaba claro que de relación no funcionábamos por lo que nunca nos esforzamos por serlo.

Incluso cuando muchas de nuestras actitudes eran vistas como las de una pareja preferimos engañarnos o justificarlo como cariño de hermanos. Preferimos mil veces antes justificar nuestro cariño con la hermandad de los años.

Nuestra tóxica relación se basaba en estar un tiempo juntos, aparecer en el peor de nuestros momentos, cuando más nos necesitábamos, sin siquiera planearlo y escucharnos, apoyarnos e incluso regañarnos si la situación lo ameritaba. Luego de eso desaparecíamos de la vida del otro sin dar rastro por muchísimo tiempo.

Logrando hacer una vida, casi que olvidándonos de la existencia del otro, hasta el momento en que nuevamente uno debía tirar de la cuerda invisible y arrastrar a su lamento a esa otra mitad, que incluso sin ser familia te amaba y daba la vida por mejorar tú miseria más de lo que creías merecer.

Así era siempre, podíamos desaparecer años, estar tranquilos y avanzar, pero siempre sabíamos que uno de los dos iba a volverse a buscar.

Era demasiado tóxico y lo sabíamos, pero simplemente no lo podíamos evitar porque a pesar de todo nuestras vidas estarían ligadas siempre sin saberlo explicar. Nos habíamos encontrado para nunca podernos soltar. En el peor de los momentos nuestras cuerdas se habían comenzado a enredar.

Así había sido durante los últimos siete años, por más que pensáramos que lo teníamos superado siempre llegaba el otro a demostrarnos cuán equivocados estábamos. Y no sabía si está sería la excepción«

Hana‹

Mason y yo nos encontrábamos frente al estudio de tatuajes donde había sacado su cita. Hoy no tenía deseos de nada pero ya había prometido acompañarlo.

Había dicho que el lugar era muy recomendado y que tenía a los mejores tatuadores de todo el país. La realidad era que no me podía importar menos, justo en estos días no había deseado nada más que encerrarme en mi apartamento y olvidarme del tortuoso mundo exterior.

Pero no, ahí estaba siempre Mason obligándome con sus chantajes baratos a seguirlo en sus locuras. Y en parte me dejaba arrastrar porque después del tiempo era quien se había mantenido sinceramente a mi lado, intentando sobrellevar todo lo descompuesta que me encontraba en esta vida.

"Small Bites" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora