›Detrás del Sol‹ 1ra

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Dedicada a mi cielito dreamgirlx7

Nota: Esta historia tendrá saltos de tiempo, ya que esta pensanda como una historia corta, y tiene mucho tiempo que abarcar.

Pasé toda la noche en vela, no pudiendo controlar mis lágrimas. Apenas fueran las ocho de la mañana Hoseok debía partir a su alistamiento militar por dos años, dos años sin vernos más de algunas pocas veces.

Todo estaba siendo demasiado difícil para ambos, el soltarnos no era sencillo después de estar tan acostumbrados el uno al otro. No había nada que hiciéramos solos, y era triste tener que empezar a hacerlo.

Me preocupaba su salud, quien lo cuidaría cuando enfermara. Quien le recordaría que no podía saltarse sus comidas. Quien le recordaría que era el hombre más especial del mundo.

Sabía que para Hoseok también era difícil dejarme, le daba dolor que tuviera que quedarme sola en nuestro hogar. Y le era más difícil no poder prometerme que estaríamos en contacto seguido, ya que eso no dependía de él.

Traté de mostrarme fuerte frente a él, para que no se fuera preocupado. No quería que me viera llorar por su partida, así que debía reprimir mis lágrimas al menos hasta que se marchara.

Me dispuse a preparar lo que sería su último desayuno en casa durante un tiempo. Quería que descansará un poco más antes de partir, así que realice todo en extremo silencio.

Cuando ya tenía su desayuno favorito listo me dirigí hasta nuestra habitación para despertarlo. Lo ví allí, aún acurrucado entre nuestras mantas, tan tierno y tan tranquilo que me dolió perturbar su paz.

—Hobi, debes despertar ya —susurré cerca de su oído.

—¿Qué hora es? —murmuró con su voz ronca.

—Son las sies y media, debes desayunar y prepararte.

—Cariño... —susurró triste — no quiero dejarte.

—Debemos ser fuertes, Hobi —acaricié su cabello —. Todo pasará rápido.

—Debes prometerme que te cuidarás.

—Claro que sí —sonreí —. Tú debes prometer lo mismo.

—Yo estaré bien, pero me preocupa dejarte sola —tomó asiento en la cama atrayendome a sus brazos.

—Vendrás algunas veces, así que estaré contando los días para no sentirme sola.

—Lo siento cariño, en serio no quiero dejarte —me aferró más a su cuerpo.

—Mejor bajemos a desayunar o se te hará tarde.

—Antes dame un beso —pidió con una sonrisa —. Tengo que aprovechar lo que me queda.

—Bobito... —sonreí para besarlo.

Luego de unos besos cariñosos bajamos juntos a la cocina donde nos esperaba nuestro desayuno. Hoseok se emocionó por todo lo preparado, al punto que derramamos algunas lágrimas juntos.

Era duro saber que sería el último desayuno en algún tiempo, pero preferimos disfrutarlo con unas sonrisas, y muchos chistes bobos por parte de él, quien a pesar de estarlo pasando igual de mal intentaba animarme a toda costa.

Cuando el desayuno pasó y Hoseok se arreglo tomando las pertenencia que se llevaría, había pasado el tiempo restante, y ya debía partir. Nuestros amigos habían llegado justo a tiempo para despedirlo, y también lo había hecho el transporte que lo llevaría al lugar.

—Hermano debes cuidarte mucho, no nos hagas preocupar —le dijo Nam.

—No se preocupen que estaré bien —les aseguró —. Además, ya Jin se encuentra esperando por mi.

"Small Bites" BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora