ELLA

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En algún lugar hace mucho tiempo...

-Pulvis es et in pulverem reverteris...

Fueron las palabras que pronunció aquel ser después de hacer el ritual que había realizado para crear a un ser que según sus planes le ayudaría mucho a escalar peldaños ante los ojos del señor de los infiernos, por fin todo el tiempo investigando sobre los orígenes de uno de los secretos más grandes que había en el inframundo lo tenía frente a él, una mujer hecha de barro, hermosa, y curvilínea, el ser que había llevado a la expulsión del paraíso y nunca entendió las razones hasta que la tuvo en frente, y una sonrisa ladina de su parte dió a entender que lo comprendía todo..

- Tú- dijo el demonio que se encontraba frente a ella - Serás quien me ayude a conseguir lo que estoy buscando.

El demonio no dijo más y se retiró dejando a la mujer en ese lugar, al salir, le dijo a otro demonio de menor rango que la cuidara bien y le enseñara todo lo que tenía que saber, que cuando llegara el día el regresaría y todo comenzaría, el otro demonio tomó una forma humana de otra mujer con una extraña cicatriz en la cara...

Tiempo después....

Ya habían pasado algunos años desde que aquellas mujeres habían llegado a una aldea y fueron bien recibidas, la mujer de la cicatriz había contado que habían sido asaltadas y que les habían quitado todo, que a su hermana la habían golpeado, había perdido la memoria y que no recordaba nada y a ella le habían hecho esa herida en el rostro por defenderla, las personas en aquel lugar le creyeron y de así que comenzó todo.

El demonio siguiendo las instrucciones de su señor comenzó desde cero con ella, le enseño a hablar, a escribir y muchísimas cosas, después de todo era un demonio y había vivido entre el mundo terrenal y el inframundo durante muchísimo tiempo, pocas cosas él no había visto, la razón era muy sencilla, al ser un ser demonio de muy bajo rango siempre pasó desapercibido por todos, lo que le permitió estar en machísmos lugares sin llamar la atención, fue así que poco a poco se acostumbró a esa mujer, y en cierta forma se encariño con ella si se le puede decir de esa forma...

Un día el demonio se encontraba sentado a la orilla del rio, observando de lejos a una pareja de aldeanos que se encontraban retozando cerca de ahí, sin percatarse de que alguien los observaba, el demonio pudo sentir que alguien se acercaba y sabía que era ella, la mujer se acercó con cuidado y curiosidad para saber que era lo que estaba viendo, cuando se sentó junto a él y logró observar lo mismo, las preguntas comenzaron.

- Dime Astarté ¿qué se siente amar a alguien?-

El demonio se imaginó muchas cosas pero no esperó esa pregunta, dentro de su mente supo que algo ahí no iba a estar bien, desde el principio le dijo a su jefe que el ser que había creado tendría ciertos detalles, después de todo había una razón por la que a los demonios no se les permitía dar vida, ver nacer un ser sin alma, y sin corazón debería tener consecuencias en algún momento, y el presentía que eso pasaría, él salió de su trance cuando ella volvió a preguntar que si sabía que se sentía.

- No lo sé pequeña, realmente no sé si en algún momento he llegado a sentir eso o no, pero ¿Por qué lo preguntas?... ¿Acaso mi pequeña hermana ya tiene ganas de enamorarse? -

Y algo dentro del demonio se removió al saber que ese ser que tenía frente a él carecía de toda capacidad para hacerlo y el demonio ensombreció su mirada al recordar el motivo real por el que ella había sido creada.

Regresaron a casa y ella se fue a dormir mientras el demonio salió de la casa y comenzó a sentir esa presencia que durante años había estado ausente, y comprendió que había llegado el momento de que el plan de su jefe comenzará....

LAS 7 GEMAS DEL DESTINO    La SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora