Cuatro

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Hyunjin solo tenía una cosa en su cabeza. Besar a su crush en ese momento sin importar qué.

Con esa idea descabellada presente en el pelinegro y un subidón de adrenalina nacido de un ataque de impulsividad, Hyunjin se inclinó sobre la mesa del pupitre, agachándose hasta quedar a la altura de Seungmin. Miró al menor, por meses, un corto momento a los ojos para llenarse de valentía y casi lloraba de lo hermoso que era.

Los ojos de Seungmin tenían el universo entero en ellos. Millones de estrellas, miles de constelaciones y nebulosas enteras brillaban solo para él. Suspiró encantado sin poder evitarlo, y sin darle oportunidad de reaccionar al castaño, cerró los ojos y juntó sus labios esponjosos con los cálidos de su crush.

Seungmin tenía los ojos de par en par por el atrevimiento. No lo podía creer. Ni en mil años o en sus sueños más delirantes se imaginaría que el torpe y reservado Hwang Hyunjin, se le acercaría tanto, y mucho menos se le acercaría tanto hasta besarlo.

¿Jeongin? Jeongin solo se encogió de hombros y siguió con su misión. Después le jalaría las orejas a Hyunjin por grosero, pero por el momento tenía cosas más importantes que hacer.

Por otro lado, la intención de Hyunjin era nada más darle un beso chiquito, pequeño, efímero, fugaz a su crush para quitarse las ganas y ya. Lo suficiente para pasarle el secreto y después morir feliz. No más de tres segundos. El plan era sencillo, fácil.

Pero no contaba con que Seungmin iba a mover sus labios, buscando más contacto. El tiempo se detuvo para él, su crush lo estaba besando y era mejor de lo que alguna vez hubiera imaginado. Labios cálidos y dulces del menor, más que a esa distancia podía sentir un leve olor a vainilla que solo podía provenir de Seungmin. No podía saber si era un perfume o quizás por algo que comió antes con vainilla y el olor quedó impregnado en su piel, o si simplemente ese era el dulce humor del Kim Seungmin. Hyunjin amaba los dulces y la vainilla.

La cordura de Hyunjin estaba en Júpiter y no pensaba volver, dejando a sus neuronas, las pocas que le quedan, sin uso.

Apretó más el rostro entre sus manos, acercándose más a él, sintiendo su propio rostro caliente por el simple hecho de que el contrario le correspondió el beso, existiendo con un tenue olor de su aroma favorito en la tierra. Debía estar soñando. ¿Cómo podía ser que la simple existencia de Seungmin fuera tan perfecta?

Sin darse cuenta, Hyunjin comenzó a divagar, ya se estaba hasta imaginando hasta una vida junto a Seungmin, bueno casi. Solo podía pensar en lo perfecto que era el chico de brackets. Pero en eso, también pensó más de lo que debía, según su plan, y más de lo que quisiera haber pensado en toda su corta vida, según su dignidad. No solo repitió la primicia, comentario, secreto que nada más su grupo debía saber, claro que no, eso desearía él, sino que también se le escapó uno de los miles de pensamientos que tenía sobre el chico con sonrisa brillante y apariencia de cachorro.

«Seungminie me gusta mucho... mucho, mucho, mucho. Demasiado. Demasiado mucho. Mucho demasiado.» Pensó el pelinegro, repitiendo infinitamente cuánto le gustaba.

Seungmin conmocionado, perdió el juicio, y actuando de forma inconsciente e instintiva, correspondió. «Creo que Hyunjin aún me gusta... pero solo un poquito... bueno, tal vez más que poquito... ¿En serio te gusto?»

Pero nada es para siempre, pues, antes de que Hyunjin contestara, ambos escucharon un carraspeo. Se separaron al instante, recordando que no estaban solos, casi jadeando por aire que no creyeron necesitar hasta ese momento, muy sonrojados.

—¿Pero si le dijiste todo? —se burló Felix, haciendo alusión al tiempo que estuvieron besándose.

En ese momento, Hyunjin se dio cuenta de que ellos eran los únicos que seguían conectados. Esperaban por ellos para continuar.

«¿Tan rápido terminaron los voceros?» Se preguntó Seungmin mirando a Felix para después sacarle la lengua infantilmente. Ignorando el calor en toda su cara, concentrando en sus orejas, además de sus manos y piernas temblorosas, y su corazón, con aparente taquicardia, resonando en sus oídos. Quería taparse la cara, pero no quería que se notaba su nerviosismo extremo.

«Por favor trágame tierra y déjame en mi cuarto.» Pidió Hyunjin mentalmente, sonrojado a morir, incorporándose y sentándose nuevamente en el pupitre de Seungmin, mirando sus manos —que ahora descansaban sobre su regazo— tiritar y cosquillear, como si fueran lo más interesante en el mundo, sin embargo, tenía una pequeña sonrisa, incapaz de quitarla aun cuando Felix lo miraba con una ceja alzada.

«Lo hice. Besé a mi crush. Ahora puedo morir en paz.»

Aunque su sonrisa murió, comprendiendo que se acababa de declarar, naciendo un pequeño puchero.

«¡Pero Seungmin me correspondió! ¿O enloquecí? Esto no era parte de mi plan. Pero... ¡Él!, ¿por qué...? Esto es mucho para mí... ¡Pero él dijo que también le gustaba! ¿Me preguntó si le gustaba?» Ese pensamiento le hizo abrir los ojos, asombrado. La sonrisa volvió. «¿Sí me escuchó? ¿O será otro Hyunjin? ¿Él me escuchó y yo lo escuché realmente? ¿Qué acaba de pasar? Lo imaginé, sí, sí.» Cambió la mueca, otra vez, a una triste.

Todos estos cambios drásticos de expresión fueron detallados por Seungmin, quien lo miraba con ojos brillantes y rostro caliente. Estaba muy confundido, pero también estaba extrañamente contento, encantado y risueño. Rememoró cuando le gusto Hyunjin, alrededor de un año atrás —y era consciente de que Hyunjin no sentía nada por él—, era un chico con personalidad peculiar, y una manera de ver las cosas diferente a lo común, valiente en defender sus principios y creencias, aunque era tímido por naturaleza. Lindo tanto por dentro como por fuera, pero todos solo ven su belleza exterior, y una personalidad rara.

Seungmin suspiró, ahora tenía una relación de tres meses con alguien mayor que él. Chan era muy atractivo, todos lo podían ver, pero él eligió a Seungmin, quien aceptó por algo de presión social. No podía decirle que no, cuando este lo miraba con ojos brillantes frente de todos después de declararse.

La confianza de Christopher era atractiva, pero la timidez de Hyunjin no dejó de gustarle.

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¿Por qué mencionas a Christopher cuando estamos hablando de Hyunjin, Seungmin? T-T Me dueles

Gracias por leer~

~OurTheStars~

kisses & imperfections  [h.hj & k.sm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora