Siete

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—Hyunjin solo se resbaló y casi se cae —dijo la única chica presente—, pero Chan lo sostuvo y ya, nada más —explicó rápidamente, queriendo terminar el tema.

Seunghee sintió como el ambiente se volvió pesado de golpe y quería evitar, más que nada, quedar en medio de una pelea de chicos hormonales incapaces de pensar antes de actuar.

—Si lo dices así le quitas la gracia —dijo Woojin torciendo la boca, importándole poco las miradas cero amigables de sus compañeros.

Fue entonces cuando, Jeongin llegó trotando hacia ellos, terminando por cortar la atmósfera tensa.

—¿Nos vamos, o tienen que hacer otra cosa? —dijo entrecortado el rubio, intentando regular su respiración. Inclinó su cuerpo hacia delante y apoyó sus manos en sus rodillas, inhalando y exhalando ruidosamente.

—Nah, vámonos —dijo Woojin, incorporándose y saliendo por la puerta—. Adiós Seunghee, Seungmin —se despidió sin ver atrás ni detener el paso—. Tengan cuidado.

Felix rodó los ojos, pero sonrió.

—Nos vemos luego, chicos, se me portan bien. —dijo Felix con una sonrisa enorme, siguiendo a Woojin, para después rodearlo y taclear a un chico más bajo que el mismo Felix, que ya estaba corriendo hacia él. Se abrazaron con fuerza, en medio de la calle, con todos de espectadores, hasta que Woojin se quejó cuando les pasó por un lado, separándolos, entonces Felix se separó de su novio y lo tomó de la mano para seguir al malhumorado del castaño.

Jeongin, apenas repuesto de tanto correr por un día —él sentía que había corrido lo equivalente a quince años de ejercicio continuo—, levantó la cabeza y vio como los tres chicos iban lejos, sin esperarlo.

—¡Espérenme, idiotas! —les gritó, estos voltearon y rieron un poco al ver lo lindo que era Jeongin todo rojo por el esfuerzo, seguro les pegaría, pero seguía siendo muy tierno—. Chao, hablamos después —les dijo a las únicas dos personas cerca de él, y comenzó a caminar hacia los idiotas de sus amigos que no sabían esperar.

Seunghee y Seungmin se miraron unos segundos, antes de encogerse de hombros al mismo tiempo y reír a razón de eso.

—¡Oh! —exclamó Seunghee al darse cuenta de que alguien estaba detrás de ellos, llegando sin hacerse notar, y estaba sonriéndoles. Su exclamación hizo que el castaño también volteara, dando un saltito, sorprendido por el grito de la chica—. Christopher, hola otra vez —la chica hizo un gesto con la mano como saludo y le correspondió la sonrisa, sonrojada—. Y adiós. Me tengo que ir —dijo tropezando con sus propias palabras, y escapó de la brillante mirada del mayor.

A Chan le dio tanta ternura la actitud de la chica, que solo atinó a reírse.

—¡No te rías! —le pidió el castaño sonrojado, pensando que se reía de él.

—¡Ni siquiera sabes de qué me río! —se defendió de la mirada desaprobatoria de su novio, pero sin querer su voz salió muy dulce. El menor frunció el ceño, estaba rojo, muy avergonzado y su novio solamente reía como si hubiera visto cachorritos de semanas de nacidos intentar levantarse mientras aullaban pidiendo ayuda a su madre. El rubio soltó un chillido mientras agarraba las mejillas de Seungmin—. ¿¡Por qué todos los de tu grupo son tan tiernos!? ¿Por qué eres tan lindo Seungmin? ¿¡Por qué!? ¿¡Ah!?

—¡Ya! —si antes estaba rojo, ahora hasta los tomates maduros le tendrían envidia de lo rojo que estaba. Agarró las manos de Chan entre las suyas y las alejó de sus pómulos, le estaba comenzando a doler los pellizcos no tan suaves que le daba—. Vámonos, ¿sí? Me estás avergonzando —pidió en un susurro.

Chan volvió a reír, también se había puesto rojo al notar que Yeji los miraba desde lejos con una ceja alzada y una mueca de asco sobreactuada.

—Vamos, solecito —dijo, comenzando a andar, sosteniendo la mano de Seungmin de forma simple.

Por primera vez, Seungmin se cuestionó si Chan realmente lo quería por ser él o si solo era porque le parecía tierno al mayor. Miró sus manos unidas y sintió pena —esa presión horrible en su estómago que le daban ganas de ocultarse de todo el mundo—. Se soltó del agarre después de unos cuantos pasos, haciendo que Chan lo viera con una ceja alzada.

» ¿Qué pasa? ¿Estás molesto por lo de Yeji? —preguntó sin detener el caminar, pero mirando al menor fijamente.

Seungmin negó con la cabeza.

—No, nada, solo que me suda mucho la mano —miró a otro lado, para evitar verlo a la cara—. Me siento incómodo, debe ser por el calor.

—Si tú dices, solecito.

«Me siento incómodo, pero creo que es por nosotros.» Pensó mirando al frente. Algo había cambiado, él lo sentía, pero no entendía que era.

Miró a Chan un instante y este le sonrió hasta el punto de que sus ojos parecían completamente cerrados. Chan quería que esa sonrisa fuera reconfortante, para darle ánimos al menor que se vio muy apagado de repente, desde su punto de vista. Pero su efecto fue contrario, pues lo que sintió Seungmin fue culpa.

«¿Qué me está pasando?»

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seungmiiiiin, donde te sentaste!?!? (tengo sueño)

Gracias por leer~

~OurTheStars~

kisses & imperfections  [h.hj & k.sm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora