Doce

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Unos meses antes.*

A Seungmin siempre le fue sencillo hacer amigos.

—Hey, Jeongin —llamó con confianza en el primer día del vocero, después de ser presentado por la directora—. ¿Qué tal? —dijo señalando el pupitre vacío detrás de él.

Jeongin rió como respuesta. Sus brackets brillaron, y Hyunjin al instante notó lo lindo que era el nuevo mientras este caminaba hacia Seungmin.

—Todo normal, la verdad —dijo sentándose detrás de él, quedando al lado de Woojin y al diagonal de Hyunjin—. Pero estos salones sí que son muy pequeños para tanta gente —comentó risueño, ajeno a que casi todo el grupo lo miraba con interés. No le importaba las miradas.

Jeongin congenió muy rápido con Seungmin y su grupo de amigos. No solo eso, Jeongin rápidamente se amigó con medio instituto. Todos lo conocían.

Si Jeongin no les agradaba, entonces lo odiaban. No había punto medio desde el punto de vista de Hyunjin, o eras del grupo uno, o eras del grupo dos.

Y entre el segundo grupo estaba Hyunjin, quien trataba de disimularlo para no ser excluido —al menos no más de lo que ya sentía—. En el primer grupo estaban Seungmin, Woojin y el propio Christopher de la treceava generación.

¿Christopher? ¿De dónde salió Christopher?

«¿Quién es Christopher?» Se preguntaba Hyunjin, viendo como los dos rubios se abrazaban a unos metros de él. «¿Jeongin entró con un hermano? ¿Por qué me entero de todo tarde?»

Hyunjin tocó repetidas veces el brazo de Felix para llamar su atención —el pecoso estaba metido en el teléfono, ignorando todo a su alrededor—.

—¿Jeongin tiene hermanos? —le preguntó apenas lo miró.

Felix inclinó la cabeza, confundido, mientras negaba.

—¿Por qué?

Hyunjin se encogió de hombros, luego señaló a Chan y a Jeongin con una inclinación de cabeza.

—Se ven cercanos, pensé que entraron juntos...

—Chan no es nuevo —aclaró Felix volviendo la vista al teléfono, tecleando en él con rapidez.

—¿No? —susurró Hyunjin al aire sin tener más respuestas. Se sintió cohibido por preguntar cosas que, al parecer, eran puras tonterías y su desconexión con la realidad.

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Hyunjin rodó los ojos por quinta vez en esa media hora, aparentando irritación cuando por dentro sentía cálida ternura.

Junto a él estaba Christopher, por el cual aún se preguntaba por qué no lo había siquiera visto antes, sentado en la tabla del pupitre de Seungmin. Hablando en susurros y con sonrisas grandes.

¿Se sentía un poco incómodo por andar de lamparita de su compañero y del chico que, al parecer, todo el mundo conocía menos él? Sí, pero no le molestaba tanto. Apenas Seungmin y Chan habían formalizado recientemente, menos de dos semanas tenían de relación.

Y él siempre era la lamparita de sus amigos.

Aunque apenas en ese año le tocó sentarse junto a Seungmin, no sabía si podía llamarlo amigo.

Hyunjin garabateaba líneas al azar, flores y hasta corazones rechonchos en su libreta, para disimular que tenía toda su atención en la parejita nueva, o a nadie más mientras escuchaba música.

Miró a los novios por el rabillo del ojo, y se chocó con la mirada del rubio. Automáticamente, Hyunjin bajó la cabeza, nervioso. Lo habían atrapado de chismoso.

Chan ya lo estaba mirando con una ceja alzada, pero al ver la reacción del menor sonrió pequeño con un bajo bufido burlón.

Seungmin, quien estaba viendo algo en su teléfono, alzó la vista para verlo al escucharlo bufar.

—¿Qué pasó? —preguntó volviendo la vista al teléfono y luego a Chan, mirándolo a través de sus pestañas. Con sus ojos tan brillantes como siempre.

—Nada —dijo con ternura. Tomó las mejillas de Seungmin y las apretó, alzando su rostro y robándole un beso de pico.

Hyunjin, suspiró. Él también quería algo así.

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Actualidad.*

«Bien, es ahora o nunca.» 

Se dio ánimos Seungmin mentalmente cuando el chico de cabello largo se sentó donde estaba antes, manteniendo la mirada baja.

Hyunjin había desistido de la idea de irse. Su mente era un caos. Su crush quería hablar con él, a quien no le gustaba tanto la idea. Sentía miedo.

Seungmin se sentó frente a él, ajeno a las emociones encontradas del contrario, mirándolo fijamente.

Estaban sumidos en un silencio donde ni escuchaban a los trabajadores de la cafetería, haciendo creer a Seungmin que ellos también se fueron. En su burbuja solo podía ver lo hermoso que era Hyunjin, tan hermoso que le parecía irreal.

«Parece una obra de griega.»

Pensó Seungmin al verlo tan callado y quieto. «¿Es el mismo Hyunjin que me besó el otro día? ¿O solo yo estaba imaginando cosas porque me atrae un poco?... ¿Él realmente me dijo que le gusto?»

Hyunjin quería ver a Seungmin, pero la pesada mirada sobre él lo intimidaba. No podía levantar la cabeza en esa situación. La timidez, angustia, inseguridad y mucha vergüenza no le dejaban hacer lo que quería.

Tampoco tenía nada para decir con el fin de terminar ese incómodo momento. No se iba a disculpar, no se arrepentía realmente de besarlo, pero tampoco su intención hacer algo tan estúpido como confesarse, únicamente quería probar los labios de su crush. Unos labios más delgados que los suyos, muy suaves, dulces y gentiles. Labios que, además de todo eso, tenían dueño. Algo prohibido que él había probado sin permiso.

«Debe estar molesto conmigo, pero en verdad no me arrepiento.»

Levantó la cara con el corazón acelerado y el cuerpo acalorado de pies a cabeza. Sus manos y piernas comenzaron tiritar de los nervios y sintió su garganta seca de repente.

Seungmin lo miraba sentado frente a él, con una sonrisa de esas que le levantaba los pómulos mientras sus ojos brillaban. De esas sonrisas que tanto le gustaban a Hyunjin.

«Es lindísimo.»

Hyunjin se relamió los labios recordando la suavidad del labio inferior de Seungmin entre los suyos.

«Quiero volver a besarlo.»

Hyunjin se estremeció levemente y su rubor, rojo escarlata, cubrió completamente su cara. El hormigueo, que él creía era la digestión, se intensificó en la boca de su estómago. No tenía problemas estomacales, eran las odiosas mariposas que no lo dejan vivir por solo pensar o estar cerca de Seungmin. Pero verlo así de bonito, sonriendo para él se sentía diferente esa vez, tal vez sí era gastritis por no desayunar. No podía estar tan enamorado.

No debía estar tan enamorado de alguien con pareja.

Hyunjin estaba destinado a morir de amor.

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Hey~~ ando de cumple (los kids se copiaron de mi cumple) y bueno, como no quiero dormir, me puse a editar y reescribir un poquito.

Tengo que editar todo la historia cuando la termine, asi que tal vez hayan cositas sin sentido pq las pase por alto o se me olvido pq estan ahí jsjs

Gracias por leer~

~OurThe Stars~


kisses & imperfections  [h.hj & k.sm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora