Pasó más de una semana desde la reunión urgente en el instituto, desde ese día no los volvieron a llamar.
Hyunjin se sentía algo triste por no ver a Seungmin en persona desde entonces —sus sueños no eran suficiente—, se intentaba convencer de que era mejor así, pero extrañaba su suave voz diciendo cualquier cosa. Como cuando hace bromas sin gracia, que a Hyunjin si le daban risa, o cuando habla airosa siguiendo una conversación con sus amigos o incluso, llamando a Christopher.
«Chin.» Hyunjin se curaba de su tristeza y añoranza por Seungmin cuando recordaba que existía Chan. Su tristeza se convertía en culpa.
En esos ocho días la mente de Hyunjin era como una montaña rusa de país tercermundista. Era un peligro.
—¡Hyunjin! —exclamó Jisung llegando agitado al lado del aludido, sacándolo de su ensoñación—. Gracias por acompañarme, no quería ir solo.
Lo bueno es que en esos ocho días hizo un nuevo amigo. Decían estupideces, hablaban de cualquier cosa, jugaban con tonterías y reían sin razón y no se sentían juzgados en ningún momento, estaban en la misma página. Hyunjin estaba feliz con eso.
—Casi me iba. ¡Llevó tres horas aquí! —exageró el pelinegro.
Jisung hizo un puchero a lo que Hyunjin rodó los ojos con una falsa mueca de desagrado.
«Es muy lindo como para molestarme con él.»
Cuando fue consciente de sus acciones, estaba apretando las mejillas del recién llegado mientras susurraba:
—Eres tan lindo. Quiero morderte. ¿Por qué eres tan tierno? Aish. Eres como una ardillita, un pastelito, un hámster superchiquito.
—Ya, déjame —dijo con dificultad el castaño, su boca se había vuelto un pico. Intentó alejarse del chico abusador de grandes mejillas, pero este no le dejaba ir—. Ya, Jin. Voy tarde —dijo lo más serio que pudo, asustando al contrario. Bueno, lo que realmente asustó a Hyunjin fue cuando Hanji intentó morderle una mano.
—Aish —se quejó dejando libre a Jisung, el cual quedó con las mejillas rojas de lo mucho que las apretó y amasó—. Ni que fuera mi culpa que vayas tarde. ¿Por qué tu papá no te trajo?
El señor Han inscribió a Jisung en el mismo instituto que a Hyunjin cuando Yujin presumió que su hijo era parte del Yet To Come, sin embargo, solo le faltó tomar un avión al menor para llegar.
Hyunjin lo estuvo esperando en la esquina junto a la panadería de la cuadra donde se encontraba el centro casi una hora.
Yet To Come quedaba cerca para el chico de cabello largo, quien solo tomaba un bus de transporte privado desde donde vivía hasta la estación del tren —lo cual son quince minutos de viaje—, y caminaba una cuadra para llegar a esa esquina.
No fue lo mismo para el más bajito de los dos, quien tenía su cabello rizado partido a la mitad, para no tapar sus ojos. Jisung también tuvo que tomar un bus desde su casa hasta una estación del tren, ya ahí tuvo que subirse en un tren hasta llegar a la estación más cercana al instituto. Ese recorrido le tomó cuarenta minutos y si no fuera suficiente, salió con veinte minutos de retraso.
—Trabajo —murmuró como respuesta a su pregunta—. Además, sí que exageras, solo fueron como cinco minutos —dijo agarrando la muñeca de Hyunjin, y lo jaló para comenzar a caminar.
—Sung, son casi las once, y me habías dicho que tenías que llegar a las diez —le regañó otra vez sin detener el paso—. No comprendes cómo pasa el tiempo, ¿o qué?
—¿Qué? —murmuró con las comisuras de su boca hacia abajo, y su entrecejo se arrugó mientras sus cejas se curvaron tristes.
—Que son-
No alcanzó a repetir la frase. Jisung había comenzado a correr sin soltarlo, haciendo que se tropezara y casi dejara los dientes en el piso, sino fuera por el mismo agarre.
Y en menos de treinta segundos estaban de frente al portón, esperando por el portero para que pudieran pasar.
—Casi me matas —dijo mientras golpeaba el brazo de Jisung con su puño. Fue un golpe tan suave que el más bajo no le dio importancia—. ¿Estás loco, Jisung? —no tuvo respuesta.
El joven estaba más que preocupado por la tardanza. Su pie había comenzado a tiritar, igual que su párpado izquierdo. Jisung creía que ya había arruinado su ingreso. Se mordió el labio inferior con la fuerza suficiente para poder romperlo.
La puerta fue abierta, dejando ver al señor que trabajaba como portero antes de que Jisung se rompiera el labio.
—¿Qué se les ofrece?
—Él viene a una reunión, señor Hwan —respondió Hyunjin cuando vio que, aunque Jisung abrió la boca, nada salió de ella.
—¿Año?
—Último.
—Empezaron hace media hora, pero si los dejan pasar-
Hyunjin no lo dejó terminar. Fue su turno de agarrar la muñeca del nervioso y callado Jisung e ingresar a la institución como si fuera su casa. Con su experiencia llegando tarde, sabía que si lo dejaba llamar a un superior no los iban a dejar pasar.
—¡Espere, Hwang! —«Mierda.» Hyunjin se detuvo y volteó la cabeza, pero no soltó a su amigo, ni retrocedió—. ¿Y qué hace usted aquí?
—Yo también debo estar presente, me lo pidió Hwang Yeji. Si quiere pregúntele a un superior—mintió descaradamente, alejándose deprisa del portero—, pero vamos algo tarde.
«De aquí a que se dé cuenta de que le mentí, uff, ya no nos pueden sacar.»
Al estar en el piso donde están los grupos de último año y su propio grupo, pudo respirar tranquilo.
Soltó a Jisung y volteó a verlo, sintió como él se estuvo tropezando en todo el camino, sobre todo en las escaleras, y cuando sus ojos chocaron, se preocupó.
—Hey, ¿estás bien? —no tuvo respuesta—. ¿Hanji?
—¿Ah? —la voz baja de Hyunjin, lo sacó de su ensoñación—. Sí, sí, solo... —carraspeó, se sentía muy nervioso, tanto que Hyunjin estaba comenzando a sentir igual—. ¿Cuál es el salón? —cambió de tema abruptamente.
Hyunjin torció los labios, inconforme, pero no lo iba a obligar a hablar.
—Ven, está al fondo.
En silencio caminaron hasta la puerta, relativamente cerca de las escaleras.
Con cada paso que daban, Hyunjin se comenzaba a sentir más angustiado.
«¿Qué significa este presentimiento?»
Al estar frente a la puerta, Hyunjin la miró unos largos segundos, mientras Jisung lo miraba a él.
—¿Vamos a entrar, a tocar o la puerta se debe abrir sola?
Hyunjin lo miró desconcertado. estaba tan concentrado en esa incomodidad que estaba creciendo dentro de él que se olvidó por un momento que estaba ahí para acompañar a Jisung a hablar con los voceros y un superior.
Sin esperar más, el chico de cabello largo tocó la puerta melódicamente, antes de empujarla para entrar. Tocó la puerta solo para avisar que iba a irrumpir.
—Permiso —pronunció con algo de pena. Él siempre llegaba tarde, pero esa incomodidad pesaba en su pecho y estaba haciendo que sintiera vergüenza cuando no tenía razones reales para ello.
Entró él primero, donde ya las pocas personas dentro miraban la puerta, detrás de él se mostró Jisung.
Hyunjin dió una mirada rápida por el salón. Estaba el superior Sejin apoyado en el escritorio junto a la puerta, y los voceros Jeongin, Yeji y Bae Seungmin alrededor de él. Una joven que nunca había visto en su vida estaba en medio de ellos, la cual supuso era nueva como Jisung.
En el fondo del salón estaban Minho, Chan y Kim Seungmin sentados en ese orden de izquierda a derecha.
«¿¡Qué hacen ellos aquí!?»
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kisses & imperfections [h.hj & k.sm]
Fanfiction[hwang hyunjin loves kim seungmin] Donde Seungmin y Christopher son muy lindos juntos, tanto que todos los admiran, incluso Hyunjin los aprecia como tal, aunque sienta un amor unilateral y platónico por Seungmin. Pero su amor no correspondido, no se...