Once

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—Yo te digo que si Minho no fuera tan... —dijo Chan para Seungmin, quien se sentó frente a él en la mesa, poniendo distancia entre ellos. Chan hizo una pausa—. Inacepta-

—Aja, sí. —interrumpió el chico con sonrisa de conejo, con la ligera rojez en la frente latiendo, pero con su sonrisa se mantenía burlona, sentándose sobre la mesa—. Sí, señor. Soy un inadaptado

Minho disfrutaba de molestar a los demás, aunque saliera golpeado. Al parecer eso era muy obvio para todos, menos para Chan, porque siempre terminaba enfureciéndose.

—¿Y cuándo yo dije "inadaptado", bruto? —dijo Christopher entre dientes, se le estaba agotando la poca paciencia que le quedaba.

Seungmin no entendía cómo Chan había pasado más de media hora junto a Minho sin intentar agredirlo desde el inicio. Era obvio que le caía mal.

—¿Se molestó el principito? —le contestó Minho con un puchero y poniendo ojos de bambi, para después volver a sonreír con soberbia.

—Los menores ya no respetan. Cuando yo entre, hablarle asi a alguien mayor era suicidio —murmuró irritado para sí mismo, mirando a Hyunjin tieso junto a él, para no mirar más a Minho.

—Ni que tuvieras tan viejo, no llegas ni a dieciocho.

«Esto se va a descontrolar.» Pensó Hyunjin, con la cabeza gacha, viendo su teléfono sin verlo realmente.

Eran obvias las ganas de Chan para golpear al menor, se inclinó incluso hacia él, pero su moral no se lo permitía. Su moral, llamada Kim Seungmin.

—Ya, ya, ya —dijo Seungmin con su voz suave, tomando la mano de su novio sobre la mesa, Christopher se veía tan rojo que parecía que iba a explotar. Mientras, Hyunjin suspiró. Amaba el sonido de su voz—. Mejo-

—¿Qué, solecito? —interrumpió Minho con un falso tono cariñoso.

Hyunjin se estaba comenzando a irritar. ¿Cómo se le ocurría interrumpir al mismísimo Kim Seungmin? ¿Por qué Minho era así? ¿Le pagaban por molestar?

«¿Por qué Minho no se calla?... Nunca había escuchado a Chan tan molesto. Da miedo. ¿No le da miedo?»

—¡Basta ya! —Chan se levantó de golpe, creando un gran estruendo, sorprendiendo y asustando a Hyunjin y a su novio. Minho solo sonreía divertido, casi tiernamente con sus dientes de conejo—. Esperaré en la panadería de la esquina.

Y con ese avisó, se dirigió a la puerta con pasos pesados. Hyunjin volteó para verlo aún en su sorpresa, casi podía ver humo salir por las orejas del mayor.

—¿¡Por qué te vas si nos estamos divirtiendo!? ¿¡Le temes al éxito!?

Hyunjin volteó a ver a Minho, quien lo ignoraba completamente, con las cejas alzadas.

—Vete a la mierda —fue la única respuesta de Chan sin voltearse.

Hyunjin abrió mucho los ojos volviendo la vista al novio de su crush por el cual desarrolló un cariño raro. Conocía a Chan desde hace poco, sí —unos cuantos meses—. Pero nunca lo había escuchado maldecir.

«Wow... Lo corrió... ¿Seungminie no debería-?»

La voz de Minho cortó sus pensamientos. Miró disimuladamente al par.

—¿No vas a ir tras tu noviecito? —dijo Minho con una ceja alzada, pero sin burla, al menos, no tanta como cuando hablaba con Chan.

«Justo me preguntaba lo mismo~. Gracias por preguntar por mí.»

—No, debo arreglar unas cosas —contestó bajó, casi un susurro. Intuía que Hyunjin estaba al tanto de todo, además que era obvio que estaba viéndolos. Quería evitar que escapara.

—¿Qué cosas?

—Si eres chismoso —se quejó en un susurro, pero movió la cabeza en dirección a Hyunjin, de manera disimulada.

Ellos no sabían disimular. Confirmado por Lee Minho.

—Ah~ ya —dijo Minho cuando sus ojos se encontraron con los de Hyunjin y este rápidamente resolvió con ver la pantalla apagada de su teléfono, logrando que su cabello largo le hiciera de cortina, como si no lo hubieran atrapado viendo—. Eres de esos.

—No sé a qué te refieres con "de esos" —murmuró Seungmin, evitando la mirada acusadora de Minho.

El chico con apariencia a un conejo, Minho, se encogió de hombros mientras se levantaba.

—Claro que sí. Solo te haces el loco —caminó hacia la puerta—. Si me disculpas, voy a ver a quién fastidiar —y con eso se fue, dejando solos al castaño y pelinegro.

«¿O sea qué si le pagan por molestar? ¿Es tu pasatiempo predilecto? ¿No tiene nada mejor que hacer?»

—Hyunjin.

«¡Qué lindo suena mi nombre cuando Seungmin lo dice! Podría llorar...» Pensó cerrando los ojos con fuerza. «Ya va, ¿me está llamando? Me desaparezco. Hazte el loco Hyunjin, no estoy listo para esto.»

» Hyunjin —repitió Seungmin al ver la falta de reacción del chico de cabello largo—. ¿Podemos hablar?

Hyunjin se levantó de un salto, dando pasos hacia atrás, alejándose un poco de la mesa.

«¡Esta es mi señal! ¡Hasta la próxima!... Es mejor explicarle a Jisung el porqué no lo espere.»

Ensimismado en su excusa para su nuevo amigo, no se percató de que Seungmin también se había levantado. Los nervios lo atacaron cuando se fijó en que su crush estaba a menos de un metro de distancia y, de paso, lo miraba con una ceja alzada. Hyunjin contuvo el aire. Cuando Seungmin no era adorable, era sexy. ¿Desde cuándo Hyunjin era tan homosexual?

» Así que, no estabas escuchando música, ¿verdad?

«Mierda. Mierda, mierda, mierda. Me voy a matar...»

Se quitó uno de sus audífonos y puso su mejor cara de confundido, debía actuar, incluso si estaba rojo de vergüenza por ser descubierto.

—¿Ah? —ladeó la cabeza, haciéndose el desentendido, el que no escucho nada de nada.

—Mmm, nada —Seungmin lo dejó pasar, pensando que eso no era importante, mientras hizo una mueca que alzó sus pómulos y arrugó su nariz—. ¿Podríamos hablar?

«¡Es tan hermoso que podría llorar!» Lloriqueaba Hyunjin dentro de sí mismo.

Se tomó un momento para inhalar y exhalar para poder, al menos, articular una palabra sin chillar de ternura. Volteó la cara para no mentirle directamente a la persona más hermosa que había visto en su vida. No podía mentirle mirando su linda carita.

—Sí, sí. Claro. Pero ahorita no puedo, después sí... Yo aviso —murmuró con un tono de voz inestable, apenas audible para Seungmin. «¡Mentiroso!» Gritó la voz de su cabeza, deseando estar más cerca de su crush y por más tiempo.

Se iba a dar la vuelta para comenzar a caminar hacia las escaleras, y dejar a su amorcito solito, cuando este agarró su bolso, deteniéndolo.

—Necesitamos hablar, ahora mismo.

«Ya valí. Yo no quería ser como August.»

kisses & imperfections  [h.hj & k.sm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora