S02

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—Disimula...

Tras sus palabras las luces vuelven a cobrar vida, trayéndome de aquel mundo de oscuridad en el que he estado viviendo por tanto tiempo, de aquel que estoy extrañando como nunca creí que lo haría, al estar rodeada de supuestos conocidos.

En mi mundo de penumbra cubierto de la nada, podía ser inconsciente de la aterradora realidad.

Inconsciente de estar viviendo con una familia de extraños.

Miro a mis hermanos sintiendo que mi corazón se contrae. Son tan lindos como siempre imaginé, Hyunjin es increíblemente apuesto, su lindo cabello negro cae sobre su cabeza, tapando un poco sus pequeños ojos. Finalmente entiendo la comparación de Yeji con ese dragón, tiene unos hermosos ojos alargados que deslumbran con el brillo natural de su inocencia infantil, su cabello es castaño largo y con un lunar en su nariz, mis hermanos son simplemente perfectos.

Pero... ¿Puedo llamarlos hermanos?

¿Realmente lo son?

¿Qué son estos desconocidos de mí?

Los siento mis hermanos, pero parece tan alejado de la realidad.

Vuelvo a enfocarme a Jeongyeon, quien se lleva el dedo índice frente a los labios.

No digas nada aún, es lo que sus ojos me dicen.

—¿Hay fallas en la energía, Jeong? —Pregunta un treintañero de cabellos blancos y ojos verdes, tiene un lunar en el ojo y es bastante delgado.

Reconozco la voz de ese hombre, profunda pero suave, ligero acento extranjero, tan amable.

¿Kunpimook es aquel hombre?

—Debe haber algún imperfecto, le diré a Mark que lo revise. —Jeongyeon sonríe de lado, no es una sonrisa amigable, es una sonrisa oscura, está ocultando algo.

Jeongyeon junta sus palmas de golpe.

—Disculpen el inconveniente, ¿Les parece si cenamos ahora?

El instinto de mirarlos fijamente a todos para estudiar sus rostros es abrumador, pero debo obedecer las órdenes de Jeongyeon, es cierto, si lo hago me delataré de inmediato.

Miro de reojo a mi izquierda viendo a quien se supone es mi padre.

—¿Ocurrió algo, papá? —Llamarlo de esa forma se siente tan natural como también tan incorrecto. Decirlo se sintió como tragar un clavo. — ¿Por qué todos gritaron?

—Se fue la luz, nada grave. Solo que ya sabes, los niños se asustaron. —El hombre ríe volteando a verme.

Obteniendo una postura recta concentro mi visión en la nada, justo en frente, así es como me doy cuenta de que una chica rubia sentada junto a una pelinegra me observa fijamente.

¿Sana?

Es rubia con unas regordetas mejillas, ojos algo grandes, linda nariz de botón, y siempre sonriente. Así es como siempre me la describen los demás, así es como siento sus facciones, así es esta chica.

La joven a su lado es alta, aún sentada puedo deducirlo por los centímetros que le lleva de cabeza a Sana, pelinegra de ojos pequeños, creo suponer que es extrajera.

Convivo con estas personas todo el tiempo, pero apenas las conozco, empiezo a dudar de absolutamente todos y de todo.

—¿Jennie? ¿Estás bien? —Pregunta Sana preocupada.

Mierda, la he mirado de más.

Vuelvo a mirar a la nada, ignorándola.

—¿Sana, dónde estás?

Blind. || Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora