S09

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Contrario a lo que me dijo, ella no estuvo ahí al momento en que bajamos al estacionamiento.

Mucho menos cuando nos hicieron subir al auto, y comenzamos a marchar hacia un rumbo completamente desconocido.

Tampoco fue como que aquellos hombres que nos acompañaban me brindaran demasiada información, tan solo se limitaron decir que ella los había mandado, y que debíamos subir de inmediato, antes de que se nos hiciera mucho más tarde.

Mis hermanos se mostraron demasiado emocionados como para que los grandes hombres de traje negro, y cicatrices en el rostro, como ellos me los describieron, les causaran alguna clase de miedo.

Mucho menos les importó que el ver a través de los cristales del auto, fuera imposible, ya que estos solo reflejaban el interior del mismo, ellos solo se divirtieron durante el camino, haciendo caras en estos, y describiéndome lo bonita que me veía con la ropa que la señorita Manoban escogió para mí.

En cuanto me puse ese conjunto de falda de mezclilla, y solamente un chaleco de la misma tela, me sentí demasiado incomoda y expuesta.

Para ellos era lindo, y podría asegurar que para mí también lo sería, si no supiera el porqué de esta vestimenta.

Ella solo escogió esto, no para hacerme ver linda, sino para poder verme libremente, sin ningún obstáculo que otro tipo de ropa pudiese cubrir, y sin que yo pudiera verla, era mucho mejor para ella.

¿Cómo podía estar segura?

No era difícil suponerlo.

Durante el largo camino de más de dos horas, me repito a mí misma que nada malo me pasará, que Lisa no lo permitiría

Trato de decirme a mí misma cuantas veces sean necesarias que estaremos bien, que en realidad esto es un muy raro, pero generosos acto de amabilidad por parte de Lalisa tras mi buen comportamiento esta semana.

Ella no puede estar llevándonos a una muerte segura, o algo por el estilo, claro que no.

Y una mierda, no puedo tragarme eso.

-Señorita Kim, hemos llegado. -La profunda voz de nuestro conductor me saca de mis pensamientos, lo que le agradezco de inmediato.

-¡Vamos, Jennie, vamos! -Hyunjin es el más emocionado con todo esto, jala mi brazo para sacarme rápido del vehículo, ni tiempo me da de cubrirme el pecho.

Siento que se me ve todo.

-¡Ten cuidado, Hyun! Jennie se podría lastimar. -Yeji nos alcanza de inmediato, tomando mi otra mano libre.

-Tranquila, dragoncito, estoy bien. -Le digo junto con una sonrisa.

Ambos se pegan a mi cuerpo, abrazando cada uno de mis brazos con fuerza.

Ellos no suelen hacer comúnmente, por muy cariñosos que sea, solo cuando están tímidos o nerviosos es que lo hacen.

Me cuestiono el porqué de esta rara acción, hasta que escucho el motor de otro auto detenerse, atrás nuestro, seguido del relinchar de varios caballos, junto el ruido de sus pesuñas.

¿De verdad nos ha traído a un rodeo?

-No puede ser... ¡Míralos, Yeji, míralos!

-¡Son hermosos! ¡Los quiero tocar!

-Ciertamente lo son.

Doy un para nada disimulado brinco por la sorpresa, dándome la vuelta para descubrirla detrás mío, no la veo, pero el que mis hermanos me hayan soltado para ir a saludarla, me confirma su presencia.

Blind. || Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora