S06

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—Jennie, ya me voy, te dejé comida en el refrigerador, cualquier cosa nos llamas.

—Esta bien...

Escucho sus pasos alejándose, hasta que el golpeteo del tacón contra la madera desaparece, la casa tardará poco en quedarse vacía.

Misuk salió a trabajar desde temprano, mis hermanos está en la primaria, y Seungwan esta a nada de irse a quien sabe donde, tal vez a cuidar a los hijos de alguna vecina, o a secuestrar mas niñas pequeñas para mantenerlas ciegas durante años.

No lo sé y simplemente no me importa.

Lo único que deseo es quedarme sola sin sus molestas preguntas sobre mi salud.

Mis ánimos para ir a la universidad o salir a cualquier lado son inexistentes, no fue difícil conseguir quedarme en casa, para ese par mientras menos tiempo este afuera mejor, estoy segura que si no fuera por mi insistencia por ir a la universidad no les importaría mantenerme hasta los cincuenta.

Solo bastó con inventarme un dolor de cabeza para faltar a clases, lo complicado fue lograr sacármelos de encima, estuvieron a punto de faltar a sus trabajos con tal de quedarse a cuidarme. Antes prefería ignorarlo para no sentirme como una malagradecida, pero ahora que me permito analizarlo, esta es una maldita exageración. Hasta algo enfermizo.

Para no ser mis padres son excesivamente sobreprotectores. 

Finalmente escucho la puerta de salida cerrarse, y los característicos dos golpes a la madera.

Me permitió respirar con tranquilidad.

Por un breve momento me siento en paz, en completa soledad es como si pudiera ignorar todos los demonios e incógnitas que circulan en mi vida.

Tomo mi teléfono de la mesa de noche, hay cientos de mensajes, principalmente de mis amigos preguntando porque no he ido a clases. Contesto con un audio de voz como siempre, con mi estado actual, no me siento con la suficiente estabilidad mental para explicarles todo esto.

También me entero que Sana faltó al igual que yo, la diferencia es que ella no ha respondido desde ayer, lo que los tiene preocupados. Les prometo ir a visitarla para saber que esta mal.

Doy un profundo suspiro para luego tomar un sorbo del vaso de agua que esta desde anoche, a la vez tirando la caja de píldoras anticonceptivas al piso. Prefiero ignorar que tuve que tomarlas.

No tengo animo alguno para salir, aun así, supongo que distraerme con algo ayudará a que mi mente divague.

Decido salir con la misma pijama que traigo puesta, no tengo idea de donde la saqué, solo sé que es cómoda. Les dejó de comer a mis niños antes de salir, no me molesté en arreglarme en lo mas mínimo, solo iré con Sana, ya es mucho con tenerme de cuerpo presente.

Al tomar el ascensor, le rezo a cualquier dios existente por no toparme con nadie, para mi siempre ha sido agradable saludar a mis vecinos en todo momento, conversar con ellos o compartir cualquier mínimo momento, lastima que ahora estoy demasiado jodida como para soportar el contacto humano. Mucho menos sabiendo que en realidad todas esa personas no son las que yo creí.

Según lo que dijo Rosé ayer, no debo confiarme de nadie, especialmente de Mina y Jisoo, aunque entre ambas, prefiero no encontrarme con la docorrs macabra. Aun no sé que tan terrible puede ser la japonesa, aunque por el hecho de que tiene a alguien secuestrada no creo que sea un amor de persona.

Y esas solo son algunas de las personas que viven aquí, me pregunto.

¿Qué tan terribles pueden ser los demás? 

Blind. || Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora