S07

843 96 20
                                    

El silencio me abruma en demasía, al momento en que veo las desoladas calles de la ciudad, pasar frente mis ojos. Mis hermanos duermen entre mis brazos, en el asiento trasero del auto, siento su intensa mirada verme por el retrovisor, me niego a corresponder.

Creí que estaría enojada, pero al salir de la estación, solo sonrió y les preguntó a mis hermanos que había pasado, su sonrisa ni siquiera flaqueó cuando le explicaron que los traje aquí con falsas promesas, incluso les prometió que en compensación por mi error, ella los llevaría al rodeo el próximo fin de semana.

En cambio a mi, no ha vuelto a dirigirme la palabra, solo me observa fijamente, con esa asquerosamente tétrica sonrisa.

Cuando llegamos al edificio, le impido ayudarme a cargar a mis hermanos para llevarlos a casa, apenas y puedo hacerlo por mi misma, pero aun así no permitiré que ella los toque, no con sus manos manchadas de sangre.

-¿Segura que no quieres mi ayuda?

-No, no necesito nada de ti. -Digo firmemente, entrando al elevador. Va detrás de mi de inmediato, oprimiendo el botón, consiente de que yo no podría.

-No debes preocuparte por tus padres, deben estar dormidos, llegaron hace rato.

Me limito a asentir, aliviada por eso.

Suficientes problemas tengo ahora que debo enfrentar a Lisa, no quisiera también tener que lidiar con ellos también.

El elevador se detiene en mi piso, Lisa va detrás de mi, buscando y sacando mis llaves del bolsillo trasero del pijama, sin preguntarme. Trago saliva nerviosa, sintiendo su tacto en mi trasero.

-De nada. -Dice después abrir, la ignoro yendo hasta el dormitorio de los niños, al igual que en la entrada, Lisa me sigue para ayudarme con las puertas.

Me quedo un rato a verificar que no despierten, la pelinegra desaparece por un momento, regresando para esperarme fuera del cuarto de Hyunjin.

-Revisé el cuarto de tu padres, están dormidos. -Comenta. - Anda, vamos un rato a mi apartamento.

Supongo que nunca tengo la opción de negarme.

[...]

El ambiente en su departamento se siente el doble de frío, me abrazó a mis misma sintiendo mi dientes chocar entre si. Todas las luces están apagadas, impidiendo que pueda ver el momento en que me toma entre sus brazos, rodeando mi cuerpo y descansando su mentón en el hueco de mi cuello.

Inevitablemente tiemblo de temor, creyendo que la he echo enojar, y ha llegado el momento de mi castigo.

No por favor, no puedo soportarlo de nuevo.

No tan pronto.

-Tranquila, no te haré nada. -Murmura Lisa cerca de mi oído, su aliento mentolado dándome de lleno. - Tan solo... Necesito tenerte entre mis brazos, antes de que actúe sin pensar.

-Por favor... No me hagas nada, hoy no.

-No lo haré, y créeme no estoy molesta. Al final de cuentas yo misma dejé que te fueras, espero que no hayas creído que era tan fácil.

A decir verdad, si parecía demasiado fácil para ser cierto, hasta ahora me permitía verlo con claridad.

No entiendo bien el porque o como, pero tengo la certeza de que Lisa es una persona de alto nivel, por el simple hecho de poder manejar a la policía, habla mucho de ello.

-¿Por qué dejaste que saliera? ¿Te divierto acaso? -Pregunto con burla, tratando de zafarme de sus brazos, obviamente fallo.

-Solo quería darte una pequeña probada de la realidad, no debes jugar conmigo, Jen.

Blind. || Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora