Mi señorita Guardaespaldas -Fanfic Jude Bellingham(FINALIZADA)

9. Cuidarte

Al día siguiente

Me habían dado el alta del hospital, pero me recomienda reposo almenos por un día para que la herida acabe de cicatrizar bien.

Jude me ayuda en todo momento, en lo que necesito y me lleva a casa, se toma muchas molestias.

—Jude, es tu día libre deberías estar por ahí con tus amigos y yo acompañándote y no aquí tirada —digo

—Por eso mismo es mi día libre y me lo voy a tomar para cuidar de ti, hoy cambiamos los roles —sonrie

—Si lo de cuidarme va con segundas para ganar puntos conmigo, y llevarme a la cama vas guapo chaval —le miro cruzando mis brazos

—Oye que lo de cuidarte no era para llevarte a la cama, quería agradecerte.... Bueno quizás quiera seguir coqueteandote un poco más —rie el

Le lanzó el cojin a su cabeza

—Oye hasta convaleciente estás fuerte, eso dolio, ese cojin llevaba piedras o algo —dice Jude haciéndose el indignado

—Porfavor es un cojin, no un ladrillo de la muralla de Berlín —le digo

—La muralla de Berlín la rompí yo, en aquel partido contra la unión de Berlín —dice Jude

—Vi ese partido y si rompiste la muralla es cierto —le digo

—No sabía que eras tan madridista —me dice

—MI abuelo me lo inculcó desde la cuna —le explico

—Voy a prepararte algo —dice Jude

—Esta bien pero no quiero morir intoxicada, y no sumará ningún punto para llevarme a la cama —le miro

—Te repito me encantan los retos guapa —me guiña el ojo y sale

Niego con la cabeza riendo

(...)

—Te lo paso porque esta muy bueno, seguro que lo has echo y no lo has pedido por ahí? —le miro

—Te juro que lo cocine yo abajo, es una receta de mi mama —me dice

—Holaaaa Bro —dice Jobe llegando y entra

—Alaaa es tu guardaespaldas? Estoy impresionado con ella desde que te salvo de un apuñalamiento —se sorprende y viene hacia mi amablemente

—Encantada soy Samantha —sonrio saludandolo con la mano

—Samantha, como Sami —sonrie Jobe

—Como? —le miro

—Jobe ella no es Sami, solo se llaman igual y tienen un collar igual —dice apenado Jude

—Oh la chica con la que me confundiste el primer día? —le miro

—Perdón es que ahí mucha coincidencia y yo la extraño —dice Jobe haciendo una mueca triste

—Permiso —dice Jude y baja y Jobe le sigue a su paso

Acaricio mi medalla y trago saliva

(...)

En la noche

Jobe había pasado toda la tarde con Jude sin dejarlo solo, de vez en cuando hablo conmigo, es muy amable y muy dulce.

Con cuidado decido ir abajo, tenía un poco de sed y supuse que Jude estaría durmiendo, así que bajo las escaleras con cuidado hasta que veo una luz encendida

Me extraño por esa luz, supongo que Jude dormiría, así que sostengo mi pistola por si era algún extraño, y justo cuando voy a la cocina

—TRANQUILA SOY YO —dice Jude asustado

—Dios perdón, pensaba que dormías es tardísimo lo siento —guardo mi arma

—Qué haces aquí solo y bebiendo otra vez? —le miro y me siento en una silla a su lado

—Hoy es un día que prefiero beber para olvidar —dice el y le noto en la voz tristeza y aliento a alcohol ya que ya había bebido antes

—Sea lo que sea, el alcohol no ayuda en nada Jude —guardo la botella

—Hoy era mi aniversario con mi primer amor, si yo ese día no.. No la hubiera cagado —dice Jude culpandose

—Ella se llama Samantha como tu, pero yo siempre la llamaba Sammy la conocí en Londres y salimos dos años juntos, debíamos llevarlo en secreto proque sus padres no me querían para ella, y... Una noche que no recuerdo bien yo estaba muy borracho por una fiesta con compañeros de fútbol en Londres y la cague y ella me vio y luego sus padres se la llevaron a un internado a Suiza para separarla de mi —dice Jude

—Yo le escribí mil cartas y nunca me contestó, después de eso no volví a querer a nadie más, solo estoy con mujeres por el vacío que sentí cuando ella se fue y a día de hoy la extraño —se seca las lágrimas

—Le escribiste cartas? —se me ponen los ojos llorosos

Me levanto de la silla y sostengo el aire cerrando los ojos, acaricio mi medalla

—Jude yo ahí una cosa que tengo que decirte yo.. —me giro y se había quedado dormido sobre la mesa

Me acerco a el y lo llevo con cuidado de no despertarlo al sofá.

—Yo soy tu Sammy si soy yo —susurro cerca de el y acarició su mejilla—Creí que nunca me escribiste todo este tiempo