Desde las 8 de la mañana ya estaba listo y me dirigí hacia la casa de Leticia, necesitaba pedirle perdón por mi actitud de ayer, no entiendo cómo fui capaz de tratarla tan mal y decirle lo que le dije, en qué momento caí tan bajo para tratarla como una cualquiera. De un solo golpe caí en cuenta de lo que he hecho en los últimos meses y esto no puede seguir así, no puedo seguir con tanto rencor desmedido, solo espero que ella sepa y pueda perdonarme por ser un patán.
F- buenos días.
L- ya te traigo a Gael.
F- espera – involuntariamente la tomé del brazo para que no se fuera – necesito pedirte perdón por lo de anoche, en verdad lo siento mucho, mi actitud estuvo...
L- mira Fernando, durante meses me has demostrado de mil maneras que solo soy la madre de tu hijo, intenté llevarme bien contigo, pero pusiste un muro entre nosotros, sé que cometí un error y pienso que ya me has castigado lo suficiente, pero lo de ayer fue demasiado, me dejaste claro tu opinión sobre mí y la verdad a estas alturas no me importa, ya no me importa, si quieres creer que soy una mujerzuela, adelante, no me interesa sacarte de tu error.
F- yo no pienso que seas una mujerzuela, Leticia, tú eres...
L- nada Fernando, de verdad, prefiero que nuestra relación se limite a lo estrictamente necesario para que Gael sea feliz. Tu haz tu vida, que yo haré la mía y con respecto a Conceptos si se te hace muy difícil mantener una relación profesional puedo renunciar, estoy segura que puedo conseguir trabajo en algún banco tal y como era mi plan inicialmente.
F- no es necesario que renuncies.
L- bien.
F- Let – no me dejó terminar de hablar cuando se fue adentro a traer al niño, la había lastimado y mucho y nuevamente la había perdido por mis estupideces.
L- por favor sé puntual mañana al traerlo, chao mi amor, te amo mucho.
F- adiós Leticia – sin haber terminado la frase me cerró la puerta en la cara.
Pasé uno de los fines de semana más largos de mi vida, sabía que había cometido un error y no solo por lo que le dije el viernes a Lety, sino desde que me enteré de la verdad, me he comportado muy prepotente y altanero y ahora estoy pagando las consecuencias de eso. Estos días en la oficina no habían sido diferentes, estaba cumpliendo su palabra de limitarse a hablarme para lo estrictamente necesario, ya ni siquiera un buenos días cordial recibía de su parte, pero sé que tiene razón para estar molesta conmigo. Hace como una hora me trajo al niño porque ella tenía una reunión a la hora de la comida, y como todos los miércoles lo trae a la oficina y se queda con él el día entero hasta que en la tarde yo lo recojo y me lo llevo conmigo. Los sábados, miércoles y jueves, Gael duerme en mi casa, los domingos, lunes, martes y viernes duerme en casa de Leticia.
Fa- hola Fernando, ¿cómo has estado?
F- ¿Fátima? ¿qué haces aquí?
Fa- vine a visitarte y a comprobar si eran ciertos los rumores que tienes un hijo, que niño tan hermoso, se parece mucho a ti, ¿lo puedo cargar?
F- Fátima por favor vete, no sé por qué estás en la empresa, sabes muy bien que desde hace muchos años ya no te hemos vuelto a contratar, ¿quién te dejó pasar?
Fa- ay Fernando, no seas grosero, ¿no te da gusto verme? Yo te he extrañado mucho.
F- no, no me da gusto verte, por favor sal de mi oficina, no quiero tener problemas ni contigo ni con nadie más, vete – tenía a Gael alzado en mis brazos, tratando de apartarlo de esta loca de Fátima Bosch, caminé para abrirle la puerta para que se fuera, cuando de pronto se me lanzó para besarme, no me la podía quitar de encima porque tenía al niño en mis brazos y justo en ese momento entró Leticia.
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Caminos que me llevan a ti.
FanfictionEsta historia comienza luego de la feria gastronómica, una historia en la que a partir de una noche hace que todo cambie, que la realidad sea diferente, los actos tienen consecuencias y las decisiones no siempre son las mejores. ¿Serán capaces Lety...