Capítulo 21: Matrimonio

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Sentía que estaba soñando, que todo esto era una broma del destino, que nuevamente estaba cayendo en una realidad prestada, felicidad que era momentánea y que nuevamente todo me sería arrebatado. Estaba feliz, pero no plenamente, como si una nube oscura se acercara para arruinarlo todo y separarme de las personas que amaba otra vez. Sentí un vacío y un frío que helaba los huesos sin piedad, veía como niños que me abrazaban a mí de pronto se empezaban a alejar, el hombre que estaba a mi lado y me daba seguridad se iba también y me quedaba sola en una habitación oscura, llorando y llamando a todos, pero nadie me contestaba, no recibía respuesta de absolutamente nadie, me asfixiaba, sentía que me faltaba el aire, sentía como si las paredes se fueran acercando y dejándome cada vez en un espacio más pequeño, casi al punto de aplastarme. De pronto me enderecé y estaba sudando frío, con la ropa empapada y frente a mí un Fernando intentando despertarme con su rostro lleno de angustia.

F- Lety, Lety por Dios despierta, mi amor, Lety.

No pude hablar, me abracé a su pecho, hasta que poco a poco me fui tranquilizando.

F- ¿estás bien? ¿qué tienes? – era de madrugada y el hielo de la noche estaba cobrando factura, tenía envuelta en mis brazos a Lety, luego de una maravillosa noche que pasamos juntos, después de haberle pedido que se case conmigo, de pronto sentí que su respiración estaba muy agitada, estaba inquieta, balbuceaba entre sueños, intenté moverla para que despertara, pero no tuve éxito, estuvo así varios segundos que parecieron horas hasta que por fin se despertó, estaba muy asustada, agitada, como si su más grande temor estuviera perturbando su mente – mi amor ¿te duele algo? ¿quieres que vayamos al médico?

L- no, ya estoy mejor – no pude evitar el llanto, sus manos me daban paz, pero ese sueño se había sentido tan real, volverlo a perder todo, no sabía si algún día me repondría de la idea de no tener conmigo al que pensé era mi hijo, era algo que intentaba olvidar o ignorar, pero había momentos en que la idea me acorralaba y me inundaba una gran tristeza.

F- ¿quieres contarme lo que pasó? – parecía una niña llorando a sollozos y no encontraba forma de consolarla, acariciaba su cabello y su espalda y ella solo se aferraba más a mi pecho.

L- perdóname por favor, fue solo un mal sueño.

F- me parece que fue más que un mal sueño mi vida, estás sudando y estás temblando.

L- es que no sé si algún día me lograré sobreponer a esto Fernando, por favor perdóname.

F- ¿por qué me pides perdón? ¿de qué hablas?

L- de Gael, siento que perdí una parte de mí al enterarme que nada de eso fue real, siento que contigo tengo todo lo que siempre he querido, la felicidad plena y por otro lado siento que estoy traicionando su memoria, una memoria de algo que no fue real.

F- ay mi Lety – me dolía ver que eso le afectara tanto, la doctora me había dicho que algo así podía pasar, que en estas situaciones las personas que han vivido una realidad alterna tan intensa como en el caso de Lety podían presentar una especia de estrés post traumático y que solo con el tiempo lograría sobreponerse a eso – quisiera tener las palabras adecuadas para consolarte.

L- perdón Fernando, no es mi intención hacerte sentir mal, por favor no pienses que no te amo o que tú no eres suficiente, es solo que a veces esto me sobrepasa.

F- yo lo sé, no te preocupes, te prometo que estaré contigo en todo momento de tu recuperación y que juntos afrontaremos esto.

L- gracias, gracias por ser mi apoyo, por comprenderme y por tenerme tanta paciencia.

F- ven, intenta dormir nuevamente, aún es muy temprano para regresar a la ciudad.

Hace mucho había dejado de tener estos sueños, cada vez eran menos frecuentes, pero supongo que las emociones del día anterior agudizaron mis sentidos y eso provocó la crisis que tuve. Me siento muy afortunada de que Fernando sea tan comprensivo, es un sol e intenta siempre ponerse en mis zapatos, entenderme y darme su apoyo, en verdad lo valoro mucho, sé que a su lado nada malo podría pasarme y que su amor es incondicional. Regresamos de este viaje maravilloso que hicimos, volvimos y le dimos la noticia de nuestro compromiso a toda la familia y por supuesto todos estaban muy felices por nosotros y manos era lo que sobraban para ayudarnos a organizar todo lo del matrimonio.

Caminos que me llevan a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora