Capítulo 25: Eternidad

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Mi niña, Amelia Mendiola Padilla, llegó a nuestras vidas la mañana de un 20 de diciembre, el mejor regalo de navidad que recibiría en toda mi vida, en el parto todo transcurrió de la mejor manera, mi Lety fue tan valiente y fuerte, cada cosa de la que era capaz de hacer me hacía admirarla un poco más y el inmenso amor que siento por ella, solo crecía. Amelia es una niña decidida, es espontánea y libre, muy segura de sí misma y que le encanta tomar riesgos, algunas veces parece que no mide las consecuencias de las cosas que hace, pero aún está muy pequeña, es un poco arriesgada y eso a veces nos pone nerviosos a su madre y a mí, pero siempre estamos allí para ella. Mi Amy se convirtió en el lucero de nuestras vidas, nuestra princesa que vino a llenar de aún más alegría nuestras vidas. En su forma de ser y su carácter es tan parecida a mí, y aunque muchos dicen que físicamente también se parece a mí, la verdad es que cada día que pasa yo la veo más parecida a su bella mamá, tienes esa característica pequeña nariz igual que Lety, su tez blanca, unos ojos café profundos y el cabello oscuro, negro, como la noche, quizá en eso se parece más a mí, heredó los mismos rizos rebeldes que su padre. Mi hermosa princesa estaba entrando a la adolescencia y a pesar que tan solo tiene 12 años tiene muy claro lo que le gusta y lo que quiere hacer. Desde pequeña ha recorrido los pasillos de Conceptos, ha crecido aquí, rodeada de comerciales y eventos, le apasiona este mundo y le encanta acompañarnos a todo lo que pueda, ama esta empresa y estoy seguro que será en un futuro la presidente de Conceptos y será tan extraordinaria como lo fue su madre en este puesto, no imagino a nadie mejor que a mi niña para ese puesto, porque no solo es sumamente responsable, sino que también vive apasionada de este mundo y lo disfruta y sé que con nuestro consejo llegará muy alto. Pero mientras la siga teniendo así, pequeñita y aunque la avergüence cada vez que la beso y abrazo cuando la dejo y la recojo de la escuela no me separaré de su lado, porque, aunque crezca y se convierta en la reina del mundo, siempre será mi pequeña, mi niña.

A- oye papá, ¿has visto a mi mamá? la andamos buscando mi abu Julietita y yo desde hace rato.

F- la vi hace un momento subir a la recámara princesa, seguramente fue a buscar algo, ¿para qué la necesitas? A lo mejor yo te puedo ayudar. 

A- mmm no creo papito, necesito de su consejo. 

F- oye, yo también puedo darte un buen consejo, ¿de qué se trata?

A- ay papá, jaja no lo creo, pero bueno, es que Luigi está planeando un comercial de ropa para adolescentes y me dio la idea que tal vez yo podría participar, sabes que yo no quiero ser modelo, pero me gustaría participar, así podría saber lo que se siente y conocer todas las áreas de la empresa. 

F- ah no, eso si que no, mi princesa bajo las órdenes de la mariposita Lombardi, lo que me faltaba. 

A- anda papi, déjame, es una experiencia única, sabes bien que yo quiero algún día trabajar en la empresa y esta es una buena oportunidad, porfa papito. 

F- mmm no lo sé Amy, tengo que hablarlo con tu mamá, no creo que ella quiera. 

A- yo sé que la puedes convencer, anda, di que sí papito hermoso. 

F- está bien, está bien, veré como convenzo a tu mamá, pero yo estaré en toda la grabación presente. 

A- gracias papito, te amo. 

F- yo también te amo mi princesa. 

J- jijiji ay Fernando, esta niña hace contigo lo que quiere.

Caminos que me llevan a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora