Dinero...

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Bien... esto es una mierda.

No hay nada más que decir, Hiroki sentado frente a la mesa de su cocina con la factura frente a él, miraba la hoja con la cuenta del hospital casi como si esta pudiera revelarle alguna clase de secreto místico, pero lo único que la hoja le respondía era con la cifra monetaria que tenía que pagarle al hospital...

-¿Qué carajo se supone que haga ahora? –Dijo casi con vos suplicante, no tenía ideas, ni ningún lugar de donde sacar o pedir dinero y por supuesto que su sueldo no iba a ser suficiente para pagar la deuda y para que el pudiera mantenerse. –Estoy tan jodido...

Que se supone que podía hacer ahora, no tenía nada, nada, ¡NADA! Ni dinero, ni seguro o incluso un educción, había tenido que abandonarla para poder salir de ese lugar lleno de mierda putrefacta que en algún momento había tenido que llamar hogar y familia, pero ahora apenas vivía con lo suficiente y punto... joder literalmente uno de los pocos "lujos" que puede permitirse es comer comida chátara una o dos veces por semana...

Punto, no había nada más.

En las más simples palabras que podía encontrar... ¡No tenía suficiente plata!

Con un gemido lastimero y casi patético, Hiroki bajo la cabeza y soltó la factura para poner sus manos en su cabeza, en esta patética posición Hiroki se lamentó por la horrible situación en la que se encontraba.

Estuvo en esa posición aproximadamente unos cinco minutos, hasta que cansado de sentir lastima de sí mismo, se levantó y fue a su cama, donde dormiría y cuando llegara el momento de despertar, tal vez en ese momento pudiera pensar en algo.

Tuvo pesadillas... desde los recuerdos de la "visita" de Nao, de la factura que descansaba en la mesa de su cocina, después sus pesadillas se trasformaron en un caótico remolino de colores, sabores y sensaciones apenas entendibles peo aun así aterradoras en todo el sentido de la palabra.

Cuando despertó, de mala manera cabe decir, se levantó rápidamente para poder seguir con su rutina matutina, levantarse, cepillarse los dientes, vestirse, preparar una comida rápida para él y después una comida para la tarde, cuando llegara cansado después de trabajar todo el reverendo día... con todo eso terminado volvió a mirar la factura del hospital, dio un fuerte suspiro y se fue dejando la factura en la mesa.

Fue trotando a la construcción y como en el día no tendría que buscar más materiales, se le pidió que ayudara a soldar algunas piezas de metal en uno de los pisos más altos, cuando terminaron, se le ordeno que llevara madera a los pisos intermedios, en los cuales se estaban preparando las paredes y los pisos del suelo... después tuvo que subir más unos tubos de metal a los últimos pisos en donde los pondrían en alguna parte.

Cuando termino ya era la una de la tarde, descanso un momento en donde nadie pudiera verlo y después de unos cinco a diez minutos volvió al trabajo, nadie dijo nada, después de todo, todo el mundo necesitaba un pequeño descanso cada tanto tiempo.

Después le ordenaron que fuera a los primeros pisos en donde ayudaría unas tres horas pintando las paredes de un color blanco puro, un trabajo ciertamente molesto, pero el dinero era dinero...

Cuando hubo terminado fue a buscar más pintura mientras sus compañeros de trabajo subían al siguiente piso los productos para continuar con el trabajo de pintura en el siguiente piso, fue a los almacenes tomo la pintura, y volvió con sus compañeros... tardaron otras tres horas en pintar las paredes y el techo.

Cuando por fin terminaron, la hora laboral había terminado por el día, todo el mundo decidió volver a casa e Hiroki volvió a pensar en sus problemas, su mente buscando soluciones y descartándolas cuando llego a la ineludible comprensión de que ninguna de esas supuestas opciones funcionaria, o en peor caso esas opciones terminarían causando problemas aún peores que los que ya tenía.

kokujin no tenkousei ntr ru finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora