Furia (Killers #1)

13.Compromiso y papeles, todo en un mismo día

DAVINA
Reino Unido
1 de febrero

—Buenos días, bonita —despierto, sintiendo sus dedos recorrer mi brazo.

—Buenos días, Lijah —toco sus dedos y se deja caer en el lado vacío de la cama.

—¿Cómo estás?

—Bien ahora que volviste —hablo y sonrie pasando sus dedos por mi mejilla a modo de caricia.

—Pedí el desayuno —avisa y nos levantamos cuando lo traen.
Desayunamos juntos y cundo terminamos me ve en silencio hasta que habla.

—Sé que no pasará como a tí te gustaría pero al menos podemos hacer el intento hasta que puedas tener la boda soñada —me dice poniéndose de pie para que lo siga hasta el armario. —Abrelo.
Abro el armario y lo veo, un vestido blanco, corto y elegante. Es precioso.

Jaden entra en la habitación con una cámara de vídeo.
Al darme la vuelta me quedo congelada viendo que Elijah está sobre una de sus rodillas y tiene una pequeña cajita negra aterciopelada en sus manos.

—Davina Lila Meyer Volkova ¿Te casarías conmigo? —Pregunta abriendo la cajita, dejándome ver el anillo.

—¡Si! —respondo y se pone de pie colocando el anillo en mi dedo para luego besarme.

Por la tarde vamos al juzgado yo con el vestido que me regaló Elijah y él con camisa blanca y pantalón negro.
Jaden va como testigo junto con una chica que conoció en el hotel que también va de testigo.

—Todos los aquí presentes somos testigos de estos dos seres que han decidido amarse y para tener la certeza ante los ojos de Dios les pregunto...

—Elijah Wright Barrett, ¿Aceptas a Davina Meyer Volkova como tu esposa, para amarla, respetarla, cuidarla y protegerla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

—Si, acepto.

—Davina Meyer Volkova, ¿Aceptas a Elijah Wrigth Barrett como tu esposo, para amarlo, respetarlo, cuidarlo y protegerlo en la salud y en lal enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

—Si.

—Lo que une Dios que el hombre no lo separe. Los declaro marido y mujer, ya puede besar a la novia —apenas termina, Elijah me toma por la cintura besándome con ansias y nos consumimos en el beso que termina cuando se desencadenan los aplausos de los presentes.

Cuando acaba la ceremonia volvemos al hotel donde nos cambiamos y guardo mis cosas en la maleta.
Al llegar al aeropuerto nos subimos en el jet privado. Soy la primera en subir y tomar asiento viendo el diamante en mi dedo junto con la alianza.

—¿Sin poder creer que estás casada?

—Querrás decir estamos... —le digo al pelinegro que se sienta a mi lado.

—Tu tío acaba de decir que nos espera en tu apartamento.

—Bien.

Las horas siguientes estamos Elijah y yo hablando, acariciándonos, besándonos, abrazándonos o solo permanecemos juntos en silencio.

—Estamos por llegar —avisa Jaden por los altavoces despertandonos.

Me pongo el conjunto de ropa que me dió hace unos días Elijah. Cuando aterrizamos en Berlín minutos después, Elijah con una mano sujeta mi maleta y con la otra mi mano derecha hasta que llegamos al auto que mandó Alec. Jaden va de copiloto, Elijah y yo vamos atrás.
Pasada media hora llegamos a mi apartamento y subimos. Antes de entrar noto que Elijah y Jaden se me quedan viendo mientras respiro y solo me quedo pensando en silencio.