17.Lazos rotos

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ELIJAH
Palermo, Sicilia
9 de febrero

22:00 PM

Le doy un trago a mi vaso de Whiskey, mientras observo a los presentes que se acercan a hablarme de sus patéticos negocios, la pelirroja que sigue de pie a mi lado como un perro faldero intenta tomar mi mano pero la ignoro cambiando el vaso de mano.

—Como sabe todo ha sido difícil sin el apoyo de su familia, y agradecería mucho que usted pueda darle una última oportunidad a mi familia...

Me distraigo cuando mi hermano entra agarrándose la frente con una mano.

—Entiendo —corto al hombre que estaba hablando para hablarle a la pelirroja. —Llévalo con mi padre —pido y esta asiente yéndose con el hombre, dos pájaros de un tiro.

Jaden va subiendo las escaleras y lo sigo, una vez llegamos arriba lo tomo del brazo y nos adentramos en una de las habitaciones.

—¿¡Qué mierda, Elijah!?

—¿Que hacías afuera? Te pedí que no pierdas de vista a Camille...

—Que qué hacia afuera, preguntas... Davina vino a buscarte, pensó que algo te había pasado y...

—¿Que?

—Me escuchaste.

Salgo de la habitación, bajo las escaleras y una vez abajo intento salir del lugar pero me detienen.

—Elijah.

—Abuelo—trago saliva a la vez que intento no desenfundar el arma y pegarle un tiro en la cara.

—Abuelo —hablan a mi espalda y Camille se ubica a mi lado.

Tomo a mi hermana alejándola y me la llevo afuera conmigo dejando al hombre solo.

—¿Que te pasa, Elijah? —la pequeña pelinegra que es la viva imagen de mi madre se acerca tomando mi rostro mientras me llevo el móvil a la oreja.

—¿Ahora qué? —cuestiona mi hermano al otro lado.

—Te espero afuera con Camille.

—¿Que pasa?

—Ahora —ordeno cortando y minutos después sale del lugar acercándose a nosotros. —Esperen —pido acercándome al Bentley Mulliner Batur revisando que no le hayan puesto nada. —Suban —hacen caso sin titubear.

Apenas suben enciendo el motor y trabo las puertas, se ponen los cinturones de seguridad y arranco alejándome del lugar tanto como puedo.
Ninguno de mis hermanos se atreve a soltar palabra alguna y el camino es silencioso, son horas desde Sicilia hasta la casa que tenemos en Positano.

06:30 AM

Al llegar entro el Bentley al garage y como está amaneciendo les pido que se sienten en el sofá de la sala mientras yo me quedo de pie frente a ellos.

—Todo lo que van a escuchar a continuación será duro, doloroso pero es cierto —mis hermanos me observan en silencio y asienten.

—¿De qué se trata? —cuestiona Jaden.

—Es sobre la muerte de mamá...

—No, no —Camille intenta levantarse pero Jaden la toma de la mano para que se siente.

—Voy a empezar diciendo que antes de tenernos a nosotros y de conocer y casarse con papá, Isabelle tuvo un hijo con Walter Meyer —ambos fruncen el ceño y los entiendo. —Mamá le entregó el hijo a Raina Meyer.

Quien en realidad asesinó a Isabelle fué el abuelo luego de investigarla y enterarse que existía un Meyer del que ella era madre. Incluso aunque haya sido mucho antes de casarse con papá, no le importó.

Una noche en uno de los clubs de los Wright. Walter, Alec, Hela y Axel Meyer entraron en busca de uno de los traficantes más grandes de 2016 al que Aaron había permitido la venta de drogas dentro del lugar.
Se armó una balacera entre los traficantes, los Meyer y los Wright que termina en la muerte de varios traficantes, en Walter baleado y nuestra madre muerta.

Mis hermanos solo me escuchan.

Lo que nos hicieron creer a todos es que el responsable de la muerte de Isabelle es Walter Meyer cuando en realidad el asesino es Aaron Wright, nuestro abuelo.

—¿Cómo sabes que fué él?

—Estuve en Reino Unido, en la casa familiar y aproveché para ver en los archivos forenses, también hablé con el forense que aceptó abrir la boca a cambio de una gran suma. Cando la balacera comenzó Isabelle ya tenía una herida de bala en el abdomen y se estaba desangrando mucho antes de que todo pasara pueden verlo ustedes mismos —les paso los documentos. —En la autopsia también sale el calibre y otros detalles que no fueron revelados ya que Aaron se encargó de amenazar al forense. El arma fué una 45.

—¿Por qué no podría ser de Walter? —cuestiona Camille.

—Los Meyer usan las misma armas que la policía, glock 9mm —hablo suspirando. El arma en cuestión es una 45, en la bala sale el calibre 45 ACP con el grabado AW (Aaron Wright).

—No puedo creerlo —habla Camille poniéndose de pie y Jaden sigue viendo los documentos.

La pelinegra se congela cuando mi padre aparece a mi espalda dejando su mano en mi hombro al que le da un apretón.

—En serio lamento mucho no haber sido yo quién descubrió toda ésta mierda.

—Papá... —Camille se limpia la cara mientras lo abraza y Jaden levanta la mirada que fija en mi y me acerco abrazándolo mientras deja su cara en mi cuello.

—Tenemos que dejar Italia ya —avisa Thomas mostrado los pasaportes.

—No vayan a Reino Unido, tomen un vuelo a Alemania.

—¿Alemania? —cuestiona mi padre. —¿Te volviste loco? Es territorio de los Meyer.

—Hablas de ellos como si fueran delincuentes o un jodido cartel.

—Elijah —advierte.

—Me casé con Davina —suelto, mi padre y hermana se quedan en silencio. —La quiero y todo lo que le he hecho en nombre de esta familia y madre me perseguirá siempre...
Salgo de la casa subiendo al Bentley que acelero mientras llamo a la única persona viva que extraño y ella no responde y acelero molesto.
No importa cuántas horas tenga que manejar, solo quiero estar con ella, estuve días torturandome con el pasado, odiando a Aaron Wright, odiandome. Son 1754 km desde Positano hasta Berlín, un viaje de 19h aproximadamente en auto.

ELIJAH
Berlín, Alemania
10 de febrero

01:35 AM

Entro al estacionamiento del hotel aparcando mi auto y suspiro cansado ya que hace más de veintiocho horas que no duermo ni como nada.
Bajo del Bentley y me mareo pero aún así me adentro en el edificio subiendo al último piso. El ascensor sube y las puertas del mismo se abren cuando estoy frente a su puerta, llamo golpeando una y otra vez hasta que abre.

Selinwinter
2023

Furia (Killers #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora