Furia (Killers #1)

16.La boca del lobo

DAVINA
Berlín, Alemania
8 de febrero

Han pasado cinco días desde la última vez que hablé con Elijah y estoy preocupada porque no responde a mis mensajes ni llamadas, con Jaden pasa exactamente lo mismo y no tengo a quién llamar ya que el resto de su familia me quiere muerta.

Lo único que puedo hacer es pedirle ayuda a alguien que me lo debe por delatarme. Estaciono fuera de la casa y me voy directamente a la segunda planta donde está la habitación a la que entro sin previo aviso, para luego quedarme de pie sin saber dónde meterme.

—Mierda, lo siento —suelto cuando ambos se cubren con las sábanas mientras intento devolverme por donde vine, caminando lo más rápido que puedo por los pasillos metiéndome en la oficina de Alec y localizando la laptop que guardo en mi cartera, apenas termino corro rápido por los pasillos y no sé cómo no caigo por las escaleras cuando bajo de dos en dos escalones.

Al salir de la propiedad subo en mi auto que enciendo y arranco tan rápido como puedo cuando veo a mi tío y a mi amiga saliendo de la casa.

En mi departamento me sirvo una copa de vino y me voy al sofá con la laptop de Alec que al encenderla me pide su contraseña. Bebo un trago de vino y tecleo los números 03112003 «Mi fecha de nacimiento».

Dejo la copa de lado y me concentro en buscar la carpeta en la que sé que encontré información «Wright». Al hacer click averiguo dónde fué visto por última vez Elijah «Palermo, Sicilia, Italia». En la carpeta de eventos importantes encuentro uno que empieza mañana a las nueve de la noche y sé que no me equivoco al querer ir solo a saber si él está bien.

Hago hasta lo imposible para conseguir una invitación y cuando la consigo cierro la laptop dejándola como estaba antes de tomarla prestada y salgo de mi casa para comprar todo lo que necesito.
Cuando regreso vacío los empaques en un recipiente y empiezo a esparcir la mezcla por todo mi cabello castaño, pasados los cuarenta y cinco minutos entro en la ducha, el agua cae del color y cuando termino salgo.

Me visto y seco mi cabello, quedándome de pie frente al espejo de mi baño y no me reconozco.

El negro azabache de mi nuevo cabello me hace ver más palida y mis ojos azules resaltan aún más cosa que no pasará cuando me ponga los pupilentes de color marrón oscuro que compré. No puedo parecer una Meyer ni una Wright, ya que la intención está en pasar desapercibida solo con el fin de verlo y saber que está bien.

Las horas pasan lento dentro del avión y una vez aterriza en Palermo, Sicilia dónde me muevo en taxi hasta una de las Villas que Elijah tiene. Al llegar no me impresiona la fachada ya que en las carpetas con archivos de todas y cada una de las posesiones de todos los Wright estaba ésta grande y lujosa villa a nombre de Elijah.

Le pago al taxista y con mi maleta entro al lugar sin problema, las empleadas encargadas de mantener el lugar se fueron hace horas.
Subo a la habitación principal y me doy una ducha caliente antes de acostarme cerrando la puerta con seguro no sin antes dejar mi arma en la mesa de noche.

DAVINA
Palermo, Sicilia
9 de febrero

Al día siguiente la alarma no suena y me despierto una hora más tarde de lo planeado con el sonido del pestillo de la puerta por la que intentan entrar, me pongo alerta de inmediato, tomando las maletas que escondo bajo la cama, estiro las sábanas como puedo, tomo mi arma y el pequeño empaque de los pupilentes saliendo al balcón. Segundos después la puerta de la habitación se abre.