26.Perdido

8 10 0
                                    


DAVINA
Berlín, Alemania
3 de julio

Al regresar a Alemania, nada se ha sentido bien del todo, no luego de encontrarnos con mi padre afuera de mi apartamento. Hice hasta lo imposible para negarle la entrada, pero después de todo es mi padre así que cedí. Verlo sentado en mi sala con ojeras, más delgado y con barba de días, me hace recordar lo mucho que ha cambiado, ahora ya no es ese hombre que solía lucir saludable, pulcro y elegante, en su lugar ahora solo es un hombre cualquiera que luce desaliñado y no le hace "honor" al apellido.

—No logro reconocerte, padre. —hablo tomando asiento frente a él.

—Sigo siendo yo, Davi...

—No, luces diferente y no solo físicamente, me abandonaste y eso deja mucho que decir y pensar—observo por unos segundos el ventanal a mi costado. —¿Dónde has estado? ¿Qué haz hecho todos estos meses?

—Estaba pasando por un momento difícil...

—¿Crees que eres el único? Perdí a mi madre, mis hermanos la perdieron, Vlad la perdió. Ahora dime, ¿nos ves tocando fondo por eso? ¿No, verdad? Yo tuve que asumir la responsabilidad de todo y cuidar de Aiden y Amelie sola.

—Todos sentimos diferente.

—Mamá también sentía diferente, demasiado diferente, pero aún así estoy segura de que si hubieras sido tú y no ella, mamá no nos hubiera abandonado o huido como una cobarde, porque ella si nos amaba y nos priorizaba ante todos los inconvenientes.

—No me vas a reclamar nada, Davina. Yo solo vine por Aiden y Amelie.

—Han pasado cinco meses y ahora tienes el descaro de venir a reclamar sin razón. Porque te cuento que no son tuyos, son de Nicklaus y ahora están con él, quien en realidad los merece y sé que cuidará de bien de ellos—el hombre frente a mi me ve incrédulo y me levanto en busca de los papeles que Nicklaus me dio y los lanzo sobre la mesa frente a él. —Si no me crees ahí tienes las pruebas.

Todo pasa tan rápido, en menos de un minuto se pone en pie y me toma del cabello lanzándome al piso, se acerca a una velocidad alarmante y como puedo me incorporo en vano, ya que me golpea y mi cabeza choca contra la mesa de cristal. Me toma por el cuello y siento que pierdo el aliento por unos segundos.

—¿¡Qué mierda haces!? —escucho a Elijah gritar y luego estoy sola, ya que me lo quita de encima tomándolo por el cuello mientras lo presiona contra la pared. —Que sea la última vez que le pones una mano encima, si no quieres quedarte sin ellas, te quiero fuera de mi vista, Axel —ordena empujándolo lejos.

Como puedo me muevo a la habitación y minutos después Elijah entra con un botiquín de primeros auxilios y toma asiento frente a mi.

—Jamas creí que él...

—Ese ya no es tu padre, bonita —lo siento extraño. —Él no está bien...

—Solo necesita tiempo, se que... —me corta.

—Él se metió en las drogas, Davina.

—¿Cómo podrías saberlo?

—Jaden, estuvo igual hace unos años, era mucho peor cuando estaba en abstinencia y se ponía como loco, para conseguir aunque sea un gramo de esas mierdas.

Me niego a creer que Axel Meyer, cayó en esa mierda, él, que siempre nos habló del peligro que estás traían y la maldición que se volvía en la vida de quién consume y quiénes lo rodean.

Mi padre se perdió, y esta vez no podré buscarlo como siempre lo hice. El resto de Meyer's que quedan tendrán que hacerlo. Por lo que lo único que puedo hacer en estos casos es llamar a Alec, Nicklaus, Brooke, Raina o Walter. Sé que ellos lo resolverán, por el momento necesito la estabilidad que pude conseguir junto a Elijah.

Selinwinter
2023

Furia (Killers #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora