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El Bently negro se detuvo en su lugar correspondientes del estacionamiento del hotel al mismo tiempo que un Rolls royce  se estacionaba  a su lado. Del auto bajó el líder yakuza, acompañado de su jefe de seguridad y un guardia. Yuta observó a su padre por el espejo retrovisor caminar hasta la entrada del elevador y dar un par de indicaciones a dos de sus hombres.

El pelinegro apagó el motor del Bentley y  volvió el rostro al omega a su lado. Taeyong, a diferencia de cuando se fueron, permaneció en silencio todo el camino hasta el hotel, con la mirada fija en el pavimento.

El alfa suspiró con pesadez, podía sentir al lobo del castaño completamente abrumado y ansioso.

—Taeyong — le nombró, más el omega ignoro su llamado bajándose del auto y caminando en dirección al elevador.

— *Oyabun...Tae-san....—comenzó Shotaro bajando del auto detrás de él. Su tono de voz preocupado siendo bastante evidente.

Yuta cerró la puerta del auto y miró al omega menor levantando las comisuras de los labios para tranquilizarlo.

—Él está bien Taro, no te preocupes. Solo esta...cansado— el alfa le coloco la alarma al auto y rodeo al pelinaranja con el brazo sus hombros para caminar hasta el elevador donde Taeyong se encontraba despidiéndose del Líder. — Pero parece que dormiré contigo hoy cachorro, déjame un lado de la cama okay?

El omega sonrio un poco, antes de despegarse del alfa y hacer una reverencia al líder.

—Ve a descansar, te veo arriba.

Shotaro asintió y junto a Taeyong subió al elevador para dirigirse a la  habitación que compartía con ambos superiores.

—¿Qué fue lo que sucedió?— preguntó Ishihara apenas se quedaron solos, pulsando el botón que llamaba al elevador. — Te ves molesto.

El pelinegro soltó un suspiro, guardando sus manos en las bolsas de sus jeans.

—Bao Xî llegó al almacén poco después de nosotros

El alfa mayor levantó sus cejas sorprendido.

—¿Lo mataste? — Yuta negó con los ojos fijos en el reflejo de las puertas metálicas

—Está en el maletero.

El tono indiferente y frío de su hijo le hizo soltar una carcajada.

—Le diré a Satō  que se encargue de ello.

— Que no lo mate — pidió Yuta mirando a su padre. — Quiero mantenerlo con vida hasta que regresemos a Japón.

—Quieres que Taeyong lo haga — concluyó el alfa. Las puertas del elevador se abrieron y el alfa menor esperó hasta estar dentro para dar su respuesta.

—Quiero que Taeyong por fin tenga su venganza — confesó. Ishihara sonrió presionando el botón que los dirigía a su piso.

El camino a la habitación fue en silencio, pues si se llegara a revelar información sobre la reunión de hoy podría ser el fin de ambas organizaciones, aunque la verdad es que Yuta no recordaba mucho después de haberse presentado con el Líder de RedDragon y su hijo.

Se encontraba demasiado ocupado enfocando sus sentidos en el omega castaño a sus espaldas que apenas y llegó a prestar atención a lo acordado.

Sin embargo la consolidación de esta alianza le parecía difícil de ejecutar, sobretodo por Junseo y el gran orgullo que demostró llevar consigo en los 15 minutos que estuvo con él, pero-

—Si hablas con tu padre mañana... —comenzó Ishihara cuando llegaron a la puerta de su habitación, buscando su tarjeta de acceso en el saco negro — No le digas que le apunte a un omega con un arma. Ya sabes como es con esas cosas.

𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐟𝐥𝐲 -YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora