6

67 9 4
                                    

Al igual que esa misma mañana, Taeyong fue recibido por un golpe de feromonas entrando directamente por sus fosas nasales apenas y abrió la puerta, la única diferencia, el cedro y la lavanda no era lo único que inundaba el ambiente.

El deseo, la excitación y la urgencia se alzaban orgullosas en el aire.

El omega pasó saliva mientras se quitaba los zapatos y caminaba por el pequeño pasillo de la entrada hasta llegar a la sala de estar. Taeyong observó la puerta blanca que se encontraba cerrada hasta el otro de la habitación meditando que tan buena idea sería tomar uno de sus supresores o dejarlo pasar. Asistir a Yuta en sus celos significaba que él mismo podía inducir se en uno, las feromonas del alfa eran demasiado fuertes para cualquiera, por lo que la mayoría de las veces Taeyong terminaba teniendo sus celos en conjunto, a excepción de cuando tomaba su medicación claro está, generalmente aquello era un ganar-ganar para ambos y hacia la situación para el omega más...amena.

No es que el alfa fuera demasiado agresivo con él en la cama ni nada por el estilo, la verdad es que Yuta era demasiado dócil, su padre le había instruido en la habilidad de poder dominar a su bestia tanto como quisiese por lo que era capaz de detenerse y dejarse llevar por su instinto solo lo necesario para no ocasionar accidentes.

Aquello era algo que solo Taeyong y las personas más allegadas a él sabían. Una habilidad que Yuta prefería mantener en secreto, un don otorgado por la luna roja a los alfas dominantes de su familia que se transmite de generación en generación.

Y a pesar de que Taeyong era un omega dominante, su resistencia era mucho menor que la del alfa, sin contar que para la mitad del ciclo de calor las feromonas de Yuta llegan a un punto de casi ahogarlo por su densidad, por eso el omega prefería pasarla medianamente "sedado" y no en sus cinco sentidos.

Ahora, si ponemos las cartas sobre la mesa, el hecho de que ambos entraran en celo en ese momento no era la opción más viable; aún estaban en corea, tal vez mañana tomen el vuelo de regreso a su territorio y aunque el líder le dijo en su camino de regreso al hotel que si la situación lo ameritaba es decir la estancia de ambos se hacia mas larga, no habría problema alguno. Más Taeyong no se sentía seguro en aquel lugar, no dentro de un hotel donde sabía que era vigilado por sus nuevos aliados las veinticuatro horas del día.

El omega prefería pasar por estas situaciones en su hogar o en el del alfa, rodeado de la esencia ajena y la propia en una mezcla que le era difícil admitir, se había convertido en una de sus favoritas en los últimos años. Taeyong prefería pasar por esta situación en el departamento del alfa, donde sabía que este le cuidaría al final de su última ola de calor y lo dejaría descansar en la cama que Yuta se había obstinado en comprar cuando comenzaron a pasar sus celos junto, dejándole descansar la espalda todo el tiempo que necesitará en el suave y exagerado colchón queen sizes, disculpándose con él cada tanto cuando el omega tenía que levantarse y un gesto de dolor se refleja en su rostro.

Él prefería todo eso y no ese raro y duro colchón en el que ha estado durmiendo los últimos días.

Con resignación, Taeyong hizo un pequeño puchero con sus labios y caminó hasta la mesa de madera que habia en medio de la estancia, sacando su cajita de supresores del bolso negro y llevando consigo la botella de agua que Ryo habia dejado ahi para él antes de irse y se echo la pastilla a la boca. El omega dejó la botella ya vacía en su lugar y soltando un pequeño suspiro se dirigió a la habitación que compartía con el alfa, no se molestó en tocar abriendo la puerta apenas y puso la mano en la perilla, más se arrepintió de ello casi de inmediato.

Si la esencia era fuerte y pesada en la estancia, ahí, dentro de la habitación donde la fuente que la proveía se encontraba era mil veces peor.

El omega dio un vistazo rápido a la habitación buscando a su jefe con la mirada, cuando no lo encontró en el último lugar donde Ryo le dijo que estaba su ceño se frunció, dando un paso dentro.

𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧𝐟𝐥𝐲 -YumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora