IV

582 31 0
                                    




Abrí mis ojos de golpe al escuchar el sonido de aquel aparato, que claramente no era mío, interrumpiendo el tranquilo silencio de la habitación. A mi lado, el moreno dormía plácidamente, ajeno a la conmoción que se estaba desatando. Con un grito de frustración, exclamé, "¡Maldita sea!"

El castaño a mi lado murmuró con voz somnolienta, "Cinco minutos más..."

Miré la hora en el pequeño reloj de la mesa, 6am, la carrera de Charles era en una hora, maldije por lo bajo.

Mi mente empezó a dar vueltas mientras luchaba por recordar los eventos de la noche anterior. ¿Había pasado algo entre Carlos y yo? La habitación estaba llena de indicios: mi vestido yacía abandonado a un lado de la cama, bajo las sábanas aún podía sentir mis bragas, fruncí el ceño al ver la camisa que traía puesta, no era mía, era de Carlos. Sus jeans y zapatos también se encontraba esparcidos en el suelo.

Decidí que era hora de enfrentar la realidad y despertar a Carlos. "¡Carlos!" exclamé mientras lo sacudía suavemente. El moreno emitió un quejido, pero no parecía dispuesto a despertar completamente. "¡Es Charles!" le aclaré, extendiéndole su teléfono, el cual no dejaba de sonar en un tono cada vez más irritante.

Carlos finalmente reaccionó, tomando el teléfono y llevándolo a su oreja. Pude escuchar la voz de Charles del otro lado, claramente preocupado y molesto.

Carlos dejó escapar una maldición mientras se sentaba en la cama, restregando sus ojos con sus puños. "Mierda," murmuró al ver que se le hacía tarde, y luego respondió de manera lacónica, "Llego en cinco," antes de cortar la llamada.

Quedé en silencio, todavía procesando la situación. Había pasado la noche con Carlos Sainz, el compañero de Charles y, lo que era más importante y tenía mucho peso... el novio de Debbie, la hermana menor de Charles. En ese momento me odiaba a mi misma por haber obviado aquel detalle tan grande la noche anterior, quería que la tierra me tragara en ese momento.

En medio del incómodo silencio, Carlos recogió sus pertenencias y se dirigió hacia la ducha. Mientras tanto, revisé mi celular y noté varias llamadas perdidas y mensajes de Charles. Una llamada entrante de Charles interrumpió mis pensamientos.

"Buenos días," fingí un bostezo mientras respondía, tratando de ocultar mi malestar. "¿Sabes lo preocupado que me tienes?" Charles hizo una pausa y continúo. "Por lo menos ahora sé que llegaste bien." Seguramente George y Lando le habían comentado a Charles que Carlos me había acompañado hasta él hotel, agradecía que no sabían el resto de la historia.

Tragué saliva, sintiéndome atrapada en una telaraña de mentiras. "S-sí, estoy bien," contesté con inseguridad mientras me dejaba caer nuevamente sobre la cama. "Te veo en el paddock." respondí con seguridad.

"Vale," respondió Charles, aunque su voz aún reflejaba su preocupación. "Olvidé decirte que Debbie está aquí hoy para vernos competir, puedes quedarte con ellas y los técnicos." Indicó para acto seguido terminar la llamada.

El nombre de Debbie resonó en mis oídos como un trueno, sacándome abruptamente de mis pensamientos. Sentí como si un cubo de agua fría hubiera sido arrojado sobre mí, y mis pies finalmente tocaron el suelo de la cruda realidad. La conmoción se hizo aún más evidente. Maldita sea, ¿qué había hecho? No podía creerlo aún, había traicionado a Charles de la peor manera que podia imaginar. La culpa y la vergüenza se apoderaron de mí mientras me preparaba para enfrentar las consecuencias de mis acciones.

Carlos salió de la ducha, ahora vestido con los mismos jeans de ayer delatando que claramente no había despertado en su habitación, le pasé su camisa mientras cubría mi cuerpo con las sabanas a mi lado.

Racing to Chaos - Carlos Sainz (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora