XIV

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Quizá Charles no había escuchado la conversación anterior con Carlos, quizá solo había captado una pequeña parte de mis reclamos llenos de celos hacia él. Pero pude ver cómo su rostro cambió en ese instante.

"Yo invité a Debbie," susurró Charles, dejándome perpleja. Mis ojos se abrieron de par en par, confirmando lo que temía: Charles había escuchado todo.

"Charles..." comencé a decir, pero no pude articular una palabra más. "No haré esto aquí, Isabela," dijo Charles con seriedad, pero algo llamó mi atención. Charles nunca me llamaba Isabela, siempre me llamaba Isa, su Isa, su mejor amiga.

En ese momento, sentí una mezcla de decepción y enojo en sus ojos, y las lágrimas amenazaron con escaparse. Mordí mi labio con fuerza para contenerlas.

"Por favor, déjame explicar..." intenté nuevamente, pero él se negó a escucharme y movió la cabeza en un gesto de negación. "Charles..." Esta vez, fue Carlos quien interrumpió, tomando posición a mi lado. Apreté la mandíbula con fuerza.

"Tú ni me hables," expresó Charles lleno de desprecio hacia ambos. Cerré los ojos con fuerza, tratando de evitar que las lágrimas brotaran, no quería hacer un escándalo en el pasillo que conducía a los tocadores. Pero me costaba mucho contener mis emociones.

Charles no pronunció más palabras y se dirigió a su mesa. "Isa..." susurró Carlos a mi lado.

"¡Déjame en paz! ¡Mira lo que provocaste!" estallé, llena de nervios, sintiendo una lágrima correr por mi mejilla. "¡Eres la peor persona que he conocido, Carlos Sainz! Arruinaste mi vida y me costaste a mi mejor amigo." No pude evitarlo; las palabras salieron como cuchillos de mi boca, quería herirlo tanto como él me había herido a mí.

Limpié mis lágrimas rápidamente y, sin ganas de continuar discutiendo con Carlos, caminé por el salón, ocultando mi rostro mientras me dirigía hacia la salida.

"¡Isa!" escuché que alguien me llamaba a lo lejos, pero no me detuve. No quería que me vieran en ese estado, era George, seguramente confundido por lo que acababa de suceder.

-

Terminé de limpiar los restos de maquillaje que cubrían mi rostro, y en ese momento, mi reflejo en el espejo me pareció extraño. ¿En qué me había convertido? Me sentía perdida en un laberinto de engaños y mentiras.

Un leve golpe en la puerta me sacó de mis pensamientos, y con resignación, caminé hacia ella para ver quién estaba afuera. Era Charles, pero su expresión era diferente, su vestimenta había cambiado, y la tensión en el ambiente era palpable. Apenas podía respirar, un nudo apretado se formaba en mi garganta, y me sentía terrible.

"Podría esperar esto de cualquiera, menos de ti," habló Charles, rompiendo el silencio opresivo. Sus palabras pesaban como una losa. "Quería decírtelo, pero..."

Buscaba las palabras pero era nulo, no tenía excusa. "No quiero oír tus excusas...", interrumpió Charles. "Eras mi mejor amiga, se suponía que nos contábamos todo, ¿no es así? y desde tu llegada, Te dedicaste a engañar a todos, especialmente a Debbie." Sus palabras salieron sin filtro, su enfado era evidente. Nunca antes lo había visto tan enojado. Las lágrimas comenzaron a brotar en mis ojos, pero algo me dolió aún más: ¿Era su mejor amiga?

Mis peores temores se hacían realidad; había perdido a Charles.

"Y si eso te parece poco, has destruido todo, Isabela: mi confianza, mi relación... La rabia que siento hacia Carlos y hacía ti, es inmensurable."

La culpabilidad me arrolló al pensar que la relación de Charles con Alexandra también estaba siendo afectada. No era su culpa, Alexandra solo me mostró su apoyo incondicional y yo había sido la peor persona de todas. Ella se había visto involucrada en mi red de mentiras, le había hecho lo que mi madre me hizo a mi para ocultarle a mi padre.

"Alex no tiene la culpa de nada, Charles." Traté de defender a mi amiga pero el volvió a interrumpir.

"Alexandra lo sabía todo el tiempo, y ni tú, ni ella no fueron capaz de decir algo," elevó su voz haciendo que me sobresaltara. Sabía cuánto le dolía a Charles, Alex y él no merecían cargar con las consecuencias de mis acciones.

"No quería que esto sucediera..." Hice una pausa, su mirada lo decía todo. "Entiende que se salió de mis manos."

"Lo que hiciste no tiene justificación, Isabela," afirmó con determinación.

"¡Lo se! - " Elevé mi voz sin querer, llena de frustración. " Charles, tú mejor que nadie sabes que Debbie también había sido infiel," traté de argumentar, pero mis palabras se derramaron como un torrente verbal sin control. Mis excusas no eran válidas, incluso para mí, y sabía que nada podría justificar lo que hacía, esto iba encontra de mi moral. Lamenté profundamente haber hablado y mencionar sobre su hermana.
La expresión de Charles se tornó roja, y sus ojos se abrieron ampliamente.

"¿Por eso te metiste con Carlos? ¿Te parece la excusa perfecta? ¿Querías ser la 'otra'?" dijo  Charles dijo sarcásticamente y con desprecio en su voz. "No te hagas la desentendida. Sé quién es mi hermana y estoy al tanto de su situación con Carlos. Pero tú... estás irreconocible," añadió y luego guardó silencio.

"Dime algo, ¿Ese era el motivo por el podías estar con George? ¿Por qué te revolcabas con Carlos delante de mis narices?" Charles pasó la mano por su rostro lleno de frustración, podía sentir el asco con el que sus palabras salían de su boca. "¡Eres una..." detuvo sus palabras antes de pronunciar lo que sabía que pesaría sobre mí. Mi corazón se aceleró ante lo que diría.

"Adelante, dilo, ¿una...?" Sin embargo, Charles no completó la frase, y eso me dolió aún más. Más que cualquier otra palabra hiriente, más que cualquier acusación, porque sabía que tenía razón.

"Charles, lamento haberme metido en su relación," admití, dándome por vencida, intentando asumir la responsabilidad por mis acciones.

"¡Qué me da igual su relación! Debbie y Carlos iban a terminar de todos modos. ¡Ellos siempre son así! " estalló Charles elevando su voz, y por primera vez, me asusté por lo que podría hacer. "¿No entiendes que Carlos siempre regresa con ella? ¡Carlos te usó, maldita sea!" Sus palabras eran como cuchillos afilados, quemando en mi interior. Mis sollozos se mezclaban con su voz.

"Y por si eso tampoco te importa, has perdido mi amistad por él, Isabela. Me mentiste y espero que haya valido la pena." añadió, haciendo una pausa antes de continuar.

"Charles, por favor, eres mi mejor amigo," supliqué entre sollozos, esta vez era yo quien rogaba por ser escuchada, no Carlos.

Carlos, Carlos, Carlos, el origen y el fin de todos mis problemas.

"¡Que ya no quiero ser tu amigo, Isabela! " Volvió a elevar su voz lleno de exasperación, me sentía impotente pues el ya había tomado una decisión. "A Carlos debo verlo todos los días y fingir que todo está bien, pero no contigo," declaró Charles con indiferencia. Él quería que me fuera, no quería volver a verme.

Asentí, sin poder pronunciar palabra. Todo lo que alguna vez le pedí a Carlos que hiciera, que se alejara y que me dejara, hoy era Charles quien lo pedía.

Charles no dijo más y salió de mi habitación, cerrando la puerta tras de sí. La soledad se apoderó de mí, y me sentí desesperadamente triste y angustiada. Había perdido a mi mejor amigo, y la tristeza me inundó por completo

Racing to Chaos - Carlos Sainz (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora