Pasión Prohibida

29. Asunto pendiente

- Algo me decía que te encontraría aquí- él se sienta junto a ella.

- Que haces aquí? Dices que no necesitas mi ayuda- con la frente en alto se levanta

José Miguel no estaba en sus sentidos, quería hablar con Valentina, buscándola en su lugar de amor.

- Déjame hablar- él igual se levanta a acercarse a ella

- Bien te escucho

- Este ha sido nuestro lugar, nuestro hogar con nuestros hijos

- A que viene todo eso?- ella se voltea

- No es suficiente. Quería pedirte una disculpa por haberte gritado

- Y tú crees que con esa disculpa vas a ganar algo?

- No- Agacha la cabeza

- Mírame- Levanta su mandíbula- Yo sé que algo te pasa. Te conozco mejor que nadie, algo me quieres decir pero no te atreves.

José Miguel sonríe

- Que te parece gracioso?

- Aún no entiendo cómo pasa todo esto

- De que hablas?

- Estoy enamorado como un loco- la toma de los hombros- Tengo miedo a perderte bonita. Por favor hazme olvidar que existo aunque sea por un momento- la abraza con muchas ganas.

- Por eso sigo aquí. Ay José Miguel sabes que tienes toda mi confianza y todo mi amor- ella se aparta

- Valentina

- Dime

- Toma mi alma en este momento por favor.

~ Toma mi alma ya que mi cuerpo se lo llevó ella. Toma mi alma que es tuya, aunque en este preciso instante este perdido en esos ojos azules que mire una vez y que no puedo sacar de mi mente.
Tu eres mi alma, te quiero a mi lado, te amo demasiado para dejarte por una aventura.
Ella se va con otro la soltaré por ti, que me importa más, lo único que se eres mi vida, me has hecho feliz todo este tiempo, no se me hace justo lo que hice contigo ~

- Eres un demente sabías? Pero si tú ya te llevaste la mía la puedes tomar cuando quieras- ella se acerca un poco a sus labios- Sabes hace cuánto no hacemos el amor?

- Una eternidad- ríen

- Te amo

Para que seguir fingiendo. La pregunta que se ha hecho José Miguel es muy sencilla: Es posible amar a dos mujeres con la misma intensidad?... Creo que aún le falta mucho para poder contestar esa pregunta.

Ellos entran a la cabaña. Tantos recuerdos en su mente, todas las veces que se amaron en ese mismo lugar que se convirtió en su hogar feliz.

Sus manos traviesas tocan su cintura suavemente, subiendo poco a poco sus dedos desabrochando cada botón de su blusa.

- Te acuerdas de aquel día que estabas herido y desabrochaba para curarte?

- No sabes cómo ame cada momento

Valentina se voltea y hace revivir aquel momento. Los ojos de José Miguel estaban como esa noche llenos de deseo

- Acaríciame- dice mientras lo besa

José Miguel la toma en sus brazos para llevarla a la habitación. Cómo ella lo dijo el acariciaba cada centímetro de su espalda.

En sus ojos se podía ver qué disfrutan cada segundo empezando suave y sin prisa

José Miguel desabrocha su sostén, besa cada parte de su cuello haciendo que ella se le erize su piel

Él sigue bajando sus manos con su cabeza y desabotona su pantalón. Sus manos siguen bajando cada vez más para acariciar sus piernas y voltear la de asote de espalda.