36. No puedo cometer errores

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Las gemelas, Lucia y Marisela, se empiezan a conocer más a medida que comparten historias y secretos. Marisela, confundida por la sorpresa de ver un rostro idéntico al suyo, busca respuestas en su hermana gemela. Lucia, con el corazón abierto, decide compartir su historia en un lugar más privado, un restaurante tranquilo.

Mientras tanto, Franco, el amigo de Marisela, se encuentra confundido por la situación. Sin embargo, decide acompañar a Marisela, pero Lucia lo de tiene e intenta que ellas se queden completamente solas.

Lucia: Quién eres para decirme lo que tengo que hacer?

Franco: Perdóname señorita pero estoy acompañando a Marisela y si no le gusta no es mi problema. Además ella está muy confundida con esto tan extraño que está pasando.

Marisela: Por favor Franco, cálmate. Está bien voy con usted pero él nos acompaña.

En el restaurante, los tres se sientan en una mesa, creando un ambiente algo incómodo y desconcertante.

Lucia le conto a Marisela la historia detrás de su separación. Hablo de la crueldad de su madre con su padre y ellas, la soledad que sintió en el extranjero y de su anhelo por hacerle pagar a su madre todo lo que ha hecho.

Marisela: Me estas diciendo que Doña Barbara es nuestra madre y causante de que todo esto pasara.

Lucia: Si, por eso ahora que te encontré al fin, necesito que me ayudes a derrotarla y que nos devuelva todo lo que nos quito y estar de vuelta con nuestro padre.

Marisela seguía confundida y no estaba segura con lo que iba a pasar después.

En sábanas blancas y con los labios deshidratados, su piel pálida en una de las rendijas del escondite había una luz que cubría su cara.
Valentina desconcertada por el recuerdo de aquella tarde que no podía mantenerse en paz, se levantó agitada al abrir los ojos rápidamente.
Bernardo trata de calmarla al darse cuenta.

Valentina estaba ansiosa mientras esperaba que llegara Santos, como él había prometido. Su mente estaba insegura de tomar la decisión si volver a su casa o no. Sin embargo, estaba también lo que había visto de Santos, era algo nuevo.

Valentina: Al fin llegaste, Santos. *Nerviosa* Santos, no sé si debería de volver... Todo es complicado y peligroso.

Santos: Entiendo tus preocupaciones, pero que tan peligroso es esta situación? Por qué ese tal Rosendo no es la primera vez que te secuestra y que tiene que ver en todo esto?

Toman asiento y Santos la empieza a escuchar a detalle de todo lo que ha pasado antes de que él llegara al pueblo y quién era Rosendo antes.

- Es increíble que un loco maniático este suelto por ahí.

- Lo que realmente necesito saber es sobre Rebeca.

- Que tiene que ver Rebeca en todo esto?

- Cuando me tenía en ese lugar, me dijo que ella era mi hermana.

- Tu hermana? Hubo una vez hasta que las confundí, e incluso llegué a pensar que si lo era y más que casi puedo decir que tienen el mismo rostro.

- Eso es lo que no entiendo, de pronto ella llega a mi hacienda y se presenta ante mi. No sé que habrá pasado, pero talvez mi tía sabe algo de Rebeca.

- Pero tus padres nunca te dijeron de la existencia de una hermana tuya o si?

- No, después de su fatal accidente yo me quedé sola con mi nana, mi tía y mi prima Ivanna con la que crecí en la CDMX. Luego de un tiempo me vine otra para el pueblo después de que...-toma silencio

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⏰ Última actualización: Jul 11 ⏰

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