10. Posa de los suspiros

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Decidió quedarse nomás que unos 15 minutos en el río. Contemplando y más que todo pensando en Santos, su Santos Luzardo.

Inmediatamente se subió a su semental y llegó a su casa. Eustaquia la estaba esperando con un baño de burbujas y para consolarla (Nosé si sirviera de mucho, ya que Barbara no es de las que deja salir sus sentimientos y penas muy fácilmente). Eustaquia tanto como nana, desde que murió su madre a sido para ella realmente y su única consejera, la única que se puede abrir y decirle lo que siente y saber que piensa.

Eustaquia: Al fin llegaste mi niña. Te prepare tu baño

Barbara: Gracias vieja

- Mmm esa cara que traes debe ser por algo

- Santos vieja- se mete a la tina para tomar su baño

- Ese doctorcito desde que llegó te ha cambiado bastante. Ya no has sido casi la misma, porque el carácter de perros todavía lo tienes ahí

Rie la doña- Ayy vieja tú siempre diciendome lo que piensas sin tacto... Pero si nunca pensé en encontrar un hombre como él. Siento que estoy sintiendo lo que alguna vez sentí por Asdrúbal

- El fue el amor de tu vida y lo sabes Barbarita, fuiste feliz lo que pudiste con él- baja el seño- hasta que...

- Hasta que esos desgraciados me arruinaron la vida- la interrumpe- Pero la van a pagar, tanto como la pago perro de agua.
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- Hey! Lucía cómo sigue el tío Lorenzo?

Santos venía de las caballerizas a la casa grande al entrar estaba Lucia con una charola y un jarrón con agua yendo a las escaleras

Lucía: Mire yo ni siquiera lo conozco así que a partese que me está estorbando en el camino

Santos: Tampoco las cosas tienen que ser con tanta agresividad señorita. Solo le hice una pregunta y yo que sepa eso no está mal o si?- bromea con ella- Además yo sé que no hemos tenido para poder hablar por lo que le pasó a tu padre, y la verdad a mí me parece que podíamos platicar. La verdad es que me encantaría conocer esa historia

- Mira primo- dice sarcásticamente- Yo prácticamente llevo lo mis que tú en Altamira, y la verdad para lo que me enterado hubiera preferido no venir al lugar donde nací.

Al llegar nunca pensé guardar tanto resentimiento

- Resentimiento hacía a quién?

- Resentimiento a mi madre, si de verdad se puede considerar así. Ella es la culpable de lo que a pasado con mi padre y mi hermana, sobre todo con ella.

- Hermana? Me estás diciendo que hay otra más

- Si es mi hermana gemela Marisela

- Que paso con ella?

- La verdad no quiero hablar de eso ahorita. Iré a dejar esto al cuarto de papá. Con permiso- Santos le da el paso

El veía en su rostro que algo malo pudo pasar con ella, tampoco podía creer que fueran dos y además idénticas.
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En la hacienda Villalba...
Todos estaban descansando en sus cuartos, los niños dormidos en sus habitantes, doña Isabel siempre contemplando la foto de sus muertos, y Valentina y José Miguel bien acurrucados en su habitación también.

Valentina: Amor que paso con Juan ahora en el despacho?

JM: Me contó que parece que habrán nuevos vecinos en la hacienda

- De que estás hablando? Cuál hacienda?

- La que está olvidaba a unas cuantas lenguas de aquí. Yo cuando era niño una vez me escape y estaba un poco terrorífica en ese momento.
En fin cosas de niños.

- Como se llama

- Mi madre conoció a esa familia. Según recuerdo se apellidaban Elizalde. Nosé exactamente como se llamaba. También recuerdo que ella me contó que esa familia era amigos de los Villalba, especialmente la señora y tú mamá.

- Nadie me había contado esa historia de esa familia, y menos que fueran sido amigos de los Villalba.
Pero bueno amor desde que me hiciste aquella pregunta tan rara te veo muy pensativo. En fin no pensemos en eso ahorita y vámonos a dormir

Valentina se acurruco contra su pecho sintiendo sus latidos y quedandose profundamente dormida.
José Miguel no dejaba de pensar en aquella mujer tan parecida a su esposa, no sabía que era exactamente lo que sentía. Pensaba que talvez había visto mal, pero de que no se la podía sacar de la cabeza no podía. Aquella mujer era realmente hermosa.
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Barbara: Dr Luzardo, me alegra verlo tan temprano. Jamás pensé que los capitalinos se despertarán antes que el sol

Santos: Ya ve doña no todos somos iguales, más si un capitalino como dice nace en estas tierras- Bárbara le responde con solo una pícara sonrisa

Todos se habían levantado desde temprano, para lo de el pacto de Santos con la doña

Bárbara: Y bueno dr Luzardo para que vea que no soy tan mandona como lenguas largas dicen, porque no reparte usted mismo las reces.

Santos la mira fijamente y le responde- Que tal si mejor le dejamos esto a nuestros capataces y que ellos decidan?

- Me parece que se lo dejamos a Sandoval. La verdad es que sería bueno pa esto y más que el mío jajaja... Cierto o no muchachos- Los demás peones que venían con la doña empezaban a reír, al igual que los gavilanes de Altamira.

Balbino: Do-....

Bárbara: Cállate que al final no sirves para nada- lo interrumpe y lo deja callado.

Sin más que decir por las dos partes estaban más que de acuerdo.
Los patrones estaban descansando en unas hamacas atadas a unas palmeras comiendo naranjas. Solo observando.
Ya era tarde. La brisa estaba fresca y Antonio, y los demás peones ya estaban por acabar.
Santos estaba "dormido". La doña estaba un poco aburrida para estar ahí toda la vida, así que se fue para la posa de los suspiros a remojarse un poco. Igualmente Santos estaba pensando en hacer lo mismo, así que sin ni siquiera pensarlo se fue un poco después de que ella se fuera.

Barbara al llegar inmediatamente se desprende de sus prendas y entra al agua.

Santos hace lo mismo, entra por la parte de una roca alta que estaba al otro lado donde se encontraba la doña. Sin pensarlo se tira de un clavado.

Ahí estaban los dos viéndose fijamente a los ojos sin decirse nada, completamente desnudos, solo ellos dos solos, con nomas y el ruido del agua y la brisa de viento que les pegaba en las mejillas.

Ahí estaban los dos viéndose fijamente a los ojos sin decirse nada, completamente desnudos, solo ellos dos solos, con nomas y el ruido del agua y la brisa de viento que les pegaba en las mejillas

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