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—¿Porque tengo que ser yo la prometida de Gojo Satoru?— preguntó la niña de 6 años un poco curiosa.

—Por el bien de las dos familias querida.

La pequeña Hotaru no entendía por qué tenía que estar atada a un niño que no conocía, sabía sobre el, Gojo Satoru, el heredero de los 6 ojos, todo un prodigio en la hechicería.

Pero la pequeña pelinegra no se quedaba atrás, gracias a su familia tenía unas buenas habilidades.

Pero lamentablemente el pensamiento de los adultos era: "Tenemos que darle un uso a una niña."

—Recuerda Kamo, pórtate bien mientras el Gran señor Kamo habla con el señor Gojo, trata de hablarle con respeto al joven Gojo, ¿entiendes?— La señora Kamo expresó de manera clara.

Asintió con la cabeza mientras caminaba detrás de su madre.

Los largos cabellos de la niña eran negros como la noche, y los preciosos ojos morados de la niña eran tan hermosos que hipnotizaban, ella estaba tan seria mientras caminaba al encuentro con su "prometido".

Al llegar al lugar estaba el ahí.
Solo miraba a Hotaru Kamo de manera tan frívola para un niño de 7 años. Pero la diferencia es que Kamo no se sintió intimidada y solo lo miró con atención.

Las madres de los niños solo les dijeron que se llevaran bien, que ellas tenían cosas que hablar, así que solo se fueron dejando a los niños solos.

[.....]

El jardín era grande, el pasto verde y recién cortado daban una sensación agradable ante la primavera.

Los jóvenes sólo estaban caminado por ahí viendo el jardín, ninguno decía nada.

Kamo se empezaba a sentir un poco incómoda, ella era una niña de pocas palabras, era una introvertida que le resultaba difícil hacer amigos.

En cambio Gojo era un antipático, egocéntrico.

—No creas que estoy de acuerdo con este compromiso.— Dijo el niño de ojos azules.

—No te preocupes, ya lo sé.

Gojo solo la volteó a ver.
Ella estaba ahí con su kimono moirado con blanco que combinaba con sus ojos, el pequeño arreglo de flores en el cabello de la pelinegra resaltaba.

Kamo estaba ahí prestando atención a otras cosas en lugar de tratar de agradarle a Satoru.

—Hey, Gojo Satoru.

El mencionado voltea a verla.

—Si vamos a estar juntos durante un tiempo indeterminado, vamos a llevarnos bien.

—¿Qué te hace pensar que me llevaré bien contigo?

—Simple.— La niña se acercaba al infante de un año mayor a ella. —No eres una mala persona.— Respondió con una suave sonrisa.

[...]

El albino de 12 trababa de llevarse bien con la niña de 11 años, ella tenía una personalidad tranquila, relajada y un carácter difícil de cifrar, no sabía si ella era amable por que así era ella o por obligación.

Lo cual al joven Satoru le era difícil de tratar, no sabía si era una risa falsa o si su amabilidad era solo una fachada para que el cayera en su encanto de 'niña buena'.

Lo cual también era un problema, del niño de la familia Gojo, era su actitud, miraba a todos como seres inferiores, y a la pequeña Hotaru le resultaba una molestia, el la miraba cómo...

Algo pequeño, delicado y débil.

Pero Satoru de 12 años era muy observador, la niña no se quejaba, no hacía berrinches. Era algo obvio, su familia estaba involucrada en ello.

¿𝐿𝑜 𝒱𝑒𝓈? | Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora