Los dos hermanos se quedaron un tanto acojonados, pero con un rápido vistazo se dieron cuenta de que el comedor entero estaba lleno, y los últimos que llegaron al comedor no gozaban del derecho de poder elegir una mesa para ellos solos.
- ¿Sois los nuevos, no?- los dos fueron sorprendidos por un acento que jamás antes habían escuchado, y juzgando rápidamente por su tono de piel, dictaminaron que era latino. Asintieron lentamente.- Estupendo...- sonrió de lado.- Soy Óscar...
- Perdona que lo diga, pero ¿Quién coño te ha preguntado?- Irwin le dio un codazo por la mala palabra.
- Nadie, pero es algo llamado amabilidad, deberías intentarlo...- Adam rechinó los dientes, Irwin volvió a darle una reprimenda con la mirada.- ¿Eres el mayor, no?- centró su atención en Irwin.- Digo, sois gemelos, ¿no? Pero eres el mayor... ¿verdad?
- Sí...- asintió Irwin.
- Se te nota...
- Adam es...- intentó excusarse.
- No, no solo por eso...- sonrió comprensivo.- Tengo una hermana pequeña, a veces yo también tengo que actuar de padre...- carraspeó.- Tu fisonomía es más madura...
- ¿No te estarás burlando de él...?- el tono de voz de Adam rozó una octava, parecía ser una clara amenaza.
- ¿Por qué debería?- ladeó la cabeza hacia un lado.- Tiene un físico bonito, pero no he apreciado eso.- Adam frunció el ceño por la sonrisa amable en los labios del moreno, Irwin reaccionó avergonzado, notando un calor abrupto en sus mejillas.
- ¿¡Quién te crees que eres, hijo de puta!?
Irwin quiso que la tierra se lo tragara. Todo el comedor se quedó en silencio sepulcral y se giraron hacia los dos castaños y el moreno.
"Menos mal que no querías que nos metiéramos en problemas" pensó Irwin cubriendo su rostro con una mano y desviando la mirada hacia otro, queriendo no ser el centro de atención de aquella "reyerta".
Adam estaba aguantando al contrario de la pechera del uniforme. Óscar tenía unos bonitos ojos color color avellana, todo tenía que decirse; su cabello se peinaba en una estética de niño bueno... Con una onda hacia un lado y un flequillo delicado con un tono brunette... Había evidencias de decoloración en el flequillo, lo cual resultaba cuando menos curioso al tratarse de un internado religioso como aquel lo era. Aunque seguramente aquel lugar estaba repleto de "malas influencias" que debían reformarse.
- ¿Alguien puede explicarme esta escena?- una monja que vestía diferente a como lo hacían las demás, pues ella a diferencia del resto, que cubrían su cabeza con una especie de paño blanco y tu túnicas negras hasta los tobillos, llevaba un moño con una redecilla negra, y la susodicha túnica, no era la cocinera.- ¿González?- Óscar movió sus manos y las alzó para mostrar su inocencia.
Adam había soltado a Óscar a partir del momento en que la mujer y sus resonantes pasos sobre la madera llegaron hasta su mesa.
- Un desacuerdo.- respondió.- Más bien, un malentendido...
- No eres de los que se meten en problemas, González... Más te vale que el temperamento del nuevo no se te pegue.
- Solo quise presentarme ante los nuevos...- sonrió de la misma forma en la que se lo hizo a él, con una sonrisa cortés y amable...
La mujer de esqueléticos, pero tétricos, rasgos giró sobre sus talones después de una última amenaza a Adam, quién se había vuelto a sentar de forma desinteresada, y se dirigió a la salida.
- ¿Debo darles permiso para continuar con su comida?- un chasquido de lengua se escapó de sus labios y salió del comedor.
El ronroneo de las conversaciones continuó después de aquel abrupto silencio. Irwin se mordió el labio.
- Dijiste que no nos meteríamos en problemas.- susurró mirando a su hermano de reojo.
Adam no contestó, solo fulminó a Óscar con la mirada, echándole la culpa de todo al moreno. Pero notó la mirada a pesar de sus manos entrelazadas y los ojos cerrados, pues el silencio había sido significativo. Se tomó unos segundos más antes de susurrar "amén" entre dientes y abrir los ojos. La mirada con una tonalidad casi pistacho de Irwin tenía una gran contrariedad tatuada en su expresión, la más digna extrañeza, y la completa falla de sus esquemas mentales.
- ¿Sucede algo?- Irwin bajó la mirada inmediatamente al plato y negó con la cabeza, Óscar no insistió, y también se centró en su comida.
Para Irwin era prácticamente inédito lo visto, nadie a su alrededor había imitado las acciones del moreno, había sido el único en el comedor que había "agradecido a Dios la comida" y ciertamente por un momento tuvo cierta extrañeza marcada en su rostro. Tenía dos opciones en su mente en ese momento: Óscar era creyente; o, lo había traumatizado tanto en ese internado que se acabó doblegando ante la religión forzosamente. Aunque con la naturalidad con la que actuaba, no creía en la segunda opción con tanta fuerza.
- Me voy a la habitación.- su hermano terminó antes de comer y se retiró de aquel incómodo silencio con aquellas palabras, Irwin apenas pudo responder, que su hermano ya se había retirado, Irwin miró incómodo la situación, pero se resignó y soltó un suspiro profundo.
- De acuerdo...- emitió silenciosamente.
En su caso, estaba terminando el postre, pero tal parecía que su hermano, aunque había hecho un esfuerzo por esperarlo, no aguantaba más el ambiente, y quiso alejarse de Óscar antes de que este hiciera algún comentario y generase otra pelea que, esta vez sí, lo volviera a llegar antes el director.
- ¿Por qué estáis aquí?- preguntó Óscar ante la desaparición de Adam.
- ¿Uhm?- murmuró.
- Tu hermano y tú... ¿Por qué estáis aquí?- Irwin continuó pelando la pera, se mordió el labio y soltó un suspiro.
- Por mi culpa...
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Hey!
Entiendo si creen que Adam es un poco inestable, al principio Adam será así...
Lo que pasa con él es que si alguien no le cae bien desde el principio, sumado al cabreo que tiene con estar allí en ese internado, y sumado también con el miedo al director... (Por no olvidar que es muy protector con su hermano tanto como Irwin lo es con él).
Pues... Ya pueden imaginar que a la mínima que tiene oportunidad "salta".
Con el tiempo se irá calmando un poco, ya verán como les acabará cayendo bien UwU
Aquí las opiniones ----------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1063 Palabras]
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62.- El internado (Gay / Homosexual)
RomanceIrwin Fernández Brown es un joven con una adicción notable hacia la tecnología, rebasando los límites de horario de sueño, y en su mayoría esta adicción se debe a un intento desesperado para arrancarse un fantasma del pasado que no piensa dejarle ir...