• ° Mi persona favorita ° •

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Armin merecía el mundo.

Al menos eso pensaba Eren Yeager, su novio. Ambos se conocieron desde la infancia y ya parecía que se conocían de toda la vida, crecieron juntos y estuvieron para el otro hasta que sus corazones comenzaron a latir al mismo ritmo.

Sin embargo, y a diferencia de Eren, Armin no la ha tenido fácil, ha tenido que sobrevivir y mantenerse de pie como nadie, manteniendo la frente en alto. Y era por aquella misma razón, que Eren odiaba cuando tenía que ver a Armin sufriendo por cualquier cosa.

Está vez, no era diferente de todas esas veces.

Cuando Armin comenzó a estudiar una maestría en oceanografía y geología, Eren se quedó a su lado, siguiendo a su amado cada paso del camino, trabajando y queriendo ayudarlo tanto como pudiera, incluso si Armin no terminaba dejarlo consentirlo.

Y llegó esa maldita semana, la primer semana de evaluaciones del rubio.

Para Eren, no había nada peor que ver a su persona favorita desvelarse por estudiar, verlo dejar de comer en orden de conseguir más estudio y hasta aislándose de su cariño fue doloroso. Pero por más que intentara, la determinación del rubio no cesó.

Pero que se sepa, Eren podía ser igual o incluso más determinado que su alma gemela.

Y una vez la semana de evaluaciones terminó y el primer descanso de período comenzó, Eren empacó las maletas y tomando a un dormido Armin (Que bien podía estar desamayado de cansancio), comenzó a conducir su coche lejos de su departamento.

Una vez Armin despertó, las preguntas comenzaron casi al instante. Preguntas, que Eren se rehusó a responder hasta que tuvo que detenerse por gasolina para el coche.

- Eren, sabes que esto es prácticamente secuestro, ¿Verdad? - Intentó Armin nuevamente mientras veía a su novio bajar del coche para comenzar a llenar el tanque de gas.

Eren hizo un sonido con la garganta que indicaba que lo estaba escuchando pero ignorando completamente.

- Si alcanzó mi teléfono llamaré a Mikasa para que me rescate.

- Ella ya sabe.

- Entonces también es cómplice en mi secuestro.

Divertido por la conversación, Eren dejó una pequeña risita salir de su boca antes de inclinarse por la ventana abierta en la que Armin estaba recargado y besar su frente con dulzura.

- Dios, como te amo.

- ¿Y ahora quieres que desarrolle Síndrome de Estocolmo? - Exclamó Armin con esa pequeña sonrisa sabelotodo de la que Eren se enamoró tantos años atrás.

- Fingiré que sé qué es eso y diré que sí.

Finalmente, una genuina y suave risa brotó de los labios rosados del rubio, fue suficiente para que Eren sonriera con satisfacción antes de sacar de su bolsillo una venda oscura.

- Por cierto, necesito que te pongas esto el resto del camino. - Pidió Eren.

Armin miró la venda con algo de sospecha, pero tras ver el rostro de Eren, la persona en la que confiaría su propia alma y cuerpo, aceptó la tela y comenzó a envolver su rostro en la misma, dejando su visión completamente nula.

El castaño sonrió cariñosamente antes de volver a besar la frente de su amado y continuar con el viaje.

Cada tanto Armin preguntaba algo, y casi nunca recibía respuestas debido a que Eren sabía que Armin podría entonces adivinar su localización rápidamente, Dios sabe que adora a su inteligente novio pero mantener sorpresas era terriblemente difícil.

Cuando llegaron a su destino, Eren hizo hasta lo imposible para que Armin no notará su felicidad.

Con cuidado, Eren sostuvo a Armin para que lo siguiera, bajando del coche con cautela y caminando lentamente sobre el suelo, guiando cada uno de sus pasos, con una mano en su cintura y otra en su mano.

Finalmente, Eren los detuvo y sonrió mientras se paraba frente a su rubio.

Tomando su rostro entre sus manos, Eren se inclinó y beso con suavidad los labios del rubio, sumiendo a ambos en un amoroso y profundo beso que apenas duro un par de segundos.

- Te amo, Minnie... - Susurró el castaño, soltando la venda de sus ojos con cuidado. - ... Siempre será así, y por eso, si debo secuestrarte para que tomes un descanso, así lo haré.

Con un último casto beso en sus labios, Eren se movió para dejar a Armin ver su alrededor.

El cielo estaba pintado de rosa con tonos naranjas, el atardecer pintado hermosamente contra las olas del mar que se movían pacíficamente sobre la arena de la playa.

Los brillantes ojos azules de Armin brillaron incluso más ante la vista del mar, sintiendo sus ojos humedecerse y sus mejillas calentarse.

- Eren... - Susurró el rubio, su voz llena de amor y adoración cuando se giró a ver al castaño cuyos ojos verdes brillaban con orgullo y amor.

Sin esperar, Armin abrazó con fuerza a su maravilloso novio.

- También te amo, con toda mi alma.

Ambos se quedaron así un rato, sintiendo el calor del otro y derritiéndose en su cariño hasta que rompieron el abrazo pero se mantuvieron con sus manos sostenidas.

- ¿Una carrera al mar?

- ¿A ésta hora? Va a estar congelada.

- Gallina.

- Ah, cállate Jeager.

- Jeager de Arlert, por favor.

Eren se enorgullecía de hacer reír a su novio, sobretodo después de esas semanas.

Realmente lo amaba.

Our Dreams... • Eremin • A Flufftober SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora