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Estaba nervioso, y ni siquiera sabía por qué.

Armin se miró en el espejo un momento, su cabello largo adornado con trenzas cortesía de Sasha, sus ojos azules resaltados por un pequeño delineador que Annie le aplicó antes de irse de la habitación.

Era tan... Extraño.

El traje que usaba era negro, simple y básico negro, pero la tela se ajustaba perfectamente a su figura, las horas que estuvo frente a tres espejos se notaban en las costuras exactas que lo ajustaban.

Los botones con detalles plateados eran un bonus agregado para destacar.

Si era honesto, le era algo extraño pensar que un día iba a usar algo así, pero no podía evitar la emoción y nerviosismo de usar un traje tan especial.

El repentino ruido de la puerta hizo que Armin saltará en su lugar y se diera la vuelta rápidamente.

- Ah, ¡E-Eren! - Exclamó Armin con sorpresa al ver al castaño.

Eren, quien usaba un traje negro similar, miraba al rubio completamente embobado, sus ojos verdes admirando el cuerpo envuelto en tela negra del amor de su vida.

- Te ves... Woah...

Armin se sonrojo ante los balbuceos de Eren antes de que se acercará al castaño y lo empujará por la puerta.

- ¡T-tonto! ¡Aún no me puedes ver!

- ¿Eh? Pero...

Antes de que Eren pudiera terminar de hablar, la puerta se cerró en su cara de golpe y Armin suspiró pesadamente, amaba a Eren pero a veces era un completo bobo.

De un momento a otro, comenzó a sonar su teléfono, una llamada que apagó rápidamente y salió de su habitación y hogar, caminó por la calle un par de segundos antes de que un coche se detuviera a su lado.

- ¡Armin! Woah, ¿Ya estás listo? - Escuchó la voz masculina dentro del coche.

- ¡También deberías estar vestido Connie! - Respondió Armin sintiendo nuevamente nervios al ver que su amigo no estaba listo.

- Tranqui, me cambio en el baño allá.

Los nervios de Armin aumentaban con cada segundo, sintiendo su estómago revolverse y hundirse cada tanto. El rubio se obligó a respirar profundamente intentando relajarse, Connie lo miraba de reojo con preocupación.

- Geez, relájate Armin, hasta parece que vas a-

Connie fue interrumpido repentinamente por la mirada de Armin, una mirada inusualmente molesta que hizo que Connie tragara en seco y se callara, lo único que podía calmar a un Armin nervioso y errático era Eren, y él no estaba presente.

El camino se siguió en silencio, incluso cuando recogieron a Marco y Reiner, nadie dijo ni una palabra por temor a recibir una mirada asesina del rubio que sólo se ponía más y más nervioso.

Finalmente, llegaron al lugar donde el evento iba a suceder, Armin inmediatamente tomo riendas en el asunto, mandando a Connie a cambiarse en el segundo en que abrió la puerta del coche y corriendo a coordinar lo que fuera que faltará de arreglar en el lugar.

- ¡Hey, Armin! - Llamó una voz familiar, Armin se giró y vio a Jean con una sonrisa más calmada. - Uf, ¿Falta algo? Te vi coordinando a los trabajadores y me preocupe un poco.

- No, no falta nada, todo está en orden, sólo que ya casi es la hora y-...

- Armin, tranquilo, todo va a salir bien, respira por un momento y piensa en algo feliz.

El rubio suspiró e hizo lo que Jean le dijo, respirando y pensando en su lugar feliz, su Eren.

- Ya, ya, ¿Mejor?

- Hm, sí... - Respondió Armin con una sonrisa más tranquila.

Jean correspondió la sonrisa y palmeo ligeramente el hombro del rubio antes de exclamar que todos tomen lugares, la boda estaba por empezar.

El altar era hermoso, cubierto de flores azules y blancas, dando vista a todos los invitados que ya habían sentado en sus lugares, Armin admiraba la vista del lugar cubierto en luces para cuando el atardecer terminara.

Y entonces, entraron.

Eren usaba el traje negro con el que lo vio en la tarde, se veía feliz aunque sus ojos ligeramente rojos daban la idea de algo diferente que hizo que Armin sonriera con nostalgia, a su lado, Mikasa caminaba con una hermosa sonrisa.

Su vestido blanco flotaba con cada paso, su cabello negro antes corto, se elevaba con el viento, el velo que cubría su rostro era lo suficientemente transparente para que su rostro se pudiera ver, y al igual que Eren, sus ojos estaban ligeramente rojos.

Finalmente, Mikasa llegó al altar y tomo la mano de su prometido, Jean.

Eren se paró al lado de su hermana, siendo su "caballero" De honor, mientras que Armin estaba junto a Jean como padrino.

Una hermosa boda.

Algún día, ellos tendrán la suya.

Our Dreams... • Eremin • A Flufftober SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora