• ° Candy eyes ° •

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La universidad no era como en las películas.

Claro, Armin le advirtió eso cuando Eren clamó que estaba listo para ir a fiestas, y si bien, era un pequeño chiste por parte de Eren, esperaba que genuinamente hubiera una o dos fiestas al mes cuanto menos.

Pero no, en su lugar estaba en la sala del pequeño departamento que rentaba junto a Armin, tirado en el frío suelo con una flojera que no era ni medio normal. A su lado, Armin estaba sentado en el sillón escribiendo rápidamente en su laptop.

- Minnie~ Me aburro~

Se quejó Eren como un niño pequeño, palmeando ligeramente las piernas del rubio para llamar su atención.

- Haz tu tarea. - Dijo Armin a secas.

- ¡No puedo! Necesito la adrenalina de tener que hacerla 3 horas antes de su entrega o mi cerebro simplemente no reacciona.

Armin dio un suspiro cansado, y miró a su alrededor un momento sabiendo que era su trabajo dar una tarea a Eren lo suficientemente estimulante para que dejará de distraerlo.

Esa se volvió su carga en el momento en que decidieron mudarse juntos para la univefsidad, Mikasa le advirtió eso y él no le dio la importancia necesaria.

Su mirada se fijo en los cojines regados en el suelo y la cobija que en algún momento cubría sus piernas y fue descartada en favor de poder mover sus piernas.

- ¿Qué tal que construyes algo con los cojines del sofá?

- ¿Cómo un fuerte de almohadas? - Preguntó Eren levantándose rápidamente, claramente emocionado por la idea del rubio.

- No te atrevas a tocar mi almohada.

Pero era demasiado tarde, pues Eren ya había corrido en dirección de su habitación compartida.

Cuando Eren finalmente volvió tropezando, sus brazos estaban llenos de sábanas que recogían polvo en su armario y un par de almohadas incluyendo la de Armin. Sin poder más soltó todo en el suelo a excepción de la de su rubio, la cual dejó a su lado en el sofá.

Armin lo miró con sospecha pero continuó con su tarea.

Eren rápidamente se puso manos a la obra, tomando las 3 sillas de su comedor junto a la de rueditas en su habitación y las colocó en 4 esquinas alrededor de Armin, amablemente le pidió a Armin que se levantará del sillón y se sentara en el suelo por un momento. El rubio no parecía muy feliz con el pedido, pero cumplió de cualquier manera dejando que Eren amarrara una sábana a las sillas y se usará como una especie de techo.

El rubio en algún punto dejo de prestar atención a Eren y sus erráticos movimientos de cojines y almohadas, concentrándose mera y únicamente en el ensayo que tenía que tenía asignado. Cuando finalmente termino de redactar y su alarma sonó para que obtuviera un descanso, Armin se sorprendió de estar rodeado de sábanas y almohadas, Eren no parecía estar en ningún lado cerca.

Cerrando su laptop y dejándola a su lado, Armin finalmente comenzó a moverse dentro del fuerte construido por Eren, admiró la manera en que ató las sábanas para el techo cuando escucho un cojín moverse al otro lado.

- Oh, hey, ya despertaste. - Saludó Eren con una sonrisa mientras metía una caja llena de latas de soda y botanas que habían comprado hace tiempo. - Cuando te metes en la zona es difícil sacarte.

Armin se sonrojó cuando Eren mencionó su "zona", esos momentos en que todo a su alrededor desaparecía y su concentración era tan profunda que ignoraba todo. No era inusual que le sucediera con su tarea o con alguna cosa que le gustará en particular.

- Lo s-...

- No te disculpes. - Interrumpió Eren rápidamente mientras colocaba la caja de botanas frente a Armin y se sentaba a su lado. - ¿Vas a seguir trabajando en tu ensayo?

El rubio sonrió dulcemente antes de negar con la cabeza y sentarse junto a Eren. El castaño sonrió y sacó su teléfono para poner una película, no había pensado bien cuando hizo el fuerte y la vista a la televisión había sido cubierta totalmente. Sin embargo, eso no lo iba a detener en absoluto.

Para cuando la película estaba a la mitad, Eren sintió un peso caer sobre su hombro, cuando se giró vio a Armin dormido. Rápida y cuidadosamente, Eren tomó su teléfono para apagarlo y que el sonido cesará para dejar que Armin descansará.

Con la luz fuera siendo opacada por las sábanas, Eren tuvo suficiente luz para poder admirar el rostro dormido de Armin, admirando su largo cabello dorado, suave como la seda y brillante como el oro. Su rostro dormido era pacifico, suave y lindo.

Eren sentía su corazón latir con fuerza sólo por sentir el suave calor de Armin sobre su hombro, su dulce Armin que olía a canela.

Un par de minutos pasaron y su corazón no dejaba de sentirse como fuegos artificiales explotando en su pecho, ni siquiera sabía cuando, pero era obvio que Armin había dejado mucho más que una marca en su corazón.

El castaño suspiro con cariño, no quería despertar a Armin, así que se rindió ante el sueño y cerró sus ojos para dormir junto a su alma gemela.

Our Dreams... • Eremin • A Flufftober SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora