Buscando entre sueños

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Empezaba un nuevo año, monótono y aburrido a sus propios ojos.

Vestía el mismo uniforme del año pasado, solo cambiaba el color de la corbata, este año sería color azul rey.

Los de primer año usan accesorios rojos, ya sea la corbata en hombres o el moño en mujeres, en segundo año el color cambia a azul y finalmente los de último año usaban un verde oscuro.

El revuelo en la cocina le anuncio que sus padres ya habían despertado y que pronto debería ir a la escuela.

Su puerta fue abierta de golpe.

– ¡Osamu ya está el desayuno! – La joven adulta le sonrió con dulzura.

– Bajo en un momento, Elise-Neesan. – Le dijo sonriendo de igual forma.

Su vida era buen, dos padres que lo amaban, una hermana que siempre lo mimaba, sus amigos siempre dispuestos a seguirle el juego y una hermosa novia que parecía ser el amor de su vida.

Pero se sentía incompleto.

Cómo si en su vida le faltará algo, algo que le daría el color a su mundo.

Más no sabía que era ese algo.

Había comprobado que no era el sexo, ni el alcohol o drogas.

Y antes de que malinterpreten su conducta, es importante decir que todo esto fue en un ambiente controlado.

Mori pensaba que si su hijo deseaba experimentar con drogas o alcohol, debía ser en su presencia para poder cuidar de él.

Obviamente, Osamu solo tuvo acceso a Marihuana, completamente limpia para usos medicinales - no por nada Mori era doctor - Y el alcohol fue entre Yukichi y Oda quienes acompañaron al castaño a experimentar.

Todo esto para evitar que el chico decidiera probar en malos caminos.

Dazai no se sintió a gusto con ninguno de esos excesos.

Y aunque el sexo le era placentero, no era suficiente.

Algo faltaba.

Bajo las escaleras, intentando ignorar la extraña sensación que crecía dentro de su pecho.

– Buenos días, Papá Yukichi, Papá Mori. – Saludo mientras tomaba asiento.

– Buenos días Osamu ¿Descansaste bien? – Le preguntó Mori.

– Perfectamente. – Mintió.

Últimamente había tenido un sueño extraño.

Estaba en un campo rodeado de Camelias rojas, siempre parecía perseguir algo.

El sol siempre en el mismo punto, apunto de esconderse, iluminando con sus últimos rayos.

Todo de una tonalidad naranja, muy cálido.

Ese lugar no le era conocido y no sabía que era lo que buscaba, pero siempre parecía estar buscando algo.

A alguien.

Sea en sueños o despierto, sabía que algo le faltaba.

Finalmente, en aquellos sueños un gran viento soplaba haciendo que las flores perdieran sus pétalos. Entonces caía al vacío.

Y despertaba de golpe.

Deseando saber que significaba todo eso.

Volvio a la realidad, su hermana hablaba sobre la Universidad con sus padres y estos parecían muy emocionados.

Las clases de su hermana habían empezado un poco antes que las suyas y la chica estaba extremadamente emocionada porque en ese semestre empezarían a hacer pasarelas y colecciones.

Su más grande temor era ser parte de sus experimentos/diseños.

El desayuno finalizó antes de lo esperado, pronto todos partirían en distintas direcciones.

Mori y Yukichi aún estaban a cargo del jardín de infantes "little stars", Elise debía ir a la universidad y Osamu a la preparatoria.

Y aunque quedaba de camino, nunca iban juntos.

– ¿No quieres que te llevemos en el auto? – Le pregunto Yukichi a Osamu.

– Estoy bien así papá, gracias. –

– ¡Yo si quiero que me lleven en auto! ¡odio el metro! – Se quejó Elise.

– Princesa sabes que tu universidad queda hacia el otro lado del jardín, es imposible. – Yukichi miro a su hijastra y está solo suspiro.

– Bien, igual ya sabía yo que habían favoritos. –

– Deja el drama Nee-san, es lo mío. – Se burló Osamu. .

– A callar mocoso. – Le saco la lengua.

Luego de eso todos caminaron a la puerta.

En la entrada de la casa, una joven de cabello negro azabache esperaba pacientemente.

Piel clara cuál nieve, contrastaba muy bien con su cabello, ojos oscuros y profundos como la noche.

El uniforme escolar le hacía lucir una delicada figura.

– Michiko. – Osamu sonrió y se acercó a la chica.

– Osamu-kun, buenos días. – Le sonrió y luego miro al resto de la familia. – Buenos días Señores, Elise-san.

Elise no respondió, simplemente ignoró su presencia y se fue. 

Mori hizo una mueca mal disimulada.

– Buenos días Michiko-san. – Yukichi fue el único que devolvió el saludo.

– Nos vemos más tarde Osamu. – Dijo Mori y camino hasta el auto.

Ambos adultos se subieron al vehículo y parecían tener una conversación algo acalorada, Dazai sabía que estaban hablando de su novia.

– Me pregunto si en algún momento le agradare a mis suegros. – Suspiro con tristeza.

– Llegara el momento, cariño. – Osamu tomo la mano de la chica y empezaron a caminar.

Dazai sabía que Elise y su padre no ofiarian a una persona sin motivo alguno, pero realmente no sabía cuál era su problema con Michiko.

《♡》

Hey

Produciendo xd prólogo de la secuela de conejos vs ovejas

Ya pueden adivinar que no va a tener la misma vibra que su precuela, pero tranquis amo las historias Fluff solo hay que dejarla ser

Michiko fue una de las esposas/novias de Dazai, me gusta ponerla en los fanfics so

Espero que le den amor a este nuevo proyecto y si, ya se que público demasiadas cosas TT

No lo puedo evitar sowwy

Por fa voten y comenten

Babai

Yuri

Promesas rotas - Soukoku [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora