Promesas rotas - Soukoku [FINALIZADA]

Doggie Land

Chuuya estaba emocionado por su cita no cita con Fyodor ese día.

Fyodor le parecía agradable y dulce, pero no diría que le gustaba.

No le gustaba de la forma que él quisiera.

Igual planeaba disfrutar al máximo ese día, sin importarle nada.

Sin pensar en Ougai.

– No vuelvas muy tarde. – Le dijo Yosano.

– Si señora. – Le dió un abrazo y luego se despidió de su madre quien leía mientras tomaba café.

No pasó demasiado tiempo para que Fyodor estuviera en frente de la puerta de la casa.

Saludo amablemente a las madres de Chuuya y ambos salieron del lugar.

Hablaron de cualquier cosa durante el camino, con Fyodor jamás se acababan los temas de conversación.

Cuando llegaron al lugar, Chuuya se vio en extremo emocionado.

Haciendo reír a Fyodor.

Les dieron un pase especial para parejas y aunque no tenían esa clase de relación, ninguno de iba a negar a un refrigerio gratis.

Hablaron de todo mientras hacían las filas. Hablaron de Ougai por parte de Chuuya.

Las quejas de cobrizo iban y venían, siempre tenía algo que decir respecto al castaño.

Fyodor solo lo escuchaba atentamente.

Había entendido todo.

No muy lejos de donde ellos estaban. El castaño esperaba por su novia.

Ya iba media hora tarde y no respondía el teléfono.

Estuvo a punto de irse cuando la vio correr hacia él.

Se veía muy agitada, debió correr muchísimo para llegar a tiempo.

Pobrecito no tenía ni idea.

Ella se disculpo por la tardanza pero Osamu no le dió tanta importancia y le tomo la mano para ir a disfrutar. 

Al igual que Chuuya y Fyodor, también les dieron los beneficios especiales para parejas y un algodón de azúcar en forma de corazón.

Michiko parecía muy feliz completando las misiones, en serio quería ganar ese teléfono que estaban rifando.

– Bien, nos faltan otras 5 atracciones y completar 2 acertijos. – Le dijo.

– Entonces estamos perfecto ¿Que atracción sigue? – Le preguntó.

– Mnnm... La casita del terror. –

– ¿La-La qué?... ¿No podemos evitarla? –

– No Osamu, necesitamos todos lo sellos. – Suspiro y luego miro a su novio. – Vamos no será tan malo, además ya estás como que muy grande para ser tan miedoso.

– Pero... –

– Vamos, por favor. – Le tomo la mano y empezó a arrastrarlo.

– Amor en serio... Por favor. –

– ¡Osamu! Es solo una atracción, no siquiera estará tan oscura. – Se cruzó de brazos viendolo con seriedad. – ¿A caso no me quieres?

– Sabes que no es eso pero... –

– ¿Quieres que vaya sola? –

La discusión termino con Michiko como la ganadora, por más que haya protestado, Osamu aún era débil ante ella.