Habían pasado un par de semana y casi no se había topado con Chuuya, más allá que en las clases.
Era extraño no tener al cobrizo cerca, empezaba a extrañar su presencia.
Le gustaba molestarlo.
Tal vez por eso buscaba la cabellera cobre mientras su novia le contaba algo del trabajo.
– Fue un desastre total, lo bueno es que Yukio-Kun nos ayudó a sacar a esos tipos de la cafetería. – Me menciono emocionada. – Yukio-Kun tiene demasiada fuerza, es sorprendente.
– Yukio es el que ya va en la universidad ¿Verdad? – Le cuestionó.
No podía recordar los nombres de todos los compañeros de trabajo de su novia, pero Yukio solía ser mencionado con frecuencia.
– Si, estudia psicología y creo que su novia también. – La chica soltó su manos y le dijo bajito. – Aquí entre nos, su novia Yoko no es bonita.
– ¿En serio? Yo creo que todas la mujeres son bonitas, no importa su edad, siempre las mujeres son lindas. –
– Pues ella no es la más agraciada, yo le he dicho a Yukio-Kun que merece algo mejor, hasta es abusiva ¿Puedes creer eso? No lo deja hacer nada. – Michiko parecía realmente enojada.
– No me lo imagino, cariño. – Mientras la chica seguía hablando, Ougai no dejaba de buscar la cabellera rojiza.
¿Era tan pequeño que desaparecía?
Ese pensamiento lo hizo reír.
Caminaron por todo el patio hasta que la chica finalmente se canso y decidió sentarse.
Osamu se sentó a su lado, aunque le encantaba escuchar la anécdotas de Michiko, ese día no estaba prestando nada de atención.
– Entonces le dije que no era la forma de tratar a las personas ¡Y me lanzó el te en la cara! – No sabía de qué hablaba ella pero por el tono que uso sabía que responder.
– ¡Que descaro! –
– ¿Verdad que si? Mi jefa y Yukio-Kun tuvieron que intervenir, porque si no me le lanzaba encima a ese cliente. – Golpeó levemente el pasto. – Mientras la jefa hablaba con el cliente intentando solucionar las cosas sin tener que insultarlo Yukio-Kun tuvo que cargarme para evitar que fuera a matar a ese desgraciado.
– Que bueno que te detuvo, recuerda que el cliente era un hombre mucho más grande que tú, te pudo lastimar. –
La chica sonrió y le dió un beso en la mejilla.
– Que lindo que me cuides y no seas celoso. –
– Bueno, no puedo prohibirte ser amiga de Yukio y él tiene novia, así que no hay problema. –
Tras decir eso finalmente vio al chico que tanto había buscado desde que empezó el periodo de descanso.
El cobrizo cargaba un par de libros y parecía buscar a alguien.
Estuvo a punto de pararse y preguntarle a quien buscaba pero el chico hablo.
– ¡Presidente Karl!¹ – Un joven de cabello negro volteo con una sonrisa.
– Oh querido Chuuya te estaba buscando. – Le sonrió. – Friedrich dijo que su padre le pidió darte esto para tu madre.
– Oh, muchas gracias presidente. – El chico recibió el sobre que le entregaron. – Por cierto, el profesor Oda te manda esto.
El joven acepto los libros que le entregaron y acarició el cabello del cobrizo.
– ¿Que te parece si almuerzas con nosotros en la sala del consejo? Tienes que probar la comida de Friedrich. –
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Promesas rotas - Soukoku [FINALIZADA]
FanfictionPasaron los años desde que el pequeño Osamu y el pequeño Chuuya se habían graduado del jardín de infantes. La adolescencia era una etapa muy diferente y el amor también se transformaba con el paso de los años. ✓ Historia 100% mía ✓ Secuela de "co...