Promesas rotas - Soukoku [FINALIZADA]

Una nueva promesa [FINAL]

Fyodor y Chuuya estaban en su segunda cita.

Por más que el ruso se sintiera atraído por Chuuya, por más que le pareciera adorable. Había algo que no le satisfacía.

Además, no era tonto.

Él no era quien vivía en la mente del cobrizo.

– ¿Entonces Gin la golpeó? – Le pregunto sonriendo.

Fue él quien sacó el tema de Ougai, no se arrepentía del todo porque la historia era entretenida pero, le estaba confirmando algo que llevaba sospechando un tiempo ya.

– ¡Si! ¿Quieres ver el vídeo? – Le sonrió divertido.

Iban caminando tranquilamente mientras buscaban en dónde comer algo delicioso.

– Estoy bien, me alegra que le hayan dado su merecido a esa mujer. – Acarició su cabello. – Y resulta que tú y Ougai eran mejores amigos en la infancia.

Chuuya inmediatamente se sonrojo.

Cada que nombraban levemente a Osamu recordaba el beso que el castaño le había robado.

Por más que quisiera, no podía sentirse enojado.

¿Y si Michiko tenía razón? ¿Qué haría si le gustará Ougai?

– S-Si ¿Loco no crees? –

Fyodor lo vio fijamente.

Era más que obvio que Chuuya no lo veía con los ojos que a él le gustaría.

– Chuuya, creo que es mejor que solo seamos amigos. – Comento viendo al frente.

– ¿Q-Qué? ¿Hice algo malo? –

– No, tranquilo. – Le sonrió. – Solo que... Yo no te gusto y tú... Bueno eres encantador, pero tampoco creo que me gustes.

Chuuya no dijo nada, puede que Fyodor tuviera razón.

Desde que lo conoció había tenido la intención de enamorarse del ruso, pero no había podido.

– No digo que no seas lindo, divertido o que valgas la pena, solo que creo que no estamos destinados a salir. – Acarició su cabello nuevamente. – Tenemos mejor química de amigos que de pareja... Lamento si te lastimé.

– No-No, está bien... Entonces ¿Somos solo amigos? – Chuuya se sentía un poco triste.

Fyodor era un joven encantador y tan amable ¿¡Por qué no podía enamorarse de él!?

Luego de que Fyodor asintiera a la pregunta de Chuuya, decidieron salir otro día.

Necesitaban algo de tiempo.

Fyodor camino por las calles de Yokohama completamente distraído. 

Estaba seguro de dos cosas, a Chuuya le gustaba Ougai Osamu y no se daba cuenta.

Entro a una cafetería bastante bonita, tenía decoraciones en tonos tierra y se veía acogedora.

– Bienvenido a la madriguera rusa ¿Puedo tomar su orden? –

Fyodor se quedó en blanco por dos motivos ¿Por qué había una cafetería con temática de Rusia y rata? Y ¿Por qué el jovencito que atendía brillaba como el sol?

Su cabello era blanco como la nieve que caía en su país natal, recogido en una linda trenza larga, tendía dos pinzas en su flequillo dejando ver su frente, sus ojos eran heterocromáticos, verde y azul que destacaban en su piel blanquecina. Su mirada era tranquila, pero su sonrisa juguetona.