𝚇𝚅𝙸𝙸𝙸↬ιnυѕυaleѕ ιnтencιoneѕ

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Uno no sabe cuánto extraña a una persona hasta que quieres contarle las buenas noticias y recuerdas que ya no está ahí.

Recuerdo esa frase pero no en dónde. Pero no podía tener más razón...

Desde que nací mi hermana y yo hemos sido inseparables. Siempre juntas. Como uña y mugre. Y tenerla tan alejada fue un martirio. Todo nos lo contábamos, todo lo compartíamos, para todo juntas, todo lo apoyabamos, el todo del la otra, todo, todo, todo, tooodo. {Todo para una y una para todas} como el emblema de los mosqueteros.

Ahora que está junto a mí una ola de despreocupación y armonía había en mi interior. Ya el asunto del acosador o del desconocido del móvil, desapareció de mi mente. Simplemente me encontraba a mis aires.

No habíamos parado de reír en la casa. El ambiente de hoy era alegría, sonrisas y mucho amor. Mi familia y yo estábamos gozando de felicidad por tener a ese par de miembros tan importantes junto a nosotros. Las anécdotas de los chicos respecto a los Ángeles e sus vivencias eran el tema principal en aquella mesa familiar.

– Es bueno ver que te encuentras bien. Nos habías preocupado tanto que adelantamos nuestra llegada a Seúl – Contó Kook dándome una mirada comprensiva en aquel grupo de personas tan queridas.

– Jungkook hasta lloró todo el camino – Comentó su pareja riendo levemente – Pero yendo al tema principal: ¿todo está bien, Malie?

No tuve la oportunidad de contestar, un enérgico Jin saltó súper emocionado al respecto de la pregunta.

– ¡Malie ha mejorado muchísimo desde que empezó a ir con su psiquiatra!

– ¿Yeonjun? – Discrepó mi hermana.

Joder ese hombre me sale hasta en la sopa.

– ¡Exactamente!

Lizzy me miró fijamente mientras yo me hundía muy disimuladamente en la silla. Por alguna razón me incomodé, la simple mención de su nombre creo corto circuito en mis neuronas. Valla, creo que hasta mis hormonas se alborotaron. Es increíble como Yeonjun concibe una revolución en pleno auge en mí hasta en su ausencia.

– Tiene razón. Ese chico la ha ayudado demasiado. Malía ha logrado dormir en paz – Siguió Sarah.

– Pues deberíamos invitarlo a cenar, ¿no creen? – Opinó la otra madre.

– Por mí está bien – Accedió el cabeza de la familia.

– Alto... – Lizzy detuvo toda la movilización con el rostro muy severo – No.

Unos minutos se crearon en absoluto silencio. Toda la familia miró a la hija mayor de los Agreste raramente por la manera tan rotunda y firme en que se negó. Jungkook estaba enalteciendo una ceja con actitud vacilante. Y yo, yo sentí la ansiedad procrear en mí, más por sospecha y desconfianza que cualquiera otra cosa.

No había olvidado que mi hermana conocía a Yeonjun y por una acción del chico a ella le caía mal. Una acción que debió ser demasiado negativa en algún sentido, mi hermana no estaría en resentida por cualquier cosa. Además, lo más raro sinceramente es que ella no me lo contara.

– ¿Por qué niegas la visita del psiquiatra de tu hermana, hija? – Inquirió Chris usando tono intrigante pero profundo.

– No... – Lizzy dejó la frase al aire, exhaló y frotó su sien – Él... olvídalo. Pueden invitarlo.

Por primera vez en todo el rato que llevamos aquí se formó un ambiente incómodo, lleno de miradas extrañadas y confusión. La necesidad de descubrir lo que había oculto lo compartimos en una mirada Jungkook y yo.

GOOD BOY GONE BAD ➳ Choi Yeonjun +18/ BOOK#1 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora